Marzo 30, 2004

Extractos made in Copia-Pega

Este forma parte de "Neonato", mi (por ahora) inconclusa contribución novelesca a Vampiro: La Mascarada.
Los dos primeros capítulos y parte del tercero se hallan colgados en la página de la Biblioteca de Cartago http://www.bibliotecadecartago.net/inicio.php

Prólogo

Oscuridad.

La oscuridad me rodea y no sé dónde estoy. No recuerdo como he llegado aquí, tumbado boca arriba sobre dura piedra húmeda. Partes de mi memoria asaltan mi cerebro como brutales descargas eléctricas. Esas breves pinceladas de recuerdos mal guardados me muestran lo que tal vez pueda haberme ocurrido...

Estoy en una fiesta con mis “colegas”, borracho como una cuba. Salgo del local donde estamos sólo y tambaleándome como un vulgar vagabundo. Me adentro en un callejón sin saber muy bien el porqué, tan solo siento nauseas. La bilis me deja un sabor amargo en la boca y un molesto escozor en la garganta. Siento vergüenza, pero no recuerdo el porqué. De repente todo se acelera. Veo como una sombra se abalanza sobre mí y luego oscuridad.

Continúo tendido en posición supina y me doy cuenta de que no huelo nada. Solo entonces comienzo a respirar tomando unas grandes bocanadas de aire que mi cuerpo no demanda en absoluto. Yo las encuentro tranquilizadoras. Ahora puedo oler. El hedor a podredumbre y excrementos asalta mi sentido del olfato. Estoy en las alcantarillas. ¿Cómo he llegado aquí? Recuerdo la forma oscura por la que fui asaltado, no tengo la menor duda de que era un hombre. Busco en mis bolsillos, está todo, no me han robado nada. Entonces, ¿Por qué? ¿Por qué me han asaltado tan brutalmente? Me levanto lentamente y compruebo que no estoy herido. Siento mi cuerpo frío como el de un cadáver pero ese frío no me molesta en absoluto. ¿Qué me pasa?

Hambre.

Tengo hambre, una sed que tira de mi ser en busca de un alimento que no conozco. Tanteando en la oscuridad busco una salida. Ahora veo mejor entre las tinieblas que me envuelven. No sé cómo, pero veo. Encuentro una escalerilla que sube hacia arriba. Subo. Un último obstáculo se interpone en mi camino, la tapa de la alcantarilla. Un pesado obstáculo que no me creo muy capaz de mover. Lo intento sin mucha esperanza. La pesada tapa se mueve cómo la losa de una tumba olvidada tiempo atrás. Eso me parece a mí. Me doy cuenta de que puedo lanzarla por el aire de un empujón y así lo hago. La tapa sale volando y cae causando un gran estruendo. A lo lejos se oyen los ladridos de un perro ultrajado por el inesperado ruido. Es de noche, salgo al exterior en medio de un mal iluminado callejón sin salida. Una vez más la oscuridad me rodea. Veo claramente como dos figuras se acercan hacia mí reconociéndome como el origen del estruendo anterior. En la mano de uno de ellos brilla algo que parece un cuchillo.

Hambre.

El hambre me abrasa por dentro y parece surgir de todo mi ser y no solo de las entrañas, como suele ocurrir. Siento como me crecen los caninos cual colmillos de vampiro. Dios mío, no puede ser. Yo, un vampiro. No puede ser. Permanezco quieto. Un instinto sobrenatural que nunca antes había sentido me dice que espere en calma. Es un instinto fuertemente arraigado en mi ser, un instinto que me habla a través de la fría sangre que recorre ahora mis venas y de la sangre que ansío, sangre caliente. Procede del mismo lugar de donde proviene el hambre. Tira de mí con una fuerza salvaje, arrastrándome con su poderosa corriente. Todo va unido. Sangre y...

Hambre.

