del 13 de mayo al 18 de julio
Por Federico Díaz Mastellone
El viernes finalmente fui a la muestra auspiciada por el Gob. de la Ciudad de Buenos Aires (¿un marco institucional para un contenido anti-institucional...?) Por ahí abajo leo en letras chiquitas: Curadores invitados Marta Almeida y Marcelo Morán.
Lo primero que habría que decir es que el espacio del subsuelo, que han recuperado como sala de exposición es realmente muy apropiado, muy amplio e invita al recorrido. Ojalá en el futuro tengamos más propuestas como ésta, con entrada libre al público.
La muestra está planteada como una selección de trabajos significativos de artistas, diseñadores, autodidactas y activistas de varios países. Todos ellos con el común denominador de emplear un medio no convencional para hacer oír un mensaje anti-stablishment. Me refiero puntualmente a las instalaciones en vía pública, al stencil y a la alteración tanto de las señales viales como de las publicidades en vía pública (subvertising).
Me atrevo tímidamente a trazar algunas líneas comunes en el lenguaje empleado: hay un uso predominante de la imagen y de los juegos simples de palabras (BUSH = BU ll SH it), en muchos casos se debe al carácter universalista del tema abordado, que lo debería de hacer comprensible por un público más amplio.
Entre los expositores contamos a David Tartakover (Israel), Sandy K. (Alemania), Alejandro Magallanes (México), Garth Walker (Sudáfrica), Alain Le Quernec (Francia), una selección muy interesante de AFICHE POLACO CONTEMPORÁNEO, grupos locales como ABTE, FASE, M777, SUSCRIPCIÓN, DOMA, PARÉ (de Misiones) y BSASSTENCIL, y los míticos Alejandro Ros y EL FANTASMA DE HEREDIA.
Algunos activistas, verdaderos teóricos de la gráfica de protesta, encuentran las raíces de esta práctica en el jujitsu, arte marcial que se basa en el aprovechamiento de las energías del oponente.
Yo creo que no se equivocan tanto... Está claro que no se podría encarar una contienda gráfica de igual a igual contra las tremendas super-estructuras publicitarias y de marketing que tienen ciertos grupos que ostentan el poder. Sí podemos aprovechar determinada campaña y, cambiando un elemento de lugar quizá, trastocar absolutamente el sentido y volverlo contra el emisor. Esto es de una eficacia increíble, por lo instalados que están determinados mensajes o posicionamientos de marcas en el común de la gente (que detecta enseguida el cambio) y porque el medio "calle" lo hace ver como una verdadera expresión popular.
Parece un juego fácil. Habrá que pensar si no es un poco cierto eso de que cada afirmación entraña a su opuesto... que cada vez que decimos blanco lo definimos por contraposición al negro y que esa presencia latente del opuesto está ahí esperando a que venga alguien con el cúter y la pintura negra para sacarlo a la luz.
Escrito por irene UDGA a las Julio 27, 2004 09:05 PM