Ayer sucedió un acontecimiento importante.Despues de mucho tiempo recuperé una porción de mi libertad para elegir.La elección fue muy sencilla,pero no por ello menos significativa en esta presión laboral constante en la que me encuentro de un tiempo a esta parte.Eran las seis de la tarde.Me dirgía en metro a las oficinas de mis servicios centrales,cuando una idea cruzó por mi atorada cabeza.Cambio de planes.Me voy a casa.Un irrefrenable deseo de ver a mi familia,de abrazar a mis hijos,de hablar con mi mujer.Y sin que el sol se hubiera puesto,sin el tic tac del reloj que determina la urgencia de las rutinas.
Se que no es como poner el pie en un planeta desconocido,ni como descubrir los misterios del genoma humano, pero siento el placer de haber conquistado un lugar que creía perdido.
Aunque solo por una vez,he podido decidir,he elegido.