Una vez más me asalta el hambre, pero espero pacientemente a que se me acerquen los dos individuos. Uno de ellos comienza a hablar dirigiéndose a mí. “¡Ey tío! Si quieres salir vivo de MI callejón tendrás que darme todo lo que llevas encima, la ropa también”. El que lleva el cuchillo asiente riéndose por lo bajo. Ahora me doy cuenta de que mi malhadado interlocutor lleva un revolver. “¿Has visto mi pipa?”. Me dice. Pero él no es el único que me dice algo. Mi recién adquirido instinto me habla también. Y me dice que las cosas no son como estos pobres desgraciados creen. Les sonrío amistosamente. Ya lo entiendo. Aquí y ahora, el cazador soy yo y la presa son ellos. Amablemente les saludo: “Buenas noches caballeros”...


JUR JUR JUR, qué bueno es esto del copia-pega.
Ale, esto de propina:
El Grito del Oimado

Escrito por Garuda a las 10:25 AM | Comentarios (2)

Marzo 29, 2004

Konsabón el Terrible rica agüita vende

Llevo ya varios días intentando ponerme manos a la obra y escribir algo decente. Se me había ocurrido poner algo sobre el atentado del “once eme”, un recuerdo a las víctimas y un análisis político de todo lo que ha pasado desde tan fatídico día. El recuerdo si que lo hago, en estas mismas líneas lo invoco. El análisis se lo voy a dejar a los tertulianos de radio y televisión.
Por las noches, mientras trabajo, multitud de ideas me pasan por la cabeza y las atrapo garabateando sus partes en mi pequeña libreta deslucida por el dispar uso al que la tengo sometida. Y ahí se van quedando. No es por quejarme, pero es que me da pereza y cada vez se va acumulando el trabajo y me pasa lo mismo que me pasaba en escuela y el instituto, se me hace una montaña y me echo a dormir encima.
Pero como tengo ganas de escribir algo y el blog me viene de perlas, recurro de nuevo al cajón de las chorradas y escribo estas líneas.
Además, me gusta continuar esto, me recuerda a los mails del Zen Utri Oalgo. Vamos allá.

Llueve, y es bueno que llueva, pero la gente ya empieza a quejarse. Obviamente si el agua hace daño, como ha ocurrido en Málaga, es para mucho más que quejarse. Pero cuando cae en tierra sedienta, poco a poco, sin desbordar ríos ni pantanos, es toda una bendición. Y yo, al decir esto, soy todo un Perogrullo xD. Pero es que no lo puedo evitar, siempre pasa lo mismo, al tercer día ya hay quien se queja de que está lloviendo demasiado. Y reconozco que yo no soy nadie para rebatir sus quejas o negarse su libertad a la hora de hacerlo. Pero el caso es que suelen ser los mismos que se quejan de que “no llueve nunca”, que si la sequía, que si esto, lo otro... Lo normal, pasados unos días ya no se acordarán. Sol y playa… y a pedir trasvases que los regalan si llegas a los doce millones de votos. Pero, ¡ostras! No se ha llegado. ¿Qué va a ser del premio ahora? Ahí va, que me pelan en casa… no, por favor, que yo no quería decir nada en contra de eso… ¡ay!

De verdad, que chorrada de post…

Escrito por Garuda a las 11:03 AM | Comentarios (3)

Marzo 22, 2004

Basics

Ya te puedes pasar todas las noches durante varios días calentándote la cabeza con qué poner aquí que cuando te pones manos a la obra se te va todo de la cabeza y no sabes por donde empezar.
Esto… ¿por donde empiezo?

