Noviembre 21, 2004

Cuestiones Imposibles

- Muy bien, hasta aquí has llegado, ¿y ahora qué? ¿Qué piensas hacer con tu vida?
- No lo sé.
- ¿Todo este tiempo y todavía no lo sabes? ¿Acaso no ves a los demás? ¿Acaso no ves a la humanidad?- ···
- Dime, ¿de qué te sirve toda esa moralidad? ¿Para qué ocultar las heridas y lavar la sangre? Nadie te va a devolver el favor nunca. Ni siquiera ahora, y como antes, no lo harán después. La humanidad está condenada. Míralos, pasarán por encima de tu cadáver si creen que eso les reportará algún beneficio. No recuerdas tus vidas pasadas, ¿verdad? Ya lo han hecho, lo hicieron cientos de veces… Y tú también.
- No, no puede ser. Esto no puede ser así, no se dan cuenta, nadie se da cuenta. Los humanos podemos ser mejores.
- ¿Qué no se dan cuenta? ¿Te das tú cuenta?
- S-si…
- ¿Sí? ¿Y que haces?
- No… no hago.
- Y dices que no se dan cuenta… Tú lo sabes, ¿verdad? Sabes que sí se dan cuenta, sabes que ignoran su percepción. Sabes que si no se dan cuenta es porque no quieren. Sabes que así se vive mejor.
- Es el subconsciente el que lo ignora, suele ser así. La realidad es abrumadora.
- ¿Realidad? ¿Qué realidad? La realidad no existe en el mundo de los humanos. Y el subconsciente forma parte del ser. Si no se dan cuenta es porque no quieren hacerlo. ¿Acaso cuando el asesino que traiciona a su señor, a su amigo, a su hermano, a un desconocido, ejecuta la sentencia que él mismo ha dictado no sabe el alcance de su acción?
- Errores.
- ¡Basta de tonterías! ¡Tú lo sabes! Los humanos sois esclavos de vuestra condición estúpida. “Errores”, errores que a priori se intuye su resultado. Pero aún así seguís con su desarrollo, con toda esa mentira que os contáis. ¡Mírate! No me mientas, sé lo que piensas realmente.
- No le escuches, lo que dice no es cierto.
- Ah, el ángel, tarde como siempre. ¿Ha terminado tu Señor de bendecir a las criaturas más crueles de este mundo? ¿Porque siempre les negáis la oportunidad de decidir? Ay, ay, ay, siempre igual.
- ¿Tan difícil es encontrar a alguien como yo en el mundo? ¿Por qué torturáis así mi existencia?
- ¡JA! Ahora adoleces de lo mismo de lo que te quejas. ¿No eres tú el que opina que en el mundo no hay ni una persona cuerda? Es que no lo ves, todos son como tú, todos están locos.
- “No puedes exigir lo que no das”…
- Exacto, así se habla. No puedes estar seguro de que todo va mal hasta que no has hecho nada para evitarlo.
- Otro imbécil. Que ya te lo he dicho antes, sí se dan cuenta. Si se ignora todo se vive mejor. Si se da una salida a todo, aunque sea falsa, la gente mirará hacia allí con anhelo y olvidará que está en una prisión de la que él mismo es carcelero. Solo tienes tres salidas, una es morir…
- ¡El suicidio está prohibido por las leyes del cielo!
- ···
- (Mirando de reojo al ángel) La otra es hacer como ellos…
- Cielos, no puedo estar escuchando esto. Mi señor, ¿por qué no lo detienes?
- … Y la tercera es ser de los nuestros, romper con todo y mirar a la humanidad desde arriba.
- Eres despreciable.
- Un momento. ¿Qué hay del plan B, qué hay de la cuarta opción?
- ¿La hay?
- No hay tal.
- Siempre la hay.
- ¿Si?
- No, no importa lo que hagas, no importa lo que les ayudes, nunca te lo agradecerán, no importa lo que sufras, no les importará, no importa lo que pienses, nunca estarán de acuerdo. No importa a donde vayas, siempre estarás sólo.
- (Se encoge de hombros) Aunque solo sea por joder… Así sea.


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Escrito por Garuda a las Noviembre 21, 2004 11:00 PM
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