Fuera discusiones y malos entendidos, ya está aquí, ya ha llegado.
El Belén, y que cada cual lo nombre como crea conveniente.
O algo.
¡Menudo akelarre oiga! Esta gente se lo pasó en bomba.
Por supuesto las camaras estaban para algo así que cogimos un plano de vista aerea y otros dos desde detrás y delante. En las que como podemos ver el cerdito de lo pasa putramadre, y ese no es el único detalle, a Frank'o también le va la marcha.
Y luego dicen que no saben qué hacer en navidades.
Si me paro a pensar ha pasado mucho en los últimos trescientos cuarenta y ocho días, demasiado para que lo pueda poner yo aquí, pero como introducción servirá lo que escriba, por poco que sea.
Ha sido el 23 aniversario del 23F, lo cual nos indica que en unos años más no le va aimportar a nadie esta fecha, como la del día de la Pepa. Este ha sido el año en que se nos han ido el Papa, Jiménez del Oso, Arafat y Luqui ente otros. Hace 30 años que petó Franco y todavía tenemos a peña paseando al aguilucho (sin ser ornitólogos) diciendo eso de Fespaña “unagrandeylibre arrr!!” como si alguna vez hubiera sido las tres cosas a la vez. Se ha demostrado que Satán es el que manda en “soe” y el que hizo que miles de españolitos de a pie lo votaran en unas elecciones corrompidas por los infieles. Pues ahora ataca fieramente a la Santa Madre Iglesia (que madre solo hay una y a ti te encontré en la calle que era gratis y esto cuesta ya un dinerito, oiga) intentando arrebatar favores que le fueron otorgados por no menos ilustres ancestros y/o percebes. Los Giga sacaron nuevo disco (también por obra de Satán) y no veas como van los camellos de acelerados. Ha venido el frío de verdad y las chaquetas nuevas que me pruebo no me vienen bien. Tremendo.
Y lo más raro, hay una invasión de Papa Noeles chungos que a la peña le ha dado por colgar de sus ventanas y balcones. Ya está aquí la navidad, sólo nos falta el mensaje del Rey y el especial del Jueves para sentir correr por nuestras venas el espíritu navideño.
Y yo sigo opinando que todo esto de las navidades es gracias al alcohol.
Ale, ya está, hemos llegado al momento en que lo poco que puede quedar de año me da exactamente igual a la hora de declarar que ha llegado el “fin de año”.
Por supuesto me refiero a esa época en la que ya queriendo o sin querer hacemos balance de lo que se supone que han sido estos últimos 354 días, de si hemos cumplido las expectativas que nos habíamos marcado al principio del año que termina (otra parte del ritual de fin de año), en definitiva tendemos a valorar el año de un modo positivo o negativo (y no siempre con un criterio certero). En este caso el aspecto “temporal” de cambiar de año es irrelevante, o por lo menos lo era, pero conforme van pasando los años y te vas asentando en un modo de vivir (más o menos sedentario) y vas cumpliendo o incumpliendo tus objetivos y/o “sueños” ves como el camino se estrecha y se va atisbando el final de trayecto (bueno, si, un poco cenizo esto, pero en algunos casos en los que el camino es si no recto “de reballà”, es tristemente cierto). Y ese factor también pesa a la hora de mesurar fracasos y éxitos; más todavía si tan solo nos atenemos a lo superficial o medianamente material o palpable (dejar de fumar/beber, aprobar tal o cual cosa, tener trabajo, comprar esto, hacer aquello). Cosa que jode porque si a esto me atengo y, midiendo la puntuación que se supone que habré hecho hasta el 31 con un “en el peor de los casos”, sacaría un -4.
Leches, que chorrada, ¿no? Puntuar un año según lo que se cumple de lo que te has planteado nada más empezarlo. Pero bueno, eso lo hace el aburrimiento.
Pero me he ido de la olla un rato, lo que quería decir que marca para mí el fin de año es eso del examen de japonés ese, el 日本語能力試験 (está claro, ¿no?). Lo bueno de este año s que por fin pude estudiar algo. Lo malo que me dolía la cabeza y la pierna coja (coja, coja esa xDDD) de tanto currar y poco descansar. No diré que apruebo pero por lo menos más cerca del año pasado si estoy.
Y para terminar… Últimamente me cuesta más escribir aquí, no es que no se me ocurra nada, es que lo que se me ocurre tiendo a juzgarlo de poco relevante o interesante, sosón, vamos. Supongo que eso forma parte del síndrome de “lo dejas un tiempo y ya te de igual todo viejo de mierdax”, pero poco se le puede hacer, ah, si, leer.
Bueno gente, ya no molesto más, a ver si hago algo y subo la puntuación xDDDD.