Septiembre 28, 2005

¿Morir por un sueño o vivir sin él?

Hay ciertos momentos en la vida que te hacen reflexionar sobre ella misma. Y uno de los míos ha sido esta mañana. Más que esta mañana, ha sido la película que he visto esta mañana, que no es lo mismo. Aún cortada a falta de quince minutos del final por un técnico de Telecable que ha irrumpido en mi casa con ansias de cambiarme el módem (bendita sea la hora en la que lo decidieron), me ha dejado sin palabras. Más que sin palabras, con muchas merodeando por mi cabeza, intentando encontrar una respuesta a la misma pregunta que, día tras día y de muy diferentes formas, me planteo.

¿Estarías dispuesto a darlo todo por cumplir un sueño?

Alguien podría decir que depende del sueño, de la importancia del mismo. Vale, estaríamos de acuerdo, pero cuando hablo de cumplir un sueño, hablo de cumplir el sueño de tu vida. Quizás no tu vida de ensueño, porque para eso hacen falta muchas cosas, pero sí una pieza, y de las más importantes, de ese puzzle que deberías completar para vivir la vida que siempre has soñado.

Una de las piezas centrales de mi puzzle es aquella que me quita la tristeza, pero una tristeza muy concreta. Es aquella que es capaz de proporcionarte una vida en la que no te sientes solo, es aquella que te dice lo que no has conseguido no ha sido porque no lo hayas intentado, es aquella que te hace sonreír cuando cierras tus ojos y sientes otros clavados en los tuyos. Y a mi es la pieza que me falta, quizás no la única, pero la que más anhelo conseguir. Es como cuando eres pequeño y coleccionas cromos, siempre hay uno del álbum que se te resiste.

Y me faltan fuerzas, fuerzas para luchar por lo que quiero. Y me falta descaro, descaro para conseguir lo que quiero. Y me falta iniciativa, iniciativa para dar el primer paso. Y me sobra debilidad, y me faltas tú.

Y así de claro soy capaz de escribirlo en un recuadro con fondo blanco, y así de claro jamás podría decírtelo mirandote a los ojos.

No me importa nada, me da igual, ya se me pasará, ya le olvidaré.. palabras que me repito a mi misma y a los demás, palabras que no tienen sentido ni veracidad.

Aún, cuando cierro los ojos, soy capaz de recordar aquella imagen tuya caminando cuesta abajo, y en mi cabeza sonaba son las seis, no te he vuelto a ver, pronto saldrá el sol, vuelvo a casa cantando una canción, sin dinero en el pantalón, salió muy caro, he perdido un riñón y algo que me callaré, pero aún y así no importa, así lo paso bien. La canción perfecta para el momento perfecto. Aunque eran algo más de las seis.. Siempre lo hemos pasado bien, con nuestros más y nuestros menos, pero siempre nosotros.

Siempro termino dandole vueltas a la misma cosa, todo me recuerda a que los tiempos pasados fueron mejores.. y mira que por otras cosas estoy en un buen momento de mi vida, por la rodilla, por las vacaciones de las que acabo de volver, por el equipo, en casa todo va bien, en la universidad este año todo fue bien, esperemos que este sea también un buen año.. pero me queda esa espinita clavada. Aún cuando los días cercanos a mi cumpleaños pensaba que quizás podría sentirme culpable de irme de vacaciones a Salou con Vivi, Adri y Fausto por un motivo especial, eso no ha pasado. Y es una pena, porque sería feliz de haberme sentido culpable por ello.

Doy vueltas sin parar, no quiero seguir más tiempo así, jugando a no ganar, ya ves, me he quedado sin ti..

Y me está bien empleado, por todas las veces que he jugado yo con la gente, algún día me tocaría a mi ser el juguete de los demás. Bien merecido me lo tengo. El que la sigue la consigue, o eso dicen. Y a mi ya me ha tocado.

Cotilleado por NaTiLLiNaS a las Septiembre 28, 2005 02:50 PM
CotilleosSs

Y a mi ya me ha tocado.

Escrito por melkorcete a las Septiembre 29, 2005 01:11 AM
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