Ayer desempolve el equilibrio que me venía faltando desde quién sabe qué certidumbres.
Mi obstinado corazón
Sonó la alarma. Los árboles respondieron con su inmovilidad de parque. Quedaron encantados por un Marzo perverso que jugó a ser invierno en tus labios.
Ceiba, abrazaste tus nidos ya muertos...
Febrero, ya mi sombra adormecida empieza a despertar las inútiles renuncias.
Mis brazos
Encanto (glamour):
"... Significaba generalmente un mesmerismo o encantamiento lanzado sobre los sentidos, de modo que las cosas eran percibidas o no percibidas como el encantador deseaba. Los gitanos, las brujas y, sobre todo, las hadas, tenían ese poder..."
"... El ungüento de las hadas tenía la virtud de romper el poder del encanto, lo mismo que el trébol de cuatro hojas. En realidad, se decía que el ungüento estaba hecho de ramitas de trébol de cuatro hojas..."
Es por ello que cuando hablé con la niña de mis ojos, el cristal desapareció...