Hace un par de noches tuve otro sueño de los de contar. Cuando me levanté lo escribí en una hoja suelta, luego me inserté en la vida activa y dejé la hojita por ahí. Creí haberla perdido, pero rebuscando un papelito con una dirección en mi cartera, apareció ese billete de autobús que utilicé como bloc de notas provisional, lo leí y recordé el sueño. Lo intentaré contar de la manera más coherente que pueda.
Había quedado con alguien, llegaba tarde así que salí de casa en pijama, convencida de que la gente normalmente lo hace, pero cuando ya estaba a mitad de camino me daba cuenta de que no era así y volvía a casa para cambiarme, de repente aparecía en un cine que no conozco, pero parecía el típico cine de pueblo, decorado a los años 60 con las butacas verdes, sólo había tres filas y yo me sentaba en la primera, después de un rato llega un señor, no recuerdo su aspecto, y empieza a hablar conmigo, me dice que las bombas no le dejan dormir, que a ver cuando acaba esta guerra para que pueda hacer vida normal. De repente suenan las sirenas antiaereas y todo el mundo se pone histérico, salimos corriendo del cine y al salir a la calle estoy yo sola, empiezo a caminar y noto que alguien me sigue, entonces me pongo a correr, cada vez más rápido y moviendo los brazos en círculo hacia delante. Al principio doy saltos para despegarme del suelo y al rato estoy volando, cogiendo cada vez más altura, pero al poco, empiezo a perder fuerza y aterrizo en un bosque. El señor que me seguía aparece delante de mí y cuando se acerca me pongo a gritar, pero no sale ni mu de mi voca (típico de los sueños) y después creo que me desperté, pero que alivio, fue un sueño muy agobiante.
Estos sueños no me gustan, me da la sensación al despertar, de no haber descansado. A ver qué pasa esta noche, espero que sea bueno o surrealista, que las pesadillas y sueños agobiantes son una mierda, me descolocan totalmente.
Escrito por Tirolesa en tanga a las Abril 11, 2004 11:35 PM