Antes me quedaba en casa, a las 7 de la mañana me tamboreteaban la cabeza para que tome un vaso enorme de jugo de naranja porque mi madre es una demente. A las 8 se prendían las aspiradoras, las lustradoras, la lavadora hacía peee peeee porque a Nora se le olvidaba siempre cerrar todas las puertas.
A las 9 sonaba el teléfono y me preguntaban si es que no iría a clase con Orrego. A las 9:01 yo colgaba.
A las 10 me bañaba y me quedaba en bata mirando televisión en el cuarto impecable de mi mamá, con las cortinas bien cerradas y otro vaso de jugo de naranja. A las 11 veía incansablemente re-runs de series anticuchas y a las 12 recién me cambiaba. A la 1 que llegaba mi mamá a almorzar yo ya no estaba. No iba a la universidad. Me iba a dar vueltas por ahí, me estacionaba donde sea y jugaba a llamar por teléfono y convencer a mis amigos que la educación de ciertas universidades es hasta el perno. A las 2 ya estaba acompañada y mi teoría de no ir a la universidad colapsaba. A las 2:30 ya estaba en la universidad. A las 5 cuando ya no había nada que hacer, ni cuadernos que fotocopiar, embalaba a mi casa y le daba besito a mi mamá, a las 6 cenaba hablando de lo trágico de mi día, de lo complicado de ciertas teorías. A las 7 ya estaba tranquila.
Antes era todo tan fácil.
Hoy me tengo que despertar tan temprano que cuando el jugo de naranja de las 7 está en mi cuarto, yo ya estoy en el carro. Hoy, salgo volando al trabajo y cuando termino debo ir corriendo a buscar sitio en cinco salones distintos.
Hoy debo hacer un espacio para almorzar con Katie, pasar tiempo con mi hermano, contarle mi suplicio diario a mi mamá y ver lost sin tener que caerme muerta del cansancio. Hoy tengo clases todo el maldito día y no dejo de contar las horas para que acabe el ciclo. Este 2005 me va a sacar de quicio.
Esto de la felicidad es una de esas sorpresas con ampliación en la fecha de caducidad, es una de esas listas de 300 páginas donde figuran todas tus actividades favoritas y las que no eran tus favoritas te están empezando a encantar: como comer toneladas de chifa, como tomar jarras y jarras de chicha, como jugarte la vida en unas maquinitas o hacer el amor en la tarde y descansar escuchando una entrevista a sarah jessica parker.
Todo esto simplemente para decir que no tengo nada qué decir... sigo ocupada siendo feliz.
A veces no sé si mi mamá lo sospecha, si se las huele y se hace la que no se da cuenta. A veces, cuando llega de la clínica y se sienta en la sala a hablar con ella de todo su día, de cada paciente, de todas las recetas, de las medicinas, de las pocas cosas que pueden compartir sin que yo me de cuenta, pienso que lo sabe y que piensa que no está tan mal si es que es con una chica como ella.
Ahora, hablando de planes para veranear fuera, dice que no estaría mal si es que me voy al mismo infierno, pero siempre y cuando sea acompañada por ella.
No cabe duda, era verdad cuando Katie decía que tenía incorporado el chip para encantarle a las mamás, que todas las mamás de sus ex la amaban, la adoraban, no querían dejarla.
La mía también cayó.
¡Qué emoción!
Yo y ella estamos en su cuarto encerradas, conversando, mirándonos, tomando coca cola light, poniendo el harto #14 que ahora se ha convertido en nuestro second soundtrack. Hablamos de Calamaro bisexual, de la parte de adelante, garganta profunda, un dulce colocón y ella dice no, no es bisexual, yo digo que es, que analice, que lea la ambiguedad de las letras, que vaya a buenos aires y que escuche lo que todos comentan, y ella no, no me cagues el cerebro, no. Y entonces hablamos de canciones, de partes de canciones, de call me morbid call me pale, de los pedazos que nos hacen sangrar, de christina que siempre nos hace llorar, de christina y sara que fue el amor de su vida hasta que desapareció sin que nadie se diera cuenta, del programa de radio que tengo grabado, de tú por mí, de alicia, de easy girl, german heart, de esas canciones que una genio le hace a la primera persona que más amó en el mundo y que resultó ser también la misma cara de la misma moneda, little princess in expensive shoes, perfect size, awful nice, unloaded.
Hablamos de cómo conoció a Lóriga, de lo mucho que me gustó Heroes con su "chica rubia con las uñas pintadas de rojo sangre" y de cómo lo presté y jamás me lo devolvieron, de cómo fui a tumbarle la puerta a la roba libros para que me regrese el mío y me encontré en el velorio de su papá muerto.
Hablamos del loro, de la pistola de mi hermano y el miedo que tengo de ir al cine sola porque sentirme abandonada es un espejo que siempre he tratado de romper con puñados de pop corn salado; hablamos de cualquier cosa. ella echada en la cama y yo arrodillada en la alfombra, ella riéndose y yo comiendo por primera vez orejitas de chancho con coca cola light. the perfect match. pensando que ese debería ser el verdadero sabor de la felicidad. nada más.
soy un asco de cursi, sí.
pero qué le voy a hacer...
así
soy
obscenamente
feliz.
that's it.
Ellas se entienden a la perfección, hablan sentadas a la mesa haciendo sobremesa, sobre películas, cronogramas de la sunat, anécdotas de su etapa laboral. Hablan, se ríen, sonríen, congenian y la pasan bien. Se caen bien.
Yo las escucho desde aquí, desde la esquina más lejana y también más cercana. Las oigo reir, rajar, volverse a reir. Conozco lo que van a decir, he vivido 19 años con una y he estado suficiente tiempo con la otra como saberme sus líneas y los gestos de concordia que debe estar poniendo. La una y la otra. Se llevan tan bien... y pienso si será igual cuando decida decirle a mi mamá la verdad. ¿La querrá igual? ¿Me querrá igual? ¿Lo entenderá?
Nada de respuestas a preguntas que no han nacido aún de nuestras bocas.
Nunca me había pasado...
jamás me he preocupado tanto por alguien ni me he angustiado. Y ayer ha sido como reconocer que soy parte de algo que empieza de a dos, y que no siento-vivo-respiro si es que no es de a dos.
Ella se fue a su casa después de 3 días 2 noches dando vueltas en mi cama y tuvo la genial idea de no llamar para avisar si llegó, si chocó, si se le estrelló un camión. Nada de nada, mucho tiempo detenido y yo mirando como corre el tiempo en el canal 68.
Entonces llamé y hablé con toda su familia, preocupé a su mamá, a todas las personas que pude encontrar en su casa porque ella no llegaba, después de 4 horas ella todavía no llegaba y yo sólo pensaba en que pudo pasarle algo, en que debí exigirle que se quede a mi lado o algo. Algo.
Me quedé escribiendo mails, suponiendo encuentros con sus abuelos, con alguna amiga que no ve hace tiempo y en ese lapso interminable me dí cuenta que en verdad la quiero. Nunca me había pasado querer dar la vida por alguien que no sea de mi sangre, nunca había sentido tanto vacío por no saber el paradero de nadie que no sea mi madre. Nunca no poder ver los simpsons por estar esperando que suene el teléfono en mi cuarto.
Al final ella llamó, se había ido de tiendas y después de saber que no le había pasado nada estuve preparada para masacrarla.
Mañana mismo tiene que arreglar el celular porque esta angustia no la paso más, ni yo ni su mamá.
mi vida, que ahora es su vida, se ha convertido en la mejor parte de todas esas historias que leíamos o veíamos en las pantallas de salas repletas de gente que come cosas raras mientras mira una película.
mi felicidad, que ahora es su felicidad, está tarrajeada en todas la paredes de mi casa, porque allí todos la aman y esperan ansiosos que llegue ese día de la semana en que aparece con faldas rosadas a tomar lonche y a jugar scrabble y a picarse porque indiscutiblemente yo soy la mejor jugadora que existe de scrabble.
podría escribir mil episodios, mil anécdotas, contar sobre la noche de hoy comiendo el pollo más horrible del pardo's chicken o cómo por primera vez en nuestra vida no le dejamos ni cincuenta céntimos de propina al mozo hijo de puta que nos atendió como si nos estuviera haciendo un favor.
podría contar que salimos o nos encerramos, que vemos películas a montones, que jugamos con mi mamá y mis primos, que nos tiramos al suelo a jugar con mi sobrina y que sin lugar a dudas todos en mi familia opinan que es de las mejores personas que pude traer a instalarse en nuestra rutina.
podría decir que estoy templada, que ya no pierdo el tiempo escribiendo lo que me pasa porque la verdad es que estoy demasiado ocupada sintiendo y viviendo todo esto que está sucediendo.
podría decir, podría decir, podría decir... y sin embargo mi abecedario se queda chico calibrando los posibles sinónimos para escribir simplemente que la quiero y que estoy hiper feliz por sentir esto que siento.
that's amore, en serio.
Lo rico de esta mañana no es que no haya sol en esta lima tan terrible, tampoco es que sea sábado y en un toque tenga que correr a casa de la vic a comer el mejor ají de gallina del planeta, lo rico no es oler el aroma de mil tortas ni mucho menos escribir en una computadora ajena escuchando la mejor canción de lucybell.
Lo rico es haber amanecido en tu cama y esta mañana perder una apuesta porque ya comprobé que es imposible jugar road rage en el play y dejar que me toques para desviar mi atención. La apuesta la ganaste tú y es la primera vez en mi vida que perder me resulta tan paja como vencer.
The end.
No quiero pensar, no puedo. Mejor procurar borrar esos putos recuerdos. Esta es la única manera de sobrevivir estos días. Lo único que queda en este día de mierda.
Ya no existen más excusas tontas para correr a buscarte o proponerte darme el alcance. Te quedaste con el disco y luego de besarme riquísimo me dijiste que no hacían falta excusas tontas para tocarte.
Y mi plan de quemar el #15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, veintiseis... se queda puesto en pause. A menos que me propongas nuevas recompensas y yo tenga para tí
c-u-a-t-r-o-c-i-e-n-t-a-s
c-i-n-c-u-en-t-a
m-i-l
excusas nuevas
para buscarte
y quedarme con el disco HARTO # 1545.
Mi mamá, que lo sospecha siempre todo, ayer no sospechó nada. Simplemente se dedicó a ser tan adorable como es siempre que hay gente y a escuchar todo lo que los demás tenían que decir. Sobretodo Katie, que habla y habla y entretiene mil veces con su vocecita de princesita engreída y te cuenta todo eso de lo que se entera cuando va al gimnasio a perfeccionarse las piernas.