Bueno, otro suspenso. La verdad es que no me apetece mucho comentarlo, pero bueno, ahí está. Tal y como vaticiné, he suspendido de nuevo el segundo nivel del examen de japonés que se celebra una vez al año en BCN (el “nihongo nôryoku shiken”). Si digo que hace más de cuatro años que me saqué el tercero (van del 4º a 1º) a la primera, va a parecer que rozo la nulidad al no poder pasar del segundo ahora (cierto, por otra parte). Pero también me gustan las excusas, así que la mía es bastante clara, hace más de cuatro años que no tengo una clase decente de japonés, y es que la cosa está muy mala por Valencia.
Pero bien, me encojo de hombros y metiendo las manos en los bolsillos, escarbo buscando algo del tiempo y las ganas que me van a hacer falta para seguir.

Fin de las Fallas. Terminaron ya. Cientos de fuegos se encendieron la noche de San José (el 19) y con ellos ardió el pasado en un ritual pagano al que la iglesia ya se encargó de meterle mano para permitir su celebración. Una vez más me encojo de hombros, pero no busco nada en los bolsillos. No las vi quemar, y ya me estoy acostumbrando a perderme fiestas (mejor dicho, años ha que me acostumbré). En fin.

Mejor relato algo.
El minotauro levantó la cabeza del libro que leía y cerró fuertemente sus ojos cansados. Al abrirlos miró hacia arriba, esperando encontrar ese cielo azul trazado por las corrientes de brisa marina que le traían el olor del Mediterráneo. El cielo era piedra y la brisa no era otra cosa que las viciadas corrientes de aire subterráneas. Encerrado en un laberinto, condenado a matar para vivir, el minotauro anhelaba una vida tranquila en el exterior. Oler el mar, su mayor deseo.

O no.

(Spoiler de H.Potter)
El joven mago miraba ausente el mismo cielo azul con el que soñaba el Minotauro. No olía a Mediterráneo ni a corriente viciada. Tampoco olía a prisión, pero para él, pasar el verano en el número cuatro de Privet Drive, era lo mismo que para el Minotauro morar eternamente por su laberinto. Pero aún así, aún estando en el lugar que más odiaba en la vida, su prisión ya no era física. A los once años había despertado de una pesadilla y había descubierto que era alguien y que había gente a la que le importaba. Durante casi cuatro años había sido feliz viviendo en el nuevo sueño. Pero despertó, despertó de nuevo a una pesadilla y ahora la cabeza le daba vueltas a la profecía que da sentido a su vida y su pesadilla. Un juego de dos en el que solo cabe el matar o morir. ¿Cómo puede un niño soportar semejante peso? Pero todo está relacionado y ese niño podría ser cualquiera, o muchos, toda una sociedad. El joven mago se replantea toda su vida, quiere a sus amigos pero a sus padres también los quería y están muertos. Quería a su padrino, su única familia mágica, y él murió por su culpa (o eso cree él). No desea que sus amigos mueran como han muerto todos sus seres queridos, se plantea dejarlos, pero ¿cómo? Pues sabe que sin ellos no será nada, del mismo modo en que sabe que ellos no lo dejarán solo, pues nunca lo dejaron. Las ideas se agolpan en su cabeza y su búho ulula débilmente comprendiendo los funestos pensamientos de su amigo mago. Queda poco para que le lleguen las notas de los TIMOS pero nosotros tendremos que esperar más para saber de sus aventuras.

Y a todo esto. Mi tortura favorita era enviar alguna historieta mía por correo a algún coleguilla, pero, ¡ostras! Hace tanto que no continúo nada.

Frase de hoy: “Soy un hombre de muchos principios, pero de pocos finales”. Groucho hubiera dicho, y con razón, “estos son mis principios, si no le gustan… tengo otros”.

Una película: “En la ciudad”, de Cesc Gay.

Hoy sonaría bien algo de Tom Waits, aunque dejo claro que no me apasiona, pero con esa voz y su aparición friki en Drácula de Bram Stroker…

…Tengo que hacerme con el disco de Marlango.

Esta semana no he podido hacerme todavía con el Jueves, que seguro que este número tiene más peligro que un integrista en la cumbre de las Azores (¿¡pero no había tres ya!?).

