A Asturias
Verde cae la manzana
como los prados de la Mardabana,
que huelen a frío por la mañana,
cuando despiertan las montañas
que nos vieron nacer,
cuando está picada el agua
que a los botes va a mecer,
cuando toca el gaiteru
su alegre xiringüelu,
cuando lloro a mi Asturias
por estar lejos de allí
porque el azul y el amarillo forman parte de mi.