Mi mamá, afanada con los chismes y la crema de aceituna, dejó de mirar por debajo de la mesa e inspeccionar las risas y las miradas bastante tranquilas que en medio de todas las tostadas que me comí le estuve mandando a ella. No hubo nervios, no hubo nada que no fuera sincero. Y al final, cuando ella se tuvo que marchar, mi mamá me confió que no le caía tan mal, que era inteligente, adorable, la niña más educada que pude traer jamás a la casa y como nos la habíamos pasado hablando de chicos lindos, la idea desafiante de estar con ella se quedó perdida en alguna parte de la conversa.
Y fue genial, las dos mujeres que más quiero en el mundo se conocieron más de lo que ya se conocían y el resultado fue positivo, al fin voy ganando 2 a 0 contra el destino.
Lo sabes, de regreso ha sido una ciudad completamente diferente, completamente distinta cuando la comparas pero nada extraña. Porque todo ha dado un giro inesperado y he terminado en un cine viendo dibujos animados cuando a mi nunca me interesaron los episodios dibujados, ni las tramas cómicas, ni una súper adolescente anorexicamente parecida a mi karen carpenter.
No me interesaba nada y ahora me interesa todo, tú más que nada y sobretodo. Tener por ejemplo ganas de volver a encontrarte en la mesa de un dunkin y morirme al verte de nuevo, siempre. Al verte y tenerte otra vez con un coolata de limón en las manos calientes.
Y la rutina se vuelve otra vez exquisita, y subir a un taxi es el acontecimiento del año, tan alucinante como dejar que me metas al baño de un bembos y me robes un beso. O caminar mil cuadras y ver libros caros que jamás compraríamos o memorizar menús de sitios nuevos en los que de hecho comeremos. Todo lo haces nuevo, todo lo conviertes en una experiencia que me desconfigura los esquemas y me resetea los recuerdos viejos. Me haces sentir y hacer cosas nuevas en bancas desiertas de parques oscuros y jamás me niego.
Me dibujas, me garabateas, me coloreas y yo me dejo.
Hoy estuve contigo, estuviste conmigo.
Había pasado tanto tiempo y hoy estuvimos.
Te dije que tenía tu disco pero me lo traje de nuevo. Porque que vengas a recogerlo ya se está convirtiendo en un vicio, igual que decir te quiero con una luciérnaga paseando en bicicleta y mirando más de la cuenta.
campeón
again!
rica forma de acabar el año, verdad?
me voy a chupar porque alianza lima acaba de campeonar!!!!!!
Debes irte bien lejos para darte cuenta de eso?
Nap, y hoy lo comprobamos. Después de unos primeros días haciendo lo que hacen todos los fucking turistas, hoy decidimos no salir porque ya se nos había acabado todo lo interesantemente bueno que hacer y simplemente pasear es como que latoso, así que preferí quedarme con Malú y Giana vegetando en la cama de mi tía Liliana y viendo tele hasta desnucarnos con las almohadas riquísimas que le ha recomendado el quiropráctico, comimos galletas hechas por mi vieja que se ha convertido de la noche a la mañana en el abuela perfecta y carajeamos más de lo normal a Luigui que está muy cabezón, enorme y no habla nada de castellano el muy alienado. Quemamos un dvd con un especial navideño de los Carpenters de la época del gorro y hablamos de lo flaca que era Karen, de lo feo que era Richard y de Natalia J. esa limeña lindísima que es ana o mía pero en bikini se ve perfecta la maldita.
Y así, minuto a minuto, almohadonaso tras almohadonaso. Llamada de Katie y de karla, un poco de mess con Oliver, mail baboso con el gil de Patricio, se me fue pasando la mañana, la tarde, la noche y se acabó la cena perucha más extraña jamás emulada. De todas formas rutina es rutina, pero esta, encerrada en una misma casa, con toooooooda la familia tropezando por las esquinas, es una tediosa sensación de tranquilidad y bienestar. Nada mal.
No sé qué es lo peor, que el mall más cercano esté lejísimos y no puedas llegar caminando o ir en carro y escuchar estas radios horrendas que sólo pasan música navideña o cantantes de country cantando canciones navideñas. Cero elección, cero propuestas. Mi tío Daniel no me deja manejar ningún carro, tan machista como siempre cree que las mujeres manejamos mal y ni siquiera la explicación sensata de haber sacado brevete en lima lo convence, porque manejar en lima es una odisea y aquí (en estas calles vacías y austeras) es un paseo en bicicleta. Pero no, no me dejan. Y estar esperando que Diego o Ernesto quieran llevarme (porque vivimos en el siglo XV y ellos sí son hombres con brevete) es lo peor de lo peor, porque no se mueven si la vecinita cutie que nos ha tocado no se mueve.
¡Dime si no es un asco!
Pero bueno, al mall fui a comprar regalos no tan caros y a pelearme porque no hay papel de regalo, sólo bolsas de mierda caras y horrendas. Música navideña escalofriante y papa noeles con duendes que cantan también tonaditas desesperantes.
Y lo peor de lo peor, no hay cowboys.
That's all.
Ahora, como no queda otra... Iremos a pasear un rato con la vecinita de al lado.
Chau.
Esto de ver familia que hace siglos no veías tiene sus privilegios y sus desventajas. Como estar en una ciudad completamente nueva y dejar que tu tío o tu tía favorita te pasee y te compré todas las huevadas que no te compró desde que se fue de Lima. O simplemente sacar cachita al resto porque desde que llegaste hay más ganas de empezar a juerguear o dormir hasta tarde o ni siquiera cambiarte y andar en pj por toda la casa. Aunque esa no es una ventaja, porque igual estoy en pijama porque acabo de abrir los ojos.
Pero también hay máaaas desventajas, porque no estar en tu casa ni dormir en tu cama siempre produce dolores de cabeza y harta pereza.
Aquí ya están todos, mis primas, mis primos, mis tíos y mis tías llegaron la semana pasada y joden cada vez que actúan como si estuvieran hiper familiarizados con la zona. Pero 10 días no es nada.
Pensar que estaré más de 2 semanas aquí ya me empieza a preocupar, aunque es en vano, porque de todas maneras no hay nada que pueda hacer al respecto. Sólo quiero que llegue la navidad, el año nuevo y comience enero, febrero, marzo, abril y lo demás que tenga que pasar, que pase ya. Es el primer año que no pasaremos navidad con mi hermano, y a mi mamá aún no se le ha desatado la depre total, pero supongo que es un tema que afrontaremos el 24. Nada más qué hacer.
Estoy a punto de salir de vacaciones, a punto. Y simplemente siento que no puedo más. Como que me pica todo el cuerpo cuando tengo que sentarme a leer o repasar y me dan punzadas en los muslos cuando empiezo a estudiar. Todo mi organismo confabula para zafar, para irme a hacer otra cosa, ver tele, oir música, jugar play o lo que sea menos estudiar.
3 exámenes y fin a este padecimiento. Fin a leer mil veces una línea mal fotocopiada con la peor letra del universo y tratar de descifrar lo que dice, fin a las promesas efímeras de ir el próximo ciclo a todas las clases para no estar pasando por esto.
Fin al fin pero ya siento que quiero patear el tablero. ¿Por qué? Tengo mucha ansiedad por las huevas que no me deja terminar el ciclo en paz. Y la verdad es que no quiero acabar mis examenes, no me quiero ir, me quiero quedar. Siempre me he preguntado por qué cuando las cosas marchan bien el destino o el ánimo me obliga a virar. Preguntas al azar, supongo.
He pasado el viernes con Katie, lo pasamos tranqui, en su casa, tiradas en su cama viendo tele. Mucha intimidad mental acompañada de comida tóxica y dosis extremas de coca cola light. Simplemente no quería salir, ni bailar, ni gritar. Era completamente diferente, la necesidad de quedarme y ver cómo actuamos sin tener que buscar excusas para decir que lo estamos pasando paja. Era simplemente estar y ser nosotras mismas, hablar las sandeces que hablamos siempre pero dismuinuyéndole los sinónimos, porque sabes que cuando una idiota quiere hacerse a la interesante puede hartar relatando una idea que puede expresarse con dos palabras. Te quiero. Punto y siguiente renglón. Muchas gracias.
Yo soy así, ella también. A veces habla y gesticula y pienso que hubiera sido tremenda vendedora de seguros. A veces me pasa a mi y ella dice que hago interesante y hasta poética una mentada de madre. Y nos reímos. Encajamos y nos burlamos.
No recuerdo qué vimos, pero sé de memoria de qué hablamos. Esas palabras y los mimos y claro, el concurso espectacular de eructos falsos. Luego me dormí, me destapé a media noche o ya de mañana y seguí durmiendo. Pensaba en que al día siguiente debía ir a pasar el día con Francisco, y barajaba posibilidades y mentiras fiables. Decir por ejemplo que estuve en casa de Mariana o de Karla (eso nunca falla) y después nada. Quedarme callada como siempre porque yo detesto dar explicaciones. Mi mamá no diría nada. A esta altura del año su espíritu navideño es tan extenso que neutraliza todos los impulsos y las sospechas negras. No jode, no agobia, te compra cosas. Por eso creo que Francisco y yo amábamos estas fechas. Al inicio, cuando descubrir que tu mamá es una espesa y mirar que con el paso de los meses va descendiendo, es lo máximo. Luego es rutina. Sólo descubres que en Enero del próximo año estará fregando con la misma intensidad de todos los principios de año. Y blah. Por ahora no me afecta, estoy tan extraña, tan rara. Nada me toca, nada me mata. Sólo respiro, sólo vivo y supongo que hasta el 17 estaré en paz conmigo. Es todo lo que necesito.
Estaba tan cansada, era casi normal, de esas noches que una pasa haciendo planes en la mesa del comedor porque es la que tiene más luz al alcance de la mano, y escribía, leía, subrayaba, era toda una universitaria y por allí mi mamá le decía a Olga que me preparara cafecito falso y unos palitos salados porque estudiar da hambre, saber que pasan las horas y no aprendes nada da mucha más hambre. La preocupación da hambre. Y yo en el comedor, con discman y rachmaninoff, canciones quemadas para mis sesiones de introspección, las horas sentada tratando de aprender teorias inconclusas y pensando en mi pequeña/diminuta manera de absorber las cosas.
Quería estar nadando en una piscina, ida y vuelta, casa de mi abuelita, con las luces verdes prendidas y rachmaninoff a todo volumen e inundandolo todo, sin pensar, mover brazos, pies y abrir la boca para respirar. Olvidarme de mi, de ti, de ellos, de todos, de la universidad. Pensar, simplemente que el año acaba, me iré a dallas (odio dallas) a ver a mi tía liliana y seguramente la quincena de enero estaré en melbourne de nuevo, persiguiendo a Marat Safin para que me firme la pelotita de tennis que le regalaré a Marco en febrero.
