Me gusta el gore

11 de marzo de 2004

Dejemos de lado la política, los nacionalismos, el poder, el dinero, las desigualdades, los pasamontañas. Dejemos al ser humano cara a cara con el ser humano.
Sin nada más alrededor. Sólo entonces, preguntemos ¿por qué?
Quiero pensar que hay una razón, por injusta que sea, que justifique esta masacre, pero no existe. Han muerto casi 200 personas porque sí. No fue un accidente, no fue una epidemia, no fue un terremoto... No, fueron seres humanos aniquilando seres humanos. Y ya está, no hay más que decir. Pueden prometer seguridad, pueden prometer ayuda, pueden prometer un futuro mejor. Pero esto ya ha ocurrido y manda huevos que haya tenido que ocurrir para que reaccionemos, pero esa es la misma canción de todos los desastres, me refiero a que sólo cuando nos pasa rozando o nos toca, vemos el problema y eso no es justo.
En el mundo mueren miles de personas al día y eso tampoco es justo.
No hay que decir “Basta Ya” hay que decir ¿Por qué? Estoy harta de que se maquillen los sucesos, de que ocurran desgracias como la que ha ocurrido hoy en Madrid. Estoy cansada de ver como el mundo en el que vivimos camina hacia su propia destrucción. Tiene que haber alguna explicación, alguien lo tiene que estar haciendo mal. ¿Cuál es el foco del odio? ¿Y el de la desigualdad? ¿Y el de la manipulación?
Estoy cansada de vivir con miedo, de llevarme sustos, de que digamos que vivimos en democracia y no sea cierto, de que los políticos que se supone, son la voz del pueblo, utilicen los problemas del pueblo para ganar poder, en vez de solucionarlos.
Señor Aznar, Zapatero, Su majestad don Juan Carlos y demás personas de su alrededor ¿de qué le sirve a la familia de las víctimas que usted le diga lo mucho que siente que su padre, madre, hijo, jija, hermano, hermana, tío, tía.... haya muerto?
Lo que serviría de algo es que dejásemos de buscar el poder y la riqueza a toda costa y por encima de cualquier cosa y empezásemos a actuar para tener un mundo decente donde vivir, donde si coges el tren para ir a trabajar, no te explote una bomba, donde no haya que atacar países para tener petróleo más barato, donde se lleve a cabo el Tratado de Tokio, donde nadie pase hambre.
Si todas las personas tuviesen su trabajo, su casa y su plato de comida, te digo yo que no habría odios, envidias y violencia, porque no tendríamos de que quejarnos.

Ahora unas palabras hacia las personas responsables del atentado.
Me gustaría muchísimo saber qué es lo que se os pasa por la cabeza al ver en la televisión vuestra obra. Puede que la satisfacción de ver el resultado de un trabajo bien hecho, pero no creo... sería demasiado gore hasta para mí. Sólo espero que vuestra conciencia os esté comiendo por dentro, que no podáis dormir, que la gente os señale con el dedo, que os marquen de por vida, hasta que os metan en la cárcel, de donde espero que no salgáis nunca. De todas formas estoy bastante de acuerdo con lo que ha dicho Tanita, no os odio, simplemente me gustaría entender, saber.

Por último dar todo mi apoyo a la gente que lo está pasando tan mal, a los que como yo se sienten frustrados e impotentes, a los que han tenido el privilegio de poder ayudar y sobre todo a las víctimas y a sus familiares. No aceptéis excusas, pedid explicaciones y sobretodo no dejéis que os engañen, aunque eso es difícil. Hasta a mí me cuesta decidir a quién cree y últimamente en nadie.

11 de marzo de 2004