El pene, ese miembro que posiblemente sea el más feo del cuerpo humano después de los pies, pero que tanto placer porduce y que tantos nombres tiene. Polla, pito, cimbel... Pero sin duda, el que más gracia me hace es el de manubrio. No se por qué, pero cada vez que alguien dice esa palabra me hace gracia... Y muchos tíos le ponen un apodo cariñoso así, que desde aquí os invito a compartir conmigo todos los sinonimos o apelativos cariñosos de pene que conozcais, para hacer una recopilación que no servirá para nada útil, pero nunca se sabe, puede que aparezcamos en el Guines.
Escuchando: Ramstein "Adios"
Lola dice: Y ¿Qué vas a hacer?
Tirolesa dice: Pues nada ¿Qué quieres que haga?
Lola dice: No se, pero algo tendrás que hacer ¿No?
Tirolesa dice: Ya… pero no se qué hacer.
Lola dice: Pues tendrás que pensártelo bien, porque algo así no pasa todos los días.
Tirolesa dice: Buf, es que me da un poco de miedo.
Lola dice: El miedo siempre nos impide hacer las mejores cosas.
Tirolesa dice: Lo se, siempre me pasa igual.
Lola dice: Y ¿Por qué no empiezas pensando lo que podrías hacer? Sólo sería hacerlo mentalmente y una vez que lo tengas claro, te lanzas.
Tirolesa dice: Vale, a ver… podría… ¡Ya se! Ahora vengo.
Lola dice: Pero ¿Qué vas a hacer? No me dejes con esta intriga, mala mujer.
… 10 minutos después …
Tirolesa dice: Ya está, no ha sido tan complicado.
Lola dice: Y ¿Qué has hecho?
Tirolesa dice: Una batido de fresa, me ha salido bastante bien.
Lola dice: ¿Ves como no era tan difícil?
Tirolesa dice: Ya, era cuestión de leer las instrucciones, voy a llamar a Paquito para darle las gracias.
Lola dice: ¿Ves? Y luego la gente se enfada cuando le regalan electrodomésticos, con lo útiles que son.
Escuchando: Tahiti 80 "Yellow Buterfly" ^^
Era una de mis películas favoritas cuando era pequeña. Me encantaba el agua y quería ser Ariel, cuando iba a la playa hablaba con los peces, nadaba moviendo las dos piernas a la vez como si tuviera cola, coleccionaba piedras con forma de cosas como ella hacía con los objetos que encontraba y sólo salía cuando se me amorataban los labios y mi madre me sacaba de los pelos. Pero todo el encanto se rompió cuando me puse dos conchas por sujetador y descubrí lo incómodo que era.
A la mierda Walt Disney, por favor, que alguien le desenchufe el congelador.
Supongo que sonará tópico, pero me imagino que a todos nos resulta incomodo subir o bajar en el ascensor y coincidir con alguien. Saludas amablemente, preguntas a qué piso va, calcas al botón, empiezas a mirar hacia el techo, escoges la llave que vas a usar y mientras sigues mirando al techo, juegas con el llavero. El ascensor por fin se para, las puertas empiezan a abrirse y te pones nerviosa porque no sabes cuando decir "hasta luego" si mientras está saliendo o cuando ya ha salido.
Esos pocos segundos se hacen eternos, pero pensad en los que viven en la última planta de un rascacielos, creo que no podría aguantar tanta presión y hablar del tiempo es lo más lamentable que existe en este mundo. En fin, otro minúsculo problemilla de la vida cotidiana.
Ayer tuve un intenso debate sobre este tema y me gustaría saber más opiniones.
¿Creeis de buena educación el ponerse a la derecha de las escaleras mecánicas del metro, para que la gente pueda subir corriendo más deprisa por la izquierda? O por el contrario creeis que las escaleras mecánicas están para subir quieto, sin cansarte, porque para eso se han inventado, por lo tanto los que tienen prisa y suben corriendo para ahorrar tiempo y un poco de esfuerzo lo están haciendo mal. ¿Deberían los que tienen pisa subir por las escaleras normales corriendo si tanta prisa tienen?
Es muy simple.
Yo opino que cada uno puede subir como le de la gana, pero sin molestar a los demás, si yo subo tranquilamente quieta, mirando a las motas de polvo, me pongo a la derecha, para no obstaculizar el paso a la gente que tiene prisa y sube corriendo o caminando, porque cuando yo tengo prisa, no me gusta que nadie se me ponga delante. Espero haberme explicado bien, se que no tiene mucho sentido, pero es una cuestión de orgullo :P
Sales de clase a las 14:30, te diriges a tu casa y tu estómago comienza a rugir, los olores que salen de las casas agenas, te hacen salivar. Una riquísima fabada, unos filetes con patatas, unos huevos fritos... Llegas a casa y el mundo se te cae encima cuando te das cuenta de que tu madre ha preparado...
¡Coliflor!
Vale, ya se que hay muchas personas en el mundo que no tienen nada que comer, nótese el tono humorístico del post.