Esta frase se suele utilizar para decir que algo algo es fácil, comprensible... . Por sistema solemos relacionar la ciencia (números, cálculos, fórmulas...) con dificultad. Y vale, es difícil, pero no para todo el mundo. Y es que una cosa es que algo sea difícil y otra muy distinta, que no te guste. A mí por ejemplo me gusta dibujar, pero no se me da nada bien. Así que el temor a los números es como siempre cuestión de educación. Si se rompieran los mitos de que las matemáticas (que personalmente cuando las entendía me encantaban, aunque suspendía o aprobaba raspadilla), la física, la química... son asquerosas, puede que los alumnos se iniciasen a esas asignaturas de una manera más abierta y con más disposición. Es más, puede que si se rompiera el mito de que el cole es una mierda, los niños estarían más relajados, sin tener miedo de las oscuras historias que te cuentan cuando eres pequeño para que te portes bien y no des la lata.
Lógicamente parte del problema son los profesores, la mayoría no saben dar clase. Una clase de historia por ejemplo, ha de ser amena, divertida, en realidad la historia no es tan solemne y marrón (no se por qué la identifico con ese color) A mí siempre me aborreció hasta que llegué al instituto, tuve dos profesores que más que soltar el rollo te hacían viajar en el tiempo. Y si no te gustan los niños/adolescentes y no tienes paciencia... no te metas a profesor. Reconozco que los alumnos podemos llegar a ser muy cabrones, pero sinceramente cuando un profesor hace la clase interesante, no vuelan pelotas de papel, notitas ni se juega al ahorcado.
Hombre luego estan los casos de alumnos que insultan, desprecian e incluso pegan a los profesores, pero yo estoy hablando de personas normales, vamos con educación y sentido común, aunque sólo sea un poco.
Vivencias personal como ejemplo de que un profesor hijo puta te puede amargar la existencia:
Desde los 5 a los 10 años tuve una profesora de música que nos gritaba e incluso pegaba. Le teníamos mucho miedo y por su culpa odio el solfeo.
En 4º de la ESO tenía un profesor de inglés con el que misteriosamente siempre suspendía los examenes que al compararlos con uno de notable tenía menos fallos que éste. No conforme con hacerme la puñeta, a final de curso me dijo con una gran sonrisa en sus labios que había repetido porque el me había betado. Por suerte el inglés me sigue gustando.
Con esto último quiero decir que los profesores influyen no solo para bien y que a veces eso de que "me tiene manía" es verdad. En fin, gracias a Zeus mis años de estudiante han acabado auque sólo sea por el momento, pero bueno, lógicamente cuando eres mayor el trato del profesor al alumno cambia radicalmente. Buena suerte a todos los estudiantes con los exámenes que se avecinan o que ya están encima. Paciencia y buenas maneras.
Escrito por Tirolesa en tanga a las Mayo 7, 2004 04:26 PMA mí me pasó exactamente lo mismo con la literatura. En segundo tuve una profesora horrible y odié con todas mis fuerzas obras que ahora me encantan (San Juan de la Cruz, el Quijote...) por culpa de la incompetencia de una profesora. Falta vocación, y la escuela está muy mal pensada. Pero está la otra parte. Ahora parece que hay que hacerlo todo sin esfuerzo y eso no es así. Hay que esforzarse, pero el esfuerzo podría ser agradable si se enfocase correctamente. Y no se hace. Por cierto, nunca he estudiado ciencias, pero me encanta la divulgación científica.
¡¡¡REDES FOREVER!!!