Enero 22, 2005

Destino

Una de las cosas que más “mal rollo” da a la gente es eso de pensar que su vida está ya planificada de antemano. Si bien el hecho de creer que hay un plan divino en el que todo al final, pase lo que pase (meteoritos o películas porno papales incluidas), va a salir bien, por otro lado no veas lo jodido que es verte atascado “por los siglos de los siglos amén”.
Conozco a gente que me sorprende con la importancia que le da al destino o, en segunda instancia, a una de sus filiales, el tarot. Desde luego la progresión de las cosas tal y como suceden lo podremos llamar destino una vez han sucedido, pero es difícil decir que un futuro determinado es el destino que te aguarda.
¿Por qué? Pues porque sencillamente con el hecho de creer que estamos, por ejemplo, predestinados a perder la vida en un accidente, nuestro subconsciente empieza a trabajar interiormente y al final no sabes si se trata del destino o de “la comida de coco (chanel)” que nos estamos pegando.
Avisando que no es que sea un experto en el tema y que son más bien pocas las disertaciones kantianas (mejor digamos oraciones) que he logrado leer, y menos aún retener en mi memoria, me atrevo a definir lo que en definitiva sería el destino para alguien tan cateto como un servidor hipotenuso. Yo diría que es más bien el carácter de una persona junto con el ambiente en el que ha crecido y se relaciona y las experiencias que va reuniendo a lo largo de su vida lo que crean esa maraña (en algunos casos telaraña) de resultados que es el destino. No es por extenderme, pero en el juego de rol (y ya estamos de vueltas con el rol) “Changeling: El Ensueño” venían a explicar una tradición celta que ponía a la vida como un tapiz (el tapiz del “dan”) que con nuestras acciones íbamos tejiendo con el paso del tiempo, y al final, dependiendo de lo que hubiéramos tejido, llegábamos a una conclusión o algún evento que determinaba nuestras vidas.
Si lo pensamos bien puede que esta visión del destino quede como algo así como “cada uno que se lo merece”, pero ya se sabe que los celtas finos no eran, y si no estáis de acuerdo de muestra un botón: “halloween”. Esa agradable fiesta de los difuntos en la que se estacaban las calaveras de los enemigos vencidos a las puertas de los poblados y se sacaba la calavera del abuelo y el tío “Hortensio” para pintarlas de colorines, poner velas en su interior y en definitiva brindar en su nombre, a ver si con la cogorza se podían ver sus espíritus. Vamos, como un pueblo civilizado pasan, pero para el estándar nórdico de la época.

Pero volviendo al tema del destino, y repitiendo lo mismo otra vez, “algo de eso hay, julai”. “En verdad” que podemos estar seguros que las decisiones que un buen día tomamos casi a la ligera en el día de mañana se pueden convertir en una autentica pesadilla o en la mayor de las alegrías. A todo esto de ayudar al subconsciente a recolocarse y participar de un modo más activo y positivo en nuestras vidas también puede ayudar el tarot ese. Si bien hay mucha gente que lo usa para estafar a personas que en su mayor parte se encuentran en una situación desesperada y admitiendo que el “juego” del tarot carece que capacidades agoreras, si se le puede reconocer una gran influencia sobre la mente de aquellos que se muestren predispuestos a “jugar”.
Y es que, en esta sociedad (y casi en todas las que han poblado la faz de la Tierra) tan necesitada de psicoanalistas, psiquiatras y psicólogos cualquier cosa puede ser utilizada de modo influya en nuestra mente ya sea para bien o para mal…
Y este tema tiene mucha chicha, pero lo dejo aquí por ahora, en otro momento os hablo de la psicomágia de Jodoroski y de su visión del tarot como modo para reconducir el “destino”.

Y por cierto, ¿vosotros creéis en el destino?


yoda.jpg

Escrito por Garuda a las Enero 22, 2005 10:30 AM
Comentarios

Hombre, Salva, vivimos vidas paralelas, ese libro (el de Jodorowsky) lo estaba leyendo yo en Navidades.

Escrito por MsNice a las Enero 22, 2005 11:51 AM

Joder, MsNice, pensaba que lo de las vidas paralelas lo decias porque eras Yoda.

Escrito por Edgar a las Enero 22, 2005 12:21 PM

Oh, qué tristeza, todo el mundo sabe lo que les pasa a dos rectas paralelas... snif snif
Pero creo que este no es el caso de paralelismo, va a ser que son vidas para lelas (y para lelos).
Para más información, el libro no es "Psicomagia", es "La danza de la realidad". Y creo que lo voy arrastrando casi un año ya.
En fin, una soda pa Yoda.

Escrito por Garuda a las Enero 22, 2005 06:41 PM

O_o Destino?..... Crees que es aire lo que respiras....... Lo que realmente te ara rebanarte los sesos es, saber si hubieras tirado el jarrón si no te hubiera dicho nada…… vuelvo a decir O_o destino?

Escrito por Vigor a las Enero 23, 2005 03:29 PM

Friki.
A parte de eso... "ara rebanarte", despres pantaló de pana ficar-te.

Escrito por Garuda a las Enero 23, 2005 07:31 PM

¿Que si creo en el destino...?
No creía, supongo que sigo sin creer.
Jamás sabre si el destino me hizo llegar a una situación porque no puedo volver atrás para intentar cambiarlo... Asi que, que más da creer o no creer en él. Asi que si me equivoco, pa lante que ya no se va a poder arreglar. Y si al destino no le gusta... que se joda. :P

Escrito por Gaikara a las Enero 25, 2005 08:42 PM

Hmmm, lo de "creeis en el destino" era una pregunta retórica.
Pero si, en cierto modo es válida porque hay quien no sólo cree en él (cosa que no es mala), si no que encima se obsesiona con ello, y ahí llega lo malo.

Escrito por Garuda a las Enero 25, 2005 10:21 PM
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