Y nuestro amigo el Loco viajero, saca una carta de la baraja y desaparece de sus manos en una llama azulada y un sonido fosforescente.

Roda_mini.jpg

Y otro día ya bailaremos una giga en Dos Rios.

Escrito por Garuda a las 11:08 AM | Comentarios (6)

Marzo 15, 2004

Perdón, pero...

Perdón, pero... jur jur jur
jur
jur
jur
jur jur jur

Coff coff

Ai, la vellea.

Jur jur.

Jur.

Perdón, el estress, ya se sabe.

Escrito por Garuda a las 09:39 AM | Comentarios (6)

Marzo 09, 2004

Antes que nada

Bueno, bueno, bueno. El tiempo pasa volando y yo cada vez con menos ganas de hacer el ridículo escribiendo chorradas. Así que, viendo como estaba el tema, me he liado la manta y pasando de mi carencia de confianza he decidido escribir la más grande de las chorradas.
O sea, utilizar el blog para lo que se supone que es. Vayamos por partes (y no digo lo de Jack el Destripador, que está muy visto).

Una película que he visto recientemente, Kill Bill. La última peli del Tarantino (hasta la fecha, espero) me ha encantado. Y no por la sangre y las luchas (bueno, por eso también xD) sino por la calidad de dirección y montaje (básicamente en la elección de la banda sonora) que rezuma. Es tan friki que está llena de homenajes de todas clases. Es tan precisa que hasta la Uma Thurman habla un japonés comprensible. Las coreografías de lucha están tan bien conseguidas que, en mi opinión (no hagáis mucho caso), logran que el cine americano salve la cara después de las desfachateces de las dos últimas de Matrix (que vale que molan que lo flipas, que osea que chulo-guay, pero les falta “algo” y les sobra propaganda). Y eso que la Thurman coge mal la katana en unos planos personales que han salido en las portadas de muchas revistas.
Como he dicho, no hagáis mucho caso, que esto sólo es una opinión. Pues mientras que a mi se me pasó volando la película (110 min), a una cuadrilla de quinceañeros (a los que amablemente hubiera arrojado durante la película algún que otro cóctel molotov… encendido), a esos niñat… estooo, a esas personas se les escaparon las palabras “casi me duermo” y “ya era hora”. O sea que ya saben ustedes, para gustos colores, pero para mi, Kill Bill vol. 1, fue una excelente exhibición de cine de acción y entretenimiento con un muy buen hacer. Con unos travellings exquisitos, unos segundos planos más que correctos y unas buenas tomas largas con permiso de Kubrik.

De libros, si hay que mencionar lo último que he leído, ha sido el último (ya estamos de vueltas con lo “último”) de Harry Potter, y a fe mía que más de uno no considera literatura esta saga y la pone en el mismo saco que a la música salida de OT (cosa que me da igual). Lo raro es que me han caído en gracia tanto la Rowling como su creación, o sea, que me ha encantado la serie de Harry Potter. Y eso que yo soy sólo un invitado ahí, que empecé a leer los libros por tener algo de lo que hablar con mi hermano de 10 años y hacerle la gracia al niño leyendo lo que él lee (que ya le digo yo que lea lo que yo y no hay tu tía). El caso es que me ha servido para amortizar la inversión que hice comprándole los últimos volúmenes cuando ni tan siquiera pensaba que iba a acabar leyéndolos (¡y que me gustarían!).
Es curioso ver como un niño se lee el cuarto libro sin importarle lo “tocho” que es, y un mayor se ponga a soplar al ver una página de más en el periódico diario (si el mayor viera el quinto le daba un ataque).
Lo que me ha gustado de HP ha sido la sencillez, la honestidad de los personajes (o sea los poersonajes en sí), la evolución de la obra y la moralina que, como todo autor, la Rowling niega haber colado ex profeso. Eso es algo que la deja en mejor puesto, si inconscientemente ha sido capaz de trasmitir el mensaje que transmiten personajes. Como Dumbledore (justo con todos e inalterable como un Buda), Harry (confuso y solitario por obligación hasta que llega Hogwarts, con unas ralladas mentales que me recuerdan a las mías y un orgullo de adolescente tan puro como nocivo), la pobreza material y riqueza de corazón de los Weasley, la tenacidad de Hermione (y también su altanería), el odio ciego de Snape que empieza a resquebrajarse lo justo como para que vea similitudes entre Harry y él mismo (pero también es ciega su lealtad para con Dumbledore), Hagrid, Ron (quien da sentido a la amistad, de nuevo un Weasley)… los profesores… todo y todos en ese mundo parecen estar en el lugar adecuado en el momento perfecto. Otra delicia que hace de este mundo amargo algo más dulce.

Y bueno… ¡LA HOSTIA! Dentro de nada elecciones generales, o como dijo una amigo japonés en clase (aquí en España), “erecciones” (la frase: “durante las erecciones generales la economía tiende a subir”). Fue decir la frase y ponerse la gente a reír como posesos. Ya te digo, ojalá las elecciones fueran cosa de risa, pero tal y como está la cosa, aquí no hay quien aguante otra mayoría absoluta de PePe Mari, que si que se va, pero el espíritu permanece… y hay mucho de deshacer todavía.
Malo es ponerse a hablar de política por estos lares, así que mejor lo dejo con la frase de un enfermo terminal: “ya pasó lo peor, ahora sólo queda morirse”.
Ya te digo.

Un poco si me aburro… Parece que los años no pasan en balde y cuando miro atrás veo cosas que cada vez me gustan menos. Ya lo dicen los sabios, que no hay que mirar atrás, que el pasado y el futuro no existen, que nos concentremos en el presente, aquí y ahora.
Pues no hay tu tía. Veinte kilos me quitaría de encima, y sé cómo, como antes, con el karate, deporte y sin necesidad de régimen. Pero me duermo y callo.
Terminaría de escribir esta o aquella historia, empezaría las que tengo en mente, pero nada, mejor duermo y callo.
¿Y los estudios? Ah, si, como me gustaría terminar por lo menos eso, pero cuesta tanto irse fuera… mira, mejor duermo y me callo.
¿Y el ocio? Ah… ya nada es como antes, pero como dijo aquel, sólo en tu mente. Alguna que otra partida si que haría, aunque fuera hacer por hacer… pero no hay tiempo, mejor me duermo y callo.
Está claro: “Las cadenas que más cuestan de romper son las que uno mismo se pone”.

Pasando. Pasando de pederastia, de falsas promesas, de corrupción legalizada, de muertes injustas, de terroristas asesinos, de doctrinas corrompidas y corruptas, de miseria y droga, de pobreza y consumismo, de política de televisión y políticos de teatro, de mi mismo y mis ralladas, de los sueños que se me van, del aborregamiento becerril que nos arrastra en cualquier dirección… de tantas cosas vistas y por ver… Pasando no se va a ninguna parte, pero siento que ya caí en la telaraña de la cotidianidad y cada vez me da todo más y más igual.

Tanta teoría, tanto dicho, tanto por hacer… está claro, toda la teoría que no se lleve a la práctica amenaza, con el tiempo, en convertirse en un peso muerto. Algo que se pudre en tu interior (consejo: no os hagais una operación de reducción de estomago si no admitis la muerte como posibilidad).

La mejor referencia, el artículo del ratón del portátil que mencionaba Rita en su blog. ¿FHM? Sólo me faltaba eso, otra cosa más para leer… yo me conformo con “Las Tentaciones” del País de los viernes. O que alguna se preste para prácticas xDDDDDDDDDDDD
Ejém!

No os quejéis de este rollo patatero, que se supone que para esto es el blog...

Escrito por Garuda a las 12:16 PM | Comentarios (11)