Y cuando regrese a mi sitio, pienso: Me seguirás queriendo?
Lo único certero es que es de noche, hay muchas separatas por resaltar y el café ya se va a acabar. Hay que estudiar. Cómo detesto que vengan a desconfigurarme los examenes finales!
Ya me desperté, me bañé, me puse decente y me toca irme de nuevo. Odio estas cosas. Que un día haya bautizo, que venga de todas partes del globo la parentela odiosa de mi cuñada y a partir del día siguiente todos digan "mañana almuerzo familiar en casa del tío Chacho", y yo pensando, quién mierda es el tío Chacho, y por qué alguien tiene un tío, un primo o lo que sea, al que le digan "Chacho". Y mi vieja por ahí, con cara de what?? pensando que no valió la pena dejar a su nietecita tantos meses sin bautizar sólo por esperar que llegue de España el tío Chacho, la tía Rosita y el tío Lalo desde Islandia o Finlandia o algo con landia, con toda su familia. Personas que jamás vimos, que no conocimos, y el huevón del chino Hector (primo de mi cuñada) preguntando todo el maldito bautizo cómo mierda se dice cachar en alemán y cómo se dice la chucha del gato en alemán, y como se dice andate a la reconchatumadre en alemán (esa sí se la dije, con mímica y todo y después ya no me habló más).
Hasta ahora me queda el sabor de los bocaditos, del vino y el almuerzo que no estuvo tan rico. Giana hermosísima sudando la gota gorda por cargar a la gorda y claro, Kike (tan lorna) con corte de pelo nuevo y sonriendo más de la cuenta en todas las tomas. Los padrinos menores de 25 años. Qué lindos.
Y por allí se quedó Malú con el Pipin, enamoradísimos como siempre. Mariana y Karla buscando chicos lindos para conversar. El Vito con su franela hablando estupideces con mi mamá, peleándose con Francisco porque Perú jamás irá al mundial. Y yo, por ahí, de la manito de Jessica dando la vuelta por milésima vez al jardín, diciendo "mucho gusto" en cada mesa en la que ella se detenía cuchocientas veces a decir "ésta es Paula, la hermanita de Francisco". Y ay qué linda, ahora preséntame a la madrina. Plop.
Oliver que es mi mejor amigo de todo el mundo me decía que soy una huevona porque me gustaba Charlie, decía "eres una huevona" y me hacía sentir realmente mal, cuando una tiene poca edad y tu mejor amigo te dice que el chico que te gusta es una cagada y un asco, no te queda otra que pensar que puede que tenga razón. No piensas "ah, recontra idiota, lo que tú quieres es que no me fije en Charlie para fijarme en ti, pero te cagaste porque ahora, ¡peor!, amaré a Charlie". No, una no piensa eso. Ni tampoco piensa "Bueno, Oliver, tienes razón, Charlie da asco, es feo, no vale nada, mi mamá me mata y mi papá se revuelca en su tumba si aparezco con Charlie de mi mano a cenar en casa de mi tía Liliana, así que te llevaré a ti porque eres lindo, algo cute, vas a estudiar en madrid, serás esposo fiel y como me amas mucho yo haré lo que me dé la gana con tu sueldo y no trabajaré y me compraré una land rover para llevar a nuestros hijos al colegio, e iré al gym a quemar la grasa que me saldrá por no hacer nada y en las noches me volveré frígida y sólo me calentará esa mocosa ricotona que mueve el rabo delante de mi en el gimnasio" Pero no, una no piensa tampoco eso.
Qué piensa una?
Una piensa "Odio a Oliver por decirme la verdad de lo que estoy mirando, pero ahora qué hago? Ya sé!" y simplemente lo mandas al carajo.
Después te olvidas de Charlie porque EVIDENTEMENTE fue, es y será un asco y sales con otro huevón que hace que tu mejor amigo se vea forzado a decirte nuevamente "qué huevona eres".
Ahora.
Oliver me ha dicho huevona 15 años consecutivos. Excepto una vez. Este año.
Recuerdas? Cuando eras mi enamorado.
No, ni siquiera esa.
Porque me dijiste huevona cuando terminamos.
O sea: phd en ser huevona, no? Por elegir lo peor y desechar lo mejor.
Puta, paula estás cagada.
Esta no soy yo
Qué demonios me pasa?
Ya sé, hoy también me levanté demasiado temprano.
Cuando todo estaba mejor que nunca, llegó Giana.
Habíamos estado toda la tarde dando vueltas en el carro, escuchando música a demasiado volumen y planeando viajes imaginarios. No hay nada mejor que cerrar los ojos y decir "me voy de viaje" y alucinar que a fin de mes cogeras las maletas y te largarás de este infierno, de tu infierno. Dijimos que sería muy paja caer en Tahití un toke, o anclar en Bali, tantas cosas buenas me han contado de Bali y su mar verde. Y ella decía que lo mejor era Europa y Francia y Bélgica, también Grecia. Y a mi me parecía tan poco legítimo querer perderte en un continente donde no hay indígenas vestidos con taparrabos, y jugar a ser Gilligan o algo más remoto y odioso que eso. MaryJane. La hija de un granjero. De un negro. De nadie. No deberle favores a nadie.
Y hablaba de mis ganas de irme a perder a una playa, de estar tumbada en la arena y no pensar en nada. Tan sólo quedarme callada hasta el punto de perder la noción del lenguaje y hacer una regresión hasta verme forzada a inventarme un nuevo lenguaje. Bautizar las cosas más inútiles con nombres extraños, raros. Ponerme "pistola" a mi corazón y "coraje" al miedo. Hacer un mundo donde no existan los horóscopos, ni libra, ni virgo, ni cancer.
Tan sólo estar yo y vacío, punto aparte.
Y todo era tan bonito, hablando estupideces fomentadas por la marihuana, y ella a mi lado mirándome así, pensado quizá que soy lo más lindo que en su perra vida pudo haber conocido, pero llegó a golpearnos las ventanas mi prima Giana y a mi todo el cuadro, de la nada, me causó bastantes nauseas.
Ahora, no hago nada más que aguantar el dolor de garganta.
Guaj.
Es bastante temprano para empezar cualquier cosa, o terminarla. Llegué al trabajo mucho antes de lo que el resto esperaba. Eso porque no fui a clases, me levanté tarde. 8 en punto y tarde. Me bañé docientas horas y me quemé la carne bronceada, porque aunque no lo crean y mi color no lo aparente, yo sentía que me ardía la espalda mucho antes de entrar a la ducha. Y me quemé más.
Aquí todo normal, dicen. Me cambiaron de máquina, ahora trabajo en una IBM que no conozco mucho y no tiene messenger, ni winamp, ni todos mis archivos de audio, ni mis textos, ni las fotos que me pasaban mis amigos, ni nada.
Eso es lo que más me ha dolido, perder súbitamente todo y no tener la chance de decir, "espera un poco que quiero salvar mi pasado".
Mi pasado, en pasado, es una serie de acontecimientos que a cualquiera le latearía y hacer resúmenes de lo que sentía es un poco complicado.
Desperté medio depre, se nota.
se huele
se siente.
Más tarde almorzaré con Katie. Y es que la playa a una no le termina de
eliminar ciertas manías o rutinas que a la larga lo descompaginan todo.
Supongo que hoy también, como siempre, me dirá que me quiere.
Hay mentiras que una siempre cree.
Ayer lo hicimos todo bien. Tapitas, chelitas, un frapucchino de mora para llevarle a mi vieja y listo.
Mucha gente en nuestra mesa y palabras que se perdían desde tu esquina hasta mi esquina, y en esa oportunidad de ir al baño nos encontramos. Beso para tí, beso para mí, y qué me estabas contando ¿?. Fue cool, you know? Porque no me pareciste tanto problema como para entrar a pelearte en todas las guerras, y pensé: Qué demonios me pasa contigo? (otra vez) Pero no hubieron respuestas y mi mamá tampoco estaba en la mesa esperando que le diga verdades que huele y no desea. Pensé nuevamente que tú y yo no tenemos absolutamente nada en común y que es increíble que me ocasiones esto y aquello. Y tú decías que ese día había sido el peor de tu vida y no te lo negué, porque a lo mejor era cierto, dijiste que necesitabas salir de allí, escapar y fumarte un pito, y no te lo reproché porque pensé que también era cierto. Y cuando todas las conversaciones acabaron me seguiste mirando, y antes -lo sabes- antes con ese contacto visual hubiera salido corriendo a prender el carro y te hubiera dicho que podíamos ir a buscar al Pike y comprarle 5 soles de skan y él que es tan lindo nos hubiera dado como 50 soles de hierba sólo por vernos darnos un beso. Pero, no. Dije que no tenía ganas y tú me preguntaste Qué me pasaba. Hay muchas maneras de mentirte, pero esta vez no lo hice. Te dije la verdad, estaba cansada, en enero me hacen otro chequeo y no quiero que me encuentren cannabinoides de nuevo, y dijiste que estaba cagada. Igual. Era de noche y miraflores me sofoca más de la cuenta con tanta gente enfrente. Alguien dijo a dónde vas? Y respondí que a mi casa. No a tu casa porque queda muy lejos, y Lino y Gustavo se subieron. Y te dije que chao con las llaves en la mano y me gustó mucho tu cruzada de brazos y tus ojos que me odiaban tanto. Y pensé "¿eso es amor?", pero me demoré en escuchar la respuesta porque white ape estaba sonando en un compacto que te regalé a ti el año pasado y supe que ciertas bandas sonoras sirven tanto para que te jodas tú, como para que me joda yo.
Y ayer en la noche te tocó joderte a ti, y a pesar de lo que pienses, no me da nada de pena.
Se fue a su casa...
y se llevó a Oliver ¿?
sin soga ni cabra.
qué gran cagada ¡!
Ella, que suele comportarse como si nada le importara, como si todo le resbalara. Apareció frente a mi carro en una luz roja y me pidió que la arrancara de su infierno, de las peleas, de sus padres que lo joden todo e interrogan más de la cuenta. Dijo que se quería ir cuando yo aún no sabía que el problema era serio y luego se puso a llorar.
Fue la primera vez, nunca la vi llorar antes y me enterneció tanto que también lloré. Porque después de todo conozco lo que se siente, querer irte, no encajar, nunca fitear. Ser una mancha negra en el record impecable de tus padres que tienen más de un motivo para increparte que no haces nada para seguir adelante con sus planes.
Yo lo sé, lo he vivido tantas veces que ya conozco el camino de ida, el de regreso y las pausas que hay que tomarse para comprenderlo todo.
Pero ella no tanto, para ella era el infierno y todos son malos, hablamos de todo eso que sentía, de lo que significaba estar perdidas y encontrar estos minutos un poco ambiguos y estimulantes. Saber que contigo la paso mostro, que te quiero como mierda, que me gustas un poco, que me despiertas ganas sucias de querer estar contigo todos los días. Hablamos de muchas cosas que no tienen que ver con nuestras vidas, porque cuando sucede que tienes demasiados problemas en la cabeza, lo más sensato es virar de tema.
Y luego... hay cosas que una no debería de contar, ni de sentir. Pero luego, Smiths. Ella cantando por primera vez y diciendo que ESA ERA SU CANCION,
todos los minutos eran sacar la cabeza por la ventana y suplicar, gritar, take me out tonigh y please don’t drop me home, because it’s not my home, it’s their home, and I’m welcome no more. O sea, se quedó a dormir conmigo.
Sería más justo que el día de tu cumpleaños no tuviéramos que venir a trabajar, verdad?
Ayer estuve despierta hasta las mil porque mi abuela, abril, andy, sean paul (no el hip hopero) y jackie llamaron para saludarme, y besito, feliz día y regalos que debo recoger algún día. Y estar hasta que casi amanezca en la cama de mi mamá hablando de cosas al azar, quedarme jato un rato hasta que llame mi hermano a las 7 de la madrugada a decirme de nuevo Feliz cumpleaños, y volar a la ducha, sacar el carro, de nuevo Grade y aquí en la oficina muchos regalos. MI jefe hoy me invitará a almorzar, Francisco y Katie dijeron lo mismo, ahora sólo me queda esperar. La gente a la salida me llevará a chupar, como siempre. Y yo ya me compré como 8 tioc tan, porque debo regresar sana y salva a mi casa, como siempre sólo a tragar, a tomar como loca con mis primos y como el año pasado quedarme hasta las 5 bien antojada de comer sólo medio cevichito.
Y qué chux, un 15 como hoy, a la 1pm nací yo. Hace 19 años, qué viejos estamos.
Ya lo sé, no tengo nada qué decir, ni media anécdota que contar, mi vida es monótona, triste, medio estúpida y ni siquiera tengo ganas de andar afanándome con un huevoncito de esos que aparecen siempre para regalarme discos, libros y cosas que creen que conservo. Soy mala, ya lo sé. Y no es que me interese tanto.
Acabo de regresar de un viaje de esos en los que sientes que puedes hacerlo absolutamente todo y guardarte los remordimientos. Nada ebria y muy despierta. Con la ropa sucia pero nada negra. A mi me gusta ponerme negra. Quemarme a más no poder, esperar que desaparezca lo transparente de mi piel, que se largue el rojo sangre y se calme el ardor. Conservar mi bronze, alucinar que ese es mi color y luego esconderme debajo de la cama cuando se me empiece a descascarar la piel. Y blanca de nuevo, otra vez la misma monotonía frente al espejo. Sin pecas nuevas en las tetas, sin ojos que combinen con mi palidez. Por eso no me gusta tanto el campo como la playa, porque el sol no me derrite si no estoy tumbada en floss sobre la arena -porque yo también odio las piedras-.
Y nada, nunca pasa nada. El fin de semana largo me lo pasé tomando, tragando y fumando. No marihuana. No ideas malignas gobernando mi vida. Sólo yo y algo de sol, aunque también Alexandra, Sofía, Leonor y un par de universitarios tomándonos fotos con esos celulares detestables e insistiendo en que la lógica del sol sólo funciona si es que nos quitábamos el top. Of course que no les funcionó.
Y bueno, fue una semana de esas, de las que no quieres saber más, como esas visitas a las que quieres despachar de una vez por todas sin necesidad de parecer empeñosa en caerles mal, de esa gente del diablo que llega a decirte Hijita qué flaca estás, seguro no estás comiendo bien, y lo innombrable cómo va, ¿ya no pastillas?, ¿remedios?, debe ser esa anemia, ¿y ese humor de perros? A lo mejor es que estás con la regla... y puras huevadas de esas, y una no entiende cómo pueden ser tan insoportables, cómo logran meterse con una cuando en realidad llegan a visitar a mi mamá. Y así, no poder zafar porque tu vieja te ha pedido que te quedes al té, al pastelito rico, y harto splenda porque esas arpías tampoco comen azúcar, y tú piensas que debería darles igual porque por nada del mundo van a bajar. Pero nada, callada, tragar y tragar, y no soportarlas, sonreír cuando cuentan de sus hijas horrorosas, con enamorados divinos, con carro heredado de un papá bien venido a menos. Entonces se ponen a rajar de aquella huevoncita que en el Santa Ursula no las pasaba, y bla bla bla, que su hija de veinte está esperando y más bla bla bla, y de pronto la más sapa me comenta que su hijito Armando está muy guapo y yo qué horror y qué asco!, pero la tía sigue, que está postulando y también tiene 18 años, y se ríe con mi mamá... te acuerdas cuándo planeábamos que nuestros hijos se iban a casar? Y risas, risas y yo guaj! pero sonrío, y entonces hablan de Francisco, qué pena que se haya casado, porque la hermana mayor de Armando hubiera sido perfecta para emparejar, y más bla bla bla. Entonces es puro tedio, ganas de ponerlas en MUTE y esperar que pase el tiempo, que se vayan, que se vaya la semana, esta invitada nunca esperada, toda depresiva y con ganas de joderme la vida. Y al fin se largan, otra vez es domingo en la noche y otra vez se respira paz en esta casa, paz en mi cabeza, tranquilidad en mi burbuja con sabor a frambuesa. Abro mis ventanas, me fumo sólo un cigarro, me lavo la boca cincuenta veces y corro a rajar con mi mamá de esos dinosaurios que resucitaron. Me río, dejo que me escarmene el pelo, que me diga cómo siente que me le parezco y ya son sólo las ganas de amanecer de nuevo, empezar el lunes desde cero, soportar las demás horas, así sean odiosas, latosas y harto chinchosas. Aguantar, soportar, mi consigna es nunca más llorar. O al menos alargar mi energía y mi alegría un par de semanas más.
Y bueno, los precios están en soles y yo cobré en dólares. Poco, mucho menos de lo que había planeado, y gasté más de lo que me había planificado.
A veces pienso que compro puras huevadas y al final ni me las pongo, aunque es divertido entrar y probarse todo lo que cuelga del closet y luego luego treparme en unos jeans viejos, un par de sandalias de taco y la blusa esa que tu mamá critica porque dice que es muy chica, y no comprende que es la única manera de resaltar las tetas.
Mamá y BigBro miran y censuran todo lo que visto, si me ajusta el culo, si enseño las pecas de aquí que no debería de enseñar, si parezco una piraña con esa polera tan grande y el blue jean arrastrando y asqueroso por abajo. Nada los satisface, y yo bastantes puntos suspensivos y uno aparte.
Calata a lo mejor ni digan nada. Saldría y correría cual demente y apuesto que nadie me perseguiría. Después de todo, aquí, en las esquinas, todo el mundo sigue, hace y opina, lo que la gran mayoría acepta, decreta o acribilla.
What a shame...
Estaba mirándome al espejo mucho rato y me pinté mal el ojo izquierdo, y de allí todo fue de peor en worst. Me dibujé la boca que siempre quise tener, las cejas que añoro, y quedé verdaderamente auténtica. Y dirán los más osados, ¿auténtica como un payaso? Y ciertamente sí, porque no hay nada más auténtico que las ganas de sentirme un saco lleno de hipocresía.
Bla. Demasiado mocacchino "sin splenda" en mi diminuta cabeza.
Empezó el finde, es juergues! y si quieren les invito una chela a los que me busquen con su disfráz de mantaraya.
He dormido sólo 3 horas, lo juro. Desde que pude cerrar los ojos a las 4 y pico de la mañana, hasta que el maldito celular sonó a las 7 en punto. Dijeron, ¿Paula? y yo... Parálisis mental, física y orgánica. En nada. Dijeron, Hoy prácticas, Hoy Grade, Hoy cevichón y 3 chelas más, Hoy sacar entradas para Perú Ja Ja, y mi hígado pensaba que No, que No, que No. Chelas No! Carlin y ese par de desconocidos en el teatro PEOR NO! como si fuera algo relevante en mi existencia, como si necesitara socializar más de la cuenta. No!
Y Despierta, Despierta. Cerebro Despierta. Pero algunas mañanas soy Pinky y no quiero pensar más de la cuenta. Algunas mañanas cierro todos los sentidos y ya me alucino que soy una quinceañera sin problemas, pensar que debo ir al colegio el lunes, que no he hecho 3 tareas, que no me están creciendo mucho las tetas. Pensar, pensar, pensar idioteces y nunca crecer ni preocuparme, sólo ser. Pero ahora no, es sábado y tengo que sumergirme en mi mundo de semi-adulta, con intereses de adulta, con responsabilidades de adulta, e ideas y acciones de niña incoherente.
Sólo tengo sueño, pereza, cansancio. No quisiera quejarme más de la vida, pero no me queda otra. Todo siempre es lo mismo, y apatía sobra en esta esquina.
Estoy con nauseas, y eso me lleva a colación que hoy (como otro ciento de veces) voy a prometer que nunca más en mi fucking vida vuelvo a tomar tequila.
Y bueno, empecé con mi vida. Clases, Grade, amigas por ver, regalos que entregar, chismes que escuchar y una que otra renegada porque sin pelearme con alguien no puedo estar tranquila con mi alma.
He decidido empezar muchas cosas de cero y darme tiempo para concluir todos esos proyectos que he dejado en stand by a lo largo del tiempo, y los otros que nunca he tenido el suficiente valor para comenzar. Las ganas y una seudo versatilidad son las únicas cosas buenas que me traje desde Oceanía.
Es curioso cómo todo lo vislumbro desde otra óptica y me parece que mi vida no es la pérdida de tiempo que siempre he creído que era. Es curioso cómo irte de ti, escaparte de todos, sirve en ciertas ocasiones para abrir la mente y darte cuenta que ciertas cosas que estás haciendo lo hacen más complicado de lo que es, porque vivir se había transformado en éste huracán que no me dejaba ni tiempo para respirar, cuando en realidad no era más que un vientito que había que disfrutar.
Y hoy estuve yo, Paula. Tranquila, con mucho frío porque Lima me juega la peor de las bromas con el clima, y también con mi gran sonrisa, porque creo que hoy sí empezó el resto de lo que me queda de vida.
Es el mismo tedio en todos lados, creo. Pero esto de estar lejos lo hace más llevadero en ciertas ocasiones. Por ejemplo hoy no, quién sabe por qué me he despertado con la sensación de querer encontrarme por la calle con alguien que me dijera en explícito castellano, que me regrese a mi casa. Pero esas cosas aquí no pasan. Será por eso que lo pienso, que lo deseo. Quién sabe.
No me aburro aquí, al menos no tanto. April hace lo posible cada vez que vengo y Andy igual. Mi abuela me presta por horas y algunas noches me saca hasta el Opera house a just egging y ni ella misma lo entiende.
El fin de semana conocí a Dean, yankee of course, ningún australiano que se respete se llama Dean y lo dice con tanta convicción. Está en Syd visitando amigos y en unas semanas se baja a Auckland. Cool for you, man.
A pesar de lo mal que me pueden caer los americanos, April me insinuó que por allí me podría hacer unos cuantos hickies con este chico demasiado alto y con ojos casi amarillos. Lo mejor de su anatomía, en sí. Y yo, no way!!!
Pero hemos ido al Bungalow 8 a comer y para su asombro me tragué toda la lista de tai food que encontré y le hablé de mil cosas y de mil caras y mil cuentos, traté de enseñarle castellano, alemán, y un poco de peruano, y él para no quedarse chico me enseñó just a little bit de bronx's talk, yo bro.
Y nada, caminar, manly beach, un café, la noche que cae encima y bueno, you talk, I talk, you kiss, I think. It's all about regrets, and nobody understands this shit.
Ya falta poco para que amanezca aquí y me tengo que ir a dormir.
...tal vez de escribir muy pocas, la semana de exámenes siempre saca lo peor de mi, mis más largos miedos, mis extrañas tentaciones de pasar horas y horas frente a un televisor y recién cuando dan las 3 de la mañana pretender leer algo para mi examen de las 7, cuando el cerebro está adormecido, los ojos reventados y las ganas chorreando por los costados de la cama. Irresponsabilidad de irresponsabilidades.
Como darme cuenta que estoy más enferma de lo que hubiera creído, pálida, too much flaca, y con la vida hecha un cuadro indescifrable pintado por nenes en plena clase de fingerpaint.
Todo es un asco, debo reconocer. Siempre he sido la más pesimista pero hoy no hay nada qué hacer. Esto se va por el water y no me queda más que ver cómo el agua gira siempre para la izquierda antes de pasar al desagüe.
Glup Glup, la culpa de todo la tengo yo, por simplona, por ociosa, por andar pensando que se puede cuando en realidad no se puede.
Detesto los días after holidays. Sobre todo si son un Martes en que me demoro como diosa peinándose en el paraíso, para despertar Miercóles con todas mis verrugas en su lugar y quemándome en el mismo averno.
Que venga alguien a apagar el puto fuego.
Qué rápido se me pasa el tiempo, cierro los ojos, pienso en negro, hago un alto y PUM! junio acabó.
Empieza la carrera de nuevo, exámenes, cuadernos en hojas de fotocopias porque yo en clase nunca tomo notas, calculadoras para sacar promedios, y tus amigos diciendo Mierda, necesito un 17 pasar con 11 y seguir adentro. Cosa difícil, porque a veces los milagros no caen del cielo.
Estaba pensando en que la suerte se me va a acabando. Desde que empecé a darme cuenta que nada me interesa, ya no hago el menor esfuerzo para conseguir lo que antes conseguía sólo pidiendo.
Seamos sinceros. Yo he deseado cien mil veces que todo me salga bien, y por magia o por maldad, todo lo que hacía me salía a cien. Como ingresar a estas universidades sin sentir temor, porque no siempre las primeras veces tienen que ser traumáticas. Conseguir prácticas, dinero antes de lo esperado y un buen carro. Todo era cuestión de pedir y cerrar los ojos para que el mundo se distribuya y funcione para mi. Pero...
¿Hasta qué punto te puede durar la suerte? El año pasado, cuando estuve mal, pensaba que todo había sido un premio consuelo. Como jugar a la ruleta rusa y que los productores se pongan de acuerdo para que tus cinco primeros disparos sean un mero susto y percuten sin hacer BOOM! después de todo en 3 segundos, 3 minutos, 3 años, tú aquí ya no vas a estar y qué nos cuesta hacerte creer que en la vida tuviste suerte. Programas concursos van, ridículas existencias vienen... Algo como eso, pero un poco más complejo.
Pero el hecho es que la suerte a mi me ha empezado a cambiar, como el clima que ya se empieza a encausar y te hiela más que antes porque sabes que junio se va y el invierno viene. Académicamente nunca me ha ido tan mal, mis 8 profesores me detestan y lo peor es que no sirvo para pedir favores. Y si digo desearía... alguien más me saldrá al frente a decir Por qué a ti te tendrían que oír si nunca fuiste de las que agradecía al azar por tu manojo de cartas llenas de AS.
Grrrrrrr, odio ponerme en este mismo plan. Trazar salidas, buscar soluciones para después estar en ascuas y esperar que el final sea como ese que siempre quise pero que en realidad no deseé.
Más complicada que nunca, mejor me pierdo y me entierro sola.
Al principio me quería ir a Berlin, la última vez que fui era muy chica como para aprovecharlo y traerme recuerdos que valgan la pena. Vamos! estar todo el día de la mano de mamá no es precisamente el recuerdo de Alemania que quisieras guardar.
Pero ya, fue, pasaron 6 años y pensé, sería bueno irme a Berlin un toquecín, pasear, llegar a Franckfurt, dormir, morir de frío, visitar a mis tíos y estar tranquilita en un sitio donde puedo mentarle la reconcha su madre a todo el mundo y que no se den cuenta. Cool.
Pero hablando en serio está muy lejos y a estas alturas soy medio maricona para la aventura. No sé qué me pasa, debe ser el síndrome del invierno. Pero no tengo armadura ni espada ni mucho menos soy del vuelo de Xena como para mandarme a pelear cual machona con todo hombre que me caiga encima. Así que 28 en Lima o Julio en Sydney, como antes. Abuelita, Norfolk Street y Paddington a la vista. No hay mucho que decidir. Las cartas y el pasaporte está echados sobre la mesa y para hacerlo interesante Buenos Aires. Nunca he estado en Argentina. Estrenaré muchas cosas estas fiestas patrias. Y dirán ustedes por qué me adelanto más de un mes? Pues es que no hay nada más que hacer.
Ayer iba a ser de lo peor. Depre y super depre, hasta que suena el fono y de la nada te lanza 3 planes fugaces para perderte. Y al lado la madre escuchando mientras tú haces planes y piensas "ahora ni cagando me deja salir". Pero hice el intento, colgué y le dije como quien no le interesa la cosa, porque esa es la lógica con lo padres, si te mueres por ir, no te dejan, si no te interesa, hasta te echan una anema bendición.
Le dije "¿Puedo salir con Gian a dar unas vueltas por Miraflores?" (donde todo ya murió hace años, pero igual, para las madres no hay tanta perdición como mencionar Barranco).
Mi mamita muy buena gente me miró, me preguntó que qué cosa iba a hacer yo y mi mirada trató de no responderle.
"A tomar???"
"Claro que no, mamá ! ! ! Acaso no me conoces???" (mala eleccion de palabras, sin duda la señora me conoce). Entonces alzo la ceja izquierda y dijo con su voz característica de lider espiritual de la tribu más leal de estos lares, "No me hagas empezar, Paula", y claro que no la haría empezar.
Pero... "Es Gian, mamá" Era Gian !!!!!
Así que aceptó y me dio mi besito para que me vaya a bañar y me dijo que me daría platita y todo y cuando estaba subiendo las escaleras. DOS, TRES, CUATRO, abrió la boca y supe en ese momento que ella nunca perdería:
"Si sales hoy, no sales mañana" Y POR LA GRAN PUTA ! ! !
Hoy, mañana, pasado mañana, no puedo estar encerrada en esa casa. Pero para los padres es simple establecer que de tu cuarto no sales.
Me puse a pensar... un pequeño trago con mi ex no creo que pudiera esperar, después de todo es Gian. Mi Gian, mi ex Gian. Para todos y para todo, uno de mis mejores amigos quería hacer las paces conmigo. Era una oportunidad genial para estrenar a la Paula que él siempre quiso que sea, pero que desgraciadamente no podrá tener. Así quiera, así no quiera.
Mi ex Gian y yo celebramos al final mis 100 post y me dijo que para variar sigo estando apocalípticamente bien.
Sin headache, sin nauseas, sin ganas de chupar una naranja heladita y esperar que te choque al higado para ayudarte a vomitar. Nada, absolutamente nada. Estoy sanita y se siente de la gran flauta.
Ayer llovió, me lateó la noche porque el frío me destroza las ganas y por eso no quise tomar demasiado. Estuve siguiendo el consejo número mil de mi mamá: tomar poquito, manejar despacito, portarme bonito. Y resultó ser bueno. Lo de tomar... pues... no estaba en ese ánimo, pero me divertí igual. En la más tranqui con la gente de siempre, hablando, bailando no-sudando y celebrando que estamos vivos, que tenemos menos de 20 y que la vivimos, como muchos dicen, la vivimos y eso es suficiente.
Llegué a mi casa a las 2 y pico, no? Si, más o merca a esa hora. Y lo que les haya pasado a los demás, lo desconozco, no he hecho las averiguaciones correspondientes pero me imagino que debe ser atroz, porque si yo estaba en la más responsable, ellos se absorbieron la cuota de irresponsabilidad que yo desechaba y pedían a crédito mucho más de lo que podían afrontar. Así de mal.
Yo no. Yo zafé, viré y me sentí bastante bien.
Y bueno, hoy... nada de nada, fuí a comprar helados con mi primo, y en mi casa con un culo de gente hasta las huevas esperando que venga Venezuela... y por ahí yo también, quedándome jato en un sofá. Soñando lo que demonios sea que me haga estar en paz y nada más.
Más tarde será otra historia. Lo sé, pero por ahora estoy tranqui, no me quejo, tomé la decisión correcta cuando me quité ayer.
Eso de andar emborrachándome no debería ser mi bandera. ¿Será que estoy madurando?
Auch, qué raro.
Al menos ahora lo más concreto fueron los helados con Miki... Demasiado tierno para ser real.
Supongo que desde hoy mi mejor amigo vuelve a tener 4 añitos de sabiduría. Y no me queda otra que pasar el domingo abrazada escuchando sus ricos consejos.
Qué tierno.
Guaj.
Siempre he tenido debilidad por las chicas lindas.
¿Será por eso que siempre me miro al espejo?
Jaaaaaaa, no no, es una ligera broma.
En fin, pero lo primero es verdad, la debilidad por las chicas lindas.
Y lo de mirarme al espejo no tanto, no es tan necesario, es que yo siempre ando perfecta por todos lados.
Jaaaaaaa, segunda broma.
Pero hablando en serio... las chicas lindas... me enternecen, me achicopalan. Como tiene que ser, no?
Presiento que una de ellas será mi hija cuando yo tenga una hija. Cosas raras que me pasan por la cabeza. Y luego a buscar un papá con iguales rasgos y alucinar un futuro. El que sea, futuro es futuro y a veces hay ideas que a una la ayudan a pasar minutos tediosos en plena oficina.
Pero la fantasía no funcionaría, no existiría, sin las chicas lindas.
Supongo que aún soy víctima de un subconsciente superficial... pero eso... está del todo mal?
Todo esto vino a colación porque saqué a Mischa Barton del skin de mi blog. Se fue el naranja y se fue mi fijación maternal con una mocosa bien perfecta.
¿Y ahora? Espero que La Novia satisfaga todas las expectativas. Después de todo, Uma de lejitos se ve soberbiamente bien.
Me duele la mitra, el cerebro, las fibras nerviosas que hacen que todo mi yo funcione.
He dormido muy poco y tengo la peor cara del universo. Se siente extraño ser ésta tipa medio blue que ya ni siquiera se larga a reir cuando una de sus amigas se cae al suelo por puro bruta que es en pleno Friday's. Ya ni eso. Así que estoy de bajón entero.
Pero hoy iré a chupar con Mariana y Karla, nos encontramos para almorzar y cuando me vieron no lo pudieron creer. Muchas ojeras, demasiado pálida y un humor de los mil demonios.
La consigna era que no podía seguir siendo esto, y ellas harían algo al respecto.
Entonces hoy me toca dosis extra de desahuevina y a lo mejor estar un buen rato con ellas me termina de acomodar, como siempre lo han hecho, como antes, como tiene que ser.
Supongo que cuando uno tiene mucho menos ganas de salir, es cuando el resto te comienza a insistir.
Y hoy fueron ellas, gracias a dios.
Igual no estaba de humor para mandar a la mierda a las dos amigas que más me interesan.
(Eso sí, lo bueno es que hoy yo no la pongo porque estoy depre y mi bolsillo se resiente.
Díganme si al menos no es algo bueno?)
Estoy en otra nota, pasadita pasadita y muriendo de frío. Pero eso despúes lo detallo.
No he pisado la universidad hoy porque me dio flojera y sobre todo asco.
Salí a buscar al Gordo bien temprano y lo encontré encerrado en su closet (qué novedad). Lo secuestré para ir en busca de algo mejor que hacer (para mi, porque los días de él son una recopilación de sotería pre-histórica que mata, lo mata, nos mata. Giu!).
Después de dar vueltas como tarados en mi apestoso carro, aterrizamos en la casa del Negust y estuvimos de reviente cargando unos lucky strike, para que en un futurito bien cercano nadie note que estamos haciendo algo recontra malo.
Qué mal, Plin, Qué mal.
Un huevón que estaba mirando súper clavado, me empezó a gilear (se alucinaba el bueno, vaya huevón: estaba más feo que el hambre y parecía apristón) pero como estuve de trash toda la mañana no le dije nada que lo ofendiera; porque en realidad estaba ameno su afán, hablando huevadas y sacando a relucir sus viles dotes de mal marimbero (-1 en la regla evolutiva de mi amiga Elizabeth).
Y de pronto la pregunta del millón de dolares "Y dime a tí ¿cómo te gustan los hombres?"
Jaaaa, yo también me revolqué de la risa, y para cortar de lleno con el tedio le di mi respuesta más honesta "Me gustan súper cueros". El pobre la vio difícil frente al espejo. Quiso ganar terreno y me regaló un disco de Gilberto Gil (lo mejor de mi día hasta ahora), me invitó una pita de skan y por más que quise ser buena gente, no pude dejar de actuar como una basura. Bromas van, bromas vienen.
Al final lo mandé a la misma mierda.
Cansada de atorrantes que no saben como afanar a un chica decente, el mundo no dejará de ser este hoyo donde hoy relleno mi tiempo leyendo blogs ajenos.
Hoy tuve el día de las discusiones, ni bien abrí el ojo, ya tenía a mi mamá vociferando estupideces en mi oreja. Quién sabe qué demonios le habría molestado, a mi antes de las 8 nadie me puede dirigir la palabra porque no existo, mi cerebro no funciona, no se conecta, y por lo tanto no comprendo el castellano, ni el inglés, ni mucho menos el marciano, así que quién sabe.
Mi segunda discusión del día fue con mi absurda e insulsa (y adorada) Malú porque está con la regla. De un genio de la gran puta y para estupideces ya tengo suficiente con las mías. Soooooo...
¿Y en la casa de mi hermano? me fue digamos que bien, me la pasé todo el día cargando a mi Paulita y dejé que me agarre a cabezasos, que me vomite un poquito y que me sonría con esos hoyitos en sus cachetes que me matan, me matan y me hacen estremecer. Todo bien. Quiero y me sentí bastante a gusto. Y luego llegó mi mamá. Recriminación va, recriminación viene y a cargar el peso de no tener a dónde escaparme. Hasta que regresamos temprano. Carro en silencio y muchas, demasiadas luces rojas en todo el camino de regreso.
Para las 9 de la noche ya no tenía ganas de sufrirla más y quise virar, pero estabamos ya en la casa y ya sólo me quedaba darle un beso y subir a mi cuarto a dormir. Una tregua es una tregua.
E intentar dormir mirando las paredes rojas de siempre es cosa imposible cuando se está de rebote. Quién demonios sabe por qué. Mañana ojalá que esté mejor.
Supongo que hoy me tocó el 8, Kiko.
Hoy a pesar de todos los encontrones que tendré en el día, me siento bien. Aún no me baño, aún no me despierto completamente y me siento estupendamente bien.
Me gusta estar ociosa y revolverme en las sábanas de mi cama y esperar que pasen las horas.
Sentir lejos la responsabilidad y tan sólo vivir. Allí, con los brazos cruzados y esperar que lo que tenga que pasar, pase. Y lo que tenga que venir, llegue.
Me siento bien conmigo misma, extrema y genuina.
Hoy saldré por las calles y jugaré a saludar a todo el mundo. Jugaré a ser amable y a que la vida vale.
Me siento demasiado bien.
Lo sé.
Nada más me importa esta vez.
Hoy cumplen años mis primos gemelos heterogéneos. 23 uf cómo pasa el tiempo, uf cómo los quiero...
Todavía persiste el tedio, pero a una no se le quita quedándose en su cama todo el día. Y por eso me levanté y corrí, escupí y gocé. Y la suma de todos mis miedos dió como resultado algo bueno.
Salí con Oliver y Karla. Simples ganas de querer distraerme y ponerme las ganas donde corresponde. Me lo pasé bien. Estoy aprendiendo a querer y confiar y necesitar como tiene que ser y a la vez sé que el hecho de estar con buenos amigos a una la ayuda a darse cuenta de las cosas importantes de la vida. Por el momento en la mía la amistad es lo que prima. Me levanta, me separa lo podrido de lo saludable y me devuelve las ganas de querer hacer de mis horas algo respetable. Para mi como para los que vienen y las absorven. Eso es bueno, cierto? Me ayuda un resto sentirme tan querida y añorada. No es cuestión de ego, no se trata de eso. Son simples ganas de significar más en la vida de mi comunidad. Friends, Lovers, Brothers, Mothers, qué chucha incluso Mother fuckers. Todo es bueno cuando se está en la esquina menos neutral del ring y Muhamed Alí te espera al centro para meteterte un buen porrazo. Si fuera posible sola, yo de eso paso. Pero tampoco es tan grave que levante la mano y exija algún cambio.
things will change, things will change... I have to wait.
Pd: Thanx critic eye, next, ricardo, reinaC e Ineiah - estuve frente al sunset, no sola, pero fue un buen comienzo, y definitivamente un gran consejo.
Hoy Oliver estuvo todo el día hablándome con demasiada vehemencia, sobre su proyecto para su futura tesis de grado. Estuvo echado en mis piernas mientras yo lo miraba desde muy arriba y procuraba grabarme sus poquitísimas imperfecciones en la cabeza. Creo que fue la primera vez que no le tomé demasiada atención. Porque la Eutanasia o suicidio asistido no es cosa que me quite el sueño, ni Dworkin, ni el doctor Kervorkian.
Todo eso y conceptos de Eugenesia, encarnizamiento terapéutico y más vejaciones medicas me las explicó con una pasión aterradora.
Cuando cesó, después de extender su plática hacia Soros y Holanda, me preguntó si me parecía interesante. Supongo que la respuesta debía ser igual a la que él me dio cuando le empecé a contar del pluralismo cultural y la etnicidad sosegada de Colahuyo, así que le respondí exactamente lo mismo, "Hoy te ves demasiado bien, simpática".
Me reí y él se quedó con la cara de devastación más próxima al suicidio que jamás he visto. No se enojó, porque Oliver nunca se enoja conmigo, sólo se dio cuenta que su vida y la mía no tienen nada que ver en estos segundos.
Luego me puse a pensar, si llegásemos a estar juntos... en unos años, cuando él sea un estupendo abogado y yo la misma loca antropóloga que no hace caso, mis teorías sociales y sus códigos civiles podrían fusionarse para obtener la fórmula perfecta de la felicidad, después de todo no hay tanto abismo entre sus metas y las mías.
¿Y entonces por qué se me hace tan difícil argumentarme a su lado?
Oliver me invitó al cine, llamó, preguntó qué diablos tenía que hacer, dijo las palabras mágicas.
Y sucedió.
Kill Bill vol.2 y él a mi costado para empezarlo todo. Buena noche.
Uma en blanco y negro siempre hace un buen comienzo. Como la música adecuada hace que las sensaciones más extrañas te circulen las venas y la ilación de ideas consiga que comprendas por qué pasan ciertas cosas. Como estar en el lugar indicado después de estar rondando demasiado.
Yo sola me entiendo.
La peli... Es curioso cómo las películas con Uma Thurman me dejan últimamente pensando en algo más que bandas sonoras y viejos zoom in de artes marciales. Deep quite.
Chévere Tarantino, Pei Mei y por supuesto Elle Driver hasta antes de quedarse plenamente en la oscuridad.
Demasiado cool.
Quedarse hasta que terminen de pasar todos los créditos y ganarte con escenas del detrás de cámara fue satisfactorio.
Oliver después de todo resultó ser la pareja ideal para un juergues cinemero, y after el vodka tonic en el friday's cada uno se tuvo que ir por rutas diferentes, carros diferentes, destinos desiguales que parece no se conjugan. O a lo mejor... de todas formas, ésta madru-noche tuvo un exquisito final, y bang bang... my baby have to stay arround.
Lima es el mismo infierno después de todo. Cerca, lejos, desde todas las perspectivas... hay cosas que no mejoran, y existen aquellas que sirven para darme cuenta, después de tanto, que mi vida no es el desastre que supuse cuando me fui.
Estar lejos es el remedio, al menos para mi. Extraviarme tres, seis, mil días consecutivos para encontrar una sola respuesta a todas las interrogantes. Como tomar fuerzas de calles desconocidas y comprender que a veces, entre tanta gente (olas de desconocidos, vírgenes y crucifijos), estar sola, es la mejor compañía.
Y definirse, saberse una, es lo que cuenta después de todo, después de todos.
Me siento bien.
Hoy después de una tarde múltiple, en mi infierno de siempre, las cosas van y mejoran.
That's really good, dont you think?
By the way: Today is my big bro b-day!
Me voy al sur, bien al sur. Bastante lejitos de los problemas y los pedidos y las recriminaciones. De paso que visito amigos y me cercioro de que el mundo funciona bien y gira siempre para la derecha desde todos los ángulos. O al menos desde otras percepciones.
Todo es barato en el sur, y si nos queda gasolina en el carro, a lo mejor seguimos la ruta quetzal y acabamos en algún pueblito tomando fotos divertidas como el año pasado en Ayacucho. Demasiado alcohol, mucho humo y nada de sexo, porque en semana santa no se tira, al menos eso. ¿No?
Como ando con la cabeza perdida, unos días lejos de esta ciudad, a lo mejor y me tranquilizan. Regreso con más ganas, más visión, o más lo que sea. Siempre es bueno tratar de encontrarse y eso pienso hacer. Llevo mapa y una descripción bastante exacta de lo que busco. Niña de 18, ojos tercos y sonrisas contenidas. Muy difícil, pero haré el intento.
Si hay espacio y dedos, les dateo.
¿Y ustedes, qué planes?
No sé, pero me siento rara. Feliz, como que encajo conmigo misma, ¿eso es bueno?
Sabadrogs y muchas cosas por hacer, salí a dar unas vueltas con Jairo y su enamorada, siempre creí que ser la violinista es una de las peores cosas por hacer un sabado por la noche. Pero estaba contenta, y no quería salir con nadie que después se identificase mucho conmigo y sacara conclusiones raras sólo porque compartimos una jarra de cerveza.
Ya saben, que se pasen ideas no siempre es bueno. La ilusión que una deja crearse en la cabeza de otro no siempre coordina con nuestras ideas.
Yo te quiero, yo tampoco. Ese es el problema.
Guillermo me llamó súper ebrio a las 2 de la mañana y como siempre terminamos peleando, yo apagando mi celular y él seguramente pateando las paredes de las calles por donde andaba perdido. Fatal es.
Fue una noche rara, lo acepto, pero a pesar de eso, de sus palabras en mi oido, de las anécdotas de la chica nueva de uno de mis mejores amigos, y el tedio de estar entre tantos y no pertenecerle a nadie. Me sentí demasiado bien. Paula de la mano de Paula y pensando únicamente en Paula. Encaja. Suena estúpido, pero algunas horas ya me tenía que tocar ser egoista, como la hija única que estoy aprendiendo a ser.
Como la mujercita que hay que forjarse dentro, porque no siempre una va a pasarse las noches arrasada en llanto pensando en la fatalidad de saber que no hemos nacido para esto.
Quiero leer algo de Malú Urriola. Urgente.
Hice lo que tenía que hacer, desligarme de todo, sacar las ganas del fondo de mi mochila, clavarme una sonrisa, ponerme linda y salir. Y a las 10 de la noche estuve en casa de Karla, un par de chelas y esperar que su mamá llegue para que pida permiso y fugar. Esperar que Oliver timbre y decirle que me alcance en Miraflores, que ésta noche al menos necesitaba que me subiera el ánimo, que me dijera que me quiere y que me saque a bailar miles de veces. Más, más, más.
11 de la noche, Outcast sonando en mi carro y atrás la gente jugándose las latas de cerveza. Pláticas a los gritos, risas escalofriantes y los mismos sitios de siempre. La monotonía de ser un adolescente en una ciudad como ésta, tan predecible, las mismas calles, los mismos antros, la música de siempre. Pero me sentía mejor, más libre, sin pena, sin obstáculos que me impidieran sentirme bien. Más yo, sin cargar culpas ni miedos, simplemente ser una chiquilla de 18 que sale y se entretiene con los mismos amigos de siempre y se divierte jugando todi con shots de tequila. Si todo es repetitivo, con ellos no siempre tiene que aburrir, porque para eso somos amigos y nos apelmazamos. Estábamos bien, funcioné, y a las 12, Oliver apareció con corte de pelo nuevo y su sonrisa de medio lado, too much perfect for this fucking story. Vino, se fundió en mi mundo, y me sentó bien, again.
Bailé, grité, sudé, lo escuché decirme nuevamente que me quiere y pensé que no estaba tan mal.
Era una noche tranquila, cervezas, amigos, chistes y un chico lindo ahí para protegerme. ¿A qué le podías tener miedo, Paula?
Prefiero no pensar en eso.
Ahora, mi mañana está completa y mi propósito de este día es pescar sol, no more, no less. Sólo sol.
He amanecido un poco depresiva, quién sabe. Responsable por todo lo que está sucediendo con todo el mundo, al menos con ellos, los que me quisieron y tuve que abandonar. Los que pusieron toda su esperanza en mis ojos podridos, los que confiaron en mis palabras tercas.
Las despedidas a mi me duelen, ya lo había dicho, pero no hay otra manera. Alguna vez alguien me dijo que yo me alejo de las personas por temor a que las personas se alejen de mi primero. Y no creo que sea cierto. Yo me alejo porque no sé otra cosa que hacer, irme ha sido siempre mi fuerte, y por eso soy recordada como la que deja, la que huye, la que abandona. No es posible estarle haciendo daño a alguien gratuitamente, así que hay que marchar. Yo me fui, me voy y me iré, porque me doy cuenta que algunas veces es mejor así. Ellos se derrotaran días consecutivos pensando en lo mal que les hice al irme, y luego el sol brillará y todo será mejor en sus vidas. Siempre cruzo los dedos para que eso suceda pronto. Mientras que yo... algunas veces me deshago. Porque sigo sintiendo responsabilidad por vidas que alguna vez estuvieron en mis manos, y que me encargué de desbaratar. Porque sólo yo puedo hacer de alguien feliz, la persona más miserable del universo. Es un estigma del que me quiero deshacer, o por lo menos volcarlo en mi misma. Sangrar yo, llorar yo, sufrir, eternamente, yo.
No sé qué me está pasando y les pido perdón por tanta depresión.
Que cansancio, son apenas las 10 de la mañana pero yo estoy muerta. Apenas si pude desparramarme de mi cama para ir a clases, y luego arrastrarme para llegar a Grade. No hubiera venido, tengo un dolor de cabeza inaguantable, pero hoy es 1ero y me pagan. Debí venir y cobrar ayer, pero me ganó la flojera y llamé para reportarme enferma. Ya saben, aquí todos tienen la mejor imagen de mi: niña responsable, muy inteligente, diligente, acomedida, muy entusiasta, full pilas, y (a lo mejor) hasta bonita. "Quédese en su camita que aquí la queremos sanita"; y es muy cierto aquello de Crea fama y échate a la cama. Por eso ayer me quedé tirada en la cama, tragando helados, viendo tele, sufriendo el aburrimiento de estar encerrada en mi casa, hasta las 9 que llamó mi prima y se me apertrechó para ver el fútbol. Craso error. Dos six packs de Heineken y 2 goles colombianos en el primer tiempo. Mierda! Tenía unas ganas inmundas de salir a chupar y maldecir a todo el mundo. Pero no, todo tranqui, mi prima tenía que trabajar hoy y mi seudo primo también. Así que caso cerrado. Me quedé viendo La profesora de Piano, pero ni las escenas de sado masoquismo asolapado me distrajeron y tuve que tomarme un diazepan para dormirme. Creo que fue mala idea, hoy me arrepiento. Sin embargo hoy me pagan, esperaré hasta las 3, reventaré mi cheque con cualquiera que se atreva a marcar mi celular y juro que trataré de sonreír mucho mucho.
Por lo menos prometo no pensar en nada. Estoy agotada, de sentir, de vivir, de todo y de todos.
Lo peor ha sido despertar sabiendo que hoy por la noche de nuevo tendré que pepearme para poder cerrar los ojos sin dar vueltas entre mis sábanas.
No debería meterme en espirales de las que no podré salir. ¿Verdad?
Ténganlo en cuenta. Si vienen, golpéenme, yo resistiré y los querré más.
el 99% de las veces no me gusta lo que encuentro cuando registro debajo de mi cama.
todo es déficit, son estados de ánimo que perdí y que suelo recuperar de la peor manera.
como una bofetada inesperada, que no te deja ganas de poner la otra mejilla.
Siempre le he tenido miedo a los espacios propios, no sé, es como si no me gustara encontrarme conmigo misma, abrir un cuaderno y leer mi letra diciendo "Paula, date cuenta...", me aterra. Sin embargo no puedo dejar de hacerlo. Derrotarme, pensar, recordar.
Debajo de mi cama no hay zapatos, hay cuadernos, hojas, cartas que alguna vez alguien me escribió, fotos que tomé y pensé que valdrían la pena. Está mi pasado mirándome y recordándome que soy lo que soy por esas minucias que escondo y las complicaciones que recuerdo. Está Guillermo, con sus ojos casi verdes y su mirada desolada, diciéndome la primera vez en una boda, cuando él tenía enamorada y a mi Harry me bajaba la luna y las estrellas, que soy increíble.
Hay demasiados personajes, olvidados y recuperados en un instante, está Enrique mintiéndome con sagacidad, repitiendo que me amaba y estoy yo creyendo esas huevadas. Vive GianCarlo hablando de esos hijos que jamás tendremos, está México vengándose por cada lágrima que le hice derramar desde que nos conocimos. Y me percato que todos esos muertos me hicieron darme cuenta que no debo, que no puedo creer ciegamente en el amor, porque el amor acaba o yo lo finalizo, lo descuartizo y ellos se encargan de convertirlo en monotonía, horas recolectadas en tomadas de mano y besos que aburren y desgastan. Algo se muere cuando se termina una relación entre mi yo y ellos, algo desaparece y sólo quedan los recuerdos. Eso es lo que me aterra, incluir a alguien más y perderlo por el puro capricho de tenerlo 4 días. Sacrificar a un amigo, porque un beso, el sexo, el amor caduco, mata la amistad que debiste conservar. Y yo no quiero perder un novio y un buen amigo a la vez.
Porque hasta el día de hoy, para mi, 4 días, son 4 días, no son 4 semanas, ni 4 meses, mucho menos 4 años. Porque no me proyecto nunca, porque vivo lo que me toca, y me exprimo sabiendo que 2 + 2 siempre darán como resultado 4.
Sigo haciéndome bolitas.
No soy perfecta y él lo sabía. Cuando fue mi mejor amigo me lo dijo directo, claro y fuerte. Agregó que tampoco soy el centro del mundo y sentí la extraña sensación de certeza en sus palabras. Supongo que igual, imperfecta y estúpida, él me quería demasiado y una de sus consignas fue siempre no ceder.
Es curioso cómo en ciertas etapas de tu vida, la persona indicada pasa ante tus ojos y no te percatas de ello. Porque muy a parte de ser el chico lindo de los ojos marrones oscuros, las pestañas enormes, y las palabras precisas, era el mismo mocoso que te empujaba siempre y te tiraba al suelo a propósito en el kindergarten, el mismo niño atrevido que te jaloneaba el pelo en primaria pero que moría por jugar a cops & thieves contigo. Ser siempre policía para perseguirte con una excusa y un propósito, para que nadie se diese cuenta que pasaba las horas de translation mirándote con una fijación enternecedora.
En secundaria los episodios cambiaron, y dejó de fastidiar, se convirtió en un gran amigo, al que había que proteger de las intrusas, arpías descaradas que veían lo que yo y las demás amigas de toda la vida, no veíamos con claridad. Él era el chico perfecto y ya no tenía que perseguir, ni empujar, ni jalarle el pelo a nadie. Porque las cosas suceden y su primer beso a él se lo dio una insulsa del Belén, y a mi un descerebrado del Markham. Sus caminos se fueron para la derecha y los míos para la izquierda. Cuando yo ingresé a la universidad a la que él no pudo, igual se quedó conmigo para celebrarlo, y regresó al mes siguiente a emborracharse por mi hazaña en la otra universidad del pueblo. Jamás se quejó de mis ideas sofocantes, ni de mi afán por maldecir a sus padres por snobs, ni a sus tías arribistas, ni a su abuelo nazi. Mil veces había escuchado decir "A Paula le hace falta un chico como Oliver", pero me sonaba a blasfemia. Una ironía demasiado absurda como para digerirla sin cinismo; y le había dicho ya mucho tiempo después, frente a una piscina en forma de tortuga "Si tú y yo estuviéramos juntos duraríamos a las justas media semana". Y él, con sus mismos ojos marrones y sus pestañas preciosas me había dicho sonriendo que "Al menos iban a ser los mejores 4 días de su vida".
Ya no sé qué pensar.
Me niego a estar triste, es una de esas cosas que no me daré el lujo de sentir hoy. Porque hay demasiado en juego.
Quisiera dormir y dejar de pensar, de estar, de rodar sin saber cuándo ni cómo detenerme. Pero no bastan las palabras que me digo frente al espejo, ni las sonrisas que me entregan aquí los que me quieren y me sienten de ésta manera extraña.
Ya nadie pregunta nada porque las respuestas son intolerables, o a lo mejor vacías y sin significado. Pero necesito arrancarme de una vez las respuestas para poder seguir y vivir.
Adelantar unas horas el reloj y dejar todo atrás. Despertar otra mañana sabiendo que es domingo, que saldrá el sol, que iremos de nuevo a casa de Malú y la pasaremos desparramadas viendo tele, comiendo helados, hablando de esas cosas de las que siempre hablamos, necedades, arrogancias sin límite, y propiciar un espacio en mi vida dónde mis primas no tengan que inventarse salidas para hacerme sentir mejor.
Me niego a estar triste, simplemente porque ya fue suficiente.
Tengo ganas de vomitar o seguir durmiendo. Ni siquiera una ducha helada funciona esta mañana.
Detesto amanecer con resaca un día en el que necesito ir a la universidad a oír clases, dar un fucking examen y aparentar responsabilidad. No soy así. Hay que aceptarlo, si de mi dependiera estaría durmiendo, hecha un mamarracho entre mis sábanas y no me despertaría mínimo hasta las 2 de la tarde, cuando Meche me llama a almorzar, o alguna inepta timbra mi teléfono para preguntar "¿Qué tal la fiesta?". Que asco. Me duele el estómago, los ojos, el brazo y supongo que el cerebro. Pero no puedo desparramarme y tirarme a morir. Hoy hay examen, hoy mi mamá me tironeó del sueño para decirme que era hora de despertarse. Hay examen. Y no podía decir "No, no hay", "Me han suspendido la clase", "No quiero ir", porque la clave con ella es poder hacer lo que quieras pero ser responsable. Ese fue pacto al que llegamos la última vez que discutimos, y no puedo seguir rompiendo más promesas. De lo contrario me pudriré en alguna zona de mi cerebro, donde verdaderamente existe el infierno. Y ya son muchas almas con las que debo cargar por arrepentimiento.
"Cuando yo tenía 18, qué iba a estar yendo a reuniones un día de semana". Me dijo mientras me bañaba y me recordó que por más individual que sea, debo cerrar siempre la puerta de mi baño. "La facultad me tenía presa y si alguno de mis amigos cumplía años, esperábamos hasta el fin de semana o a que pasaran los exámenes". Diferencia de personalidad o de épocas, o simplemente de personajes. Porque nosotros, la manchita del colegio, no nos permitimos hacer eso. A menos que un desadaptado tenga algo 100% mejor que hacer, pero eso es imposible, nadie cambia un 25 de marzo a Patrick y sus botellas de cerveza, jamás habrá algo mejor que los besitos y abrazos de un reencuentro con la gente que más quisiste cuando la adolescencia te repugnaba igual que el colegio. Tirados alrededor de una mesita de vidrio, las conversaciones sobre tu vida después del WeberBauer se transforman en bromas pasajeras, la discusión acerca del futuro impróspero de tus demás compañeros es el hito máximo de la noche, el raje en la cocina sobre la enamorada de tu mejor amigo te hace sentir una odiosa nuevamente. Y Ambev queriendo desterrar a Backus del mercado cervecero es la excusa para salir y comprar más cerveza. Muchísimas cosas por hacer, jugar con los apestosos, violar al toro sentado, y entre risas y concurso de eructos, Oliver, riquísimo, te dice en un Select de Javier Prado que a los 15 años estuvo enamorado de ti.
Esa es la diferencia con la promoción del Santa Ursula del 65 y la nuestra. Esa y la falta de estímulos, porque si tu papá se sacó la mierda para que tú ahora te emborraches en buena, ya sabes que nada debe valer la pena.
Y me voy, tengo un examen del que no me puedo evadir. Y ya después regresaré a dormir.
Yo no lloro, es algo que no hago con facilidad. En lugar de ello me quedo muchísimas horas sintiéndome mal y tratando de cuestionarlo todo, desde los sentimientos hasta las realidades fácticas. Es mucho más complicado que esto, pero es la verdad. Yo no lloro con facilidad.
Muchas veces me he preguntado por qué, si vas al cine y ves a Ralph Fiennes muriéndose por Kristin Scott Thomas, o a Piper Perabo desengañándose de Jessica Paré, a tu costado puedes ver a una tipa que mastica bocanadas increíbles de pop corn, tomándose sus minutos para disimular los lágrimas que le rebotan en la coca cola; pero yo no. No digo que no me acongoje, hay veces en las que me llego a identificar tanto con ciertos personajes que termino temblando del miedo. Pero llorar... yo no suelo hacer eso. Sin embargo...
Hoy fui a ver La Pasión de Cristo, esperé casi una semana para ir al cine fuera del estreno y no tener que soplarme salas atiborradas de gente que mastica con la boca abierta y que opina en medio de la película. El público es el público y aquí no puedes esperar ni más pero sí mucho menos. Karla y yo nos topamos con una fila eterna de gente con toda clase de golosinas en las manos y tuvimos que rendirnos. Ya teníamos las entradas compradas y bueno, no había más salida. Nos apertrechamos en nuestras butacas y empezamos a digerir escena tras escena.
Es increíble cómo una película de este tipo puede lograr que a todos se nos quite las ganas de mascar y beber con la boca abierta. Hablar sandeces o estornudar a causa del aire acondicionado.
Latigazo tras latigazo y el sonido por todas partes, más el silencio perfecto de toda la sala, me hicieron la película un poco más cruda de lo que creía que era. En verdad. Me mentalicé desde antes para el salvajismo yankee y resultó como esperaba.
Es cierto, salí resentida con el Gran Sacerdote, pensando que no hubiera habido oportunidad de crucificar a Jesús porque después de la sesión de latigazos, cualquier persona caía en estado catatónico. Y los litros de sangre artificial se los hubiera ahorrado Mel Gibson para su próxima película. Pero fuera de eso. A mi, las ganas de impactar al público y transmitir dolor y angustia a través de una pantalla, se perennizaron en una escena con flashback devastadoramente impresionante. Y es que ver a María correr por un Jesús de 7 añitos, tumbado e indefenso en el suelo, para recoger a uno igual de confundido y ensangrentado a los 31, se me tradujo en su "Estoy Aquí" y efectivamente estar ahí durante lo que restaba de película.
La carencia de lágrimas en mi organismo desapareció por varios segundos y me comí el sabor salado de unas gotas que jamás había probado en la oscuridad de un cine. Se debe a lo mejor a que estoy triste, depre, confundida...
Igual esta noche, para mi, el dolor de la pasión es María y sus ojos con pocas lágrimas, pero llenesitos de dolor, eso sí.
Hoy no ingresé al mundo de la manera adecuada. Me desperé temprano, rodé en mi cama, vi Buenos Dias Perú desde el inicio y me volví a dormir. A las 2 de la tarde salí de la conmoción y baje a almorzar. No recuerdo haber soñado algo bueno, así que supongo que es malo. Lo que no recupero después del sueño prefiero borrarlo, yo sólo conservo imágenes que pueda palpar con los dedos, por eso tomo fotos, guardo fotos y a veces también las desarmo. Con eso ya tenemos bastante.
No me duele la cabeza, a pesar de haber estado en una suprema borrachera ayer por la noche (excusas para salir y encontrarte con tus amigas de siempre