Febrero 14, 2004

Feliz San Tontín

Me llena de orgullo y satisfacción decir que hoy es el puto día de los...

Mariconadas a part, contemos la verdadera historia de San Valentín y no la mierda candente que nos quiere vender el Corte Inglés.


Era el siglo tercero y un tirano emperador romano había declarado
categóricamente que asociarse con cristianos era un crimen que sería
castigado con la muerte. El edicto de Claudio III era aun más puntual,
había que adorar a doce dioses y por si faltaba algo, prohibe además
casamiento mientras estuvieran en guerra, ningún joven debía contraer
nupcias porque primero tenía un deber militar ante Roma, y cuidado si
algún ministro religioso fuese sorprendido celebrando actos nupciales
porque su vida estaría en juego también.

Es como si durante esa época el amor fuese prohibido, ¿te imaginas un
edicto así hoy? En fin, quizá tu digas que sería mejor para muchos que
no se quieren casar y tomar compromisos, ¿verdad? Pero en esta época no era así, nadie podía andar de novio porque se jugaba la cabeza, no había parejas en los parques, no había música romántica, no había poesía ni piropos y hasta es muy posible que cupido estuviera encadenado por este emperador pomposo.

En medio de este cuadro conoceremos a Julia y Romero, ellos se habían
prometido amor hasta la muerte, sin embargo no podían consumar su pacto ante Dios porque sus vidas corrían peligro, de hecho que una vez fueron sorprendidos tomados de la mano por un soldado romano y los golpeo fuertemente amenazándolos con acusarlos ante el emperador.

Un buen día le llegan noticias a Romero que un clérigo cristiano podía
casarles en secreto, su nombre era Valentino, así que decidieron buscarle
y, en efecto, era un hombre que había dedicado sus ideales a Cristo y ni
siquiera las amenazas de muerte le impedían practicar su fe y servir a su
Dios. Valentino les casó en secreto y ellos consumaron su ilusión. Pronto
se corrió la noticia entre los enamorados y cada vez eran más las parejas
que venían a cumplir sus sueños de matrimonio frente a Valentino, quien
se convirtió en el amigo secreto de los enamorados.

Pero el rumor había llegado hasta la autoridad romana, y lo predecible
ocurrió, una noche mientras celebraba una boda, todo estaba planeado para sorprender a Valentino con las manos en la masa, era una trampa siniestra y lo arrestaron.

Mientras estaba en prisión, el carcelero que lo custodiaba se dio cuenta
que él era un hombre culto y de letras, así que le pidió si acaso podía darle lecciones a su hija Estefanía quien era una joven preciosa pero ciega desde su nacimiento. Valentino accedió y le leyó cuentos de historia romana, le enseñó aritmética y le habló del amor de Dios, que había enviado a su Hijo Jesucristo a morir por nosotros en la cruz. Ella vio el mundo a través de los ojos de Valentino.

Estefany le preguntó un día. -"¿Valentino, es verdad que Dios escucha
nuestras oraciones?"
-"Sí, mi niña. Él escucha todas y cada una de nuestra oraciones," -le
respondió Valentino.
-"¿Sabes lo que le pido a Dios cada noche y cada mañana? Yo oro para
poder ver. ¡Tengo grandes deseos de ver todo lo que me has contado!"

Valentino le contestó, -"Dios siempre hace lo mejor para nosotros, si
creemos en Él."
-"Oh, Valentino, yo si creo en Dios", dijo Estefanía con mucha intensidad.
"Yo creo."
Ella se arrodilló y apretó la mano de Valentino. Se sentaron juntos, cada
uno en oración. De pronto, una luz brillante iluminó la celda de la
prisión. Radiante, Estefanía exclamó, "Valentino, ¡puedo ver, puedo ver!"
"¡Gloria a Dios!" exclamó Valentino.

Después de un año en la cárcel, Valentino tenía una cita con la muerte y
la fecha señalada estaba cerca, la noche anterior a ella, le escribió una
última carta a Estefania pidiéndole que se mantuviera cerca de Dios y la
firmó "De Tu Valentino".

Fue ejecutado el día siguiente, 14 de febrero del año 270, cerca de una
puerta que más tarde fue llamada "Puerta de Valentino" para honrar su
memoria y, fue enterrado en lo que hoy es la iglesia de Práxedes en Roma.

Cuenta la leyenda que Estefania plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba. Hoy, el árbol de almendras es un símbolo de amor y amistad duraderos.
(Extraído de alguna página ñoña lavacerebros o a veces celebros)


Y después de este bonito rollo pasteloso, solo me queda desearos promiscuidad y alegría, el amor... pa quien lo quiera.

Escrito por Tirolesa en tanga a las Febrero 14, 2004 01:49 AM
Comentarios

Muy interesante, algo de cultura no viene mal, a veces nos dejamos llevar y al final ni sabemos porque el nombre, o como fue la historia.

Saludos.

Escrito por Nanni a las Febrero 14, 2004 08:09 AM
Escribir un comentario









Marca la casillita pa no tener que escribir siempre la info