captain's weblog

Brighton 64, regreso al pasado.

El otro día me dirigía conduciendo hacia una librería especializada en la que me habían conseguido un ejemplar de Blue Belle de Andrew Vachss, con mi hija como copiloto en plan R2D2 (no puedo dejar de pensar en ello cada vez que la subo al coche, porque viaja colocada en una silla especial que parece el asiento de un caza, toda acomodada ella, en el asiento de atrás, moviendo la cabeza de un lado a otro, y de vez en cuando emite sonidos incomprensibles y agudos).
Suelo llevar una selección de canciones en el CD, y en ese momento, por primera vez en mogollón de meses, sonaba la canción La casa de la bomba, de Brighton 64...
Subí el volumen de la música porque es un tema con mucho ritmo, muy pegadizo, y Natalia lo coreaba con ruiditos de droide, igual que hace con el "eh-eh-eh-eeeeeeeeh" del Don't you forget about me de Simple Minds...

Es un grupo de los ochenta (linkado a Matamala, el mod...), y por casa tengo un EP suyo. Ponían esa canción bastantes veces en el programa radiofónico La senda de los elefantes.
Pero hacía mucho que no la escuchaba.
MUCHÍSIMO TIEMPO.

Y justo cuando la canción llega a la mitad, ¡ZAS!, veo cerca del monumento a Colón, pegado en un pirulo, un cartel de un concierto de Brighton 64... Algo que no veía desde, ¿milnovecientosochentaypoco?
Cosas así te hacen pensar en que quizás sí exista un orden cósmico que rija las casualidades.

Por un momento, Natalia se convirtió en una mochila con llaveros de Garfield colgando, las cafas de sol en un casco y el Rover en una RD80 con una bandera japonesa en el carenado. Y un poco más allá, detrás del cartel, estaban Les Drassanes, el lugar cercano al puerto de BCN donde, durante los años ochenta se celebraba el Salón del Cómic de Barcelona (bueno, durante un espacio de tiempo, porque ha cambiado de localización varias veces).
¿Me estaba persiguiendo el pasado? ¿Era una señal como las de Mel Gibson y sus campos de trigo?

Dos días después, conduzco hacia la oficina y me encuentro con un cartel de Obús. ¡Obús! ¡Aaaaaargh, me llevé instintivamente la mano al pecho por si estaban allí colgadas mis chapas de Iron Maiden, Judas Priest y la de AC/DC con Angus tocando la guitarra y el mapa de Australia al fondo!
Pero no estaban allí. Estaban en una de las cajas del pasado, con los parches de la KISS ARMY.

¡¡¡Y esta mañana he visto colgado un cartel de TWISTED SISTER!!! ¡¡¡Todavía guardo el videoclip de I wanna rocken una cinta BETAMAX!!!

¿Serán 15 años de carrera que empiezan a afectarme? ¿Vuelven los ochenta de foma cíclica como en Sexo en Nueva York? Cielo santo, ¿volverán los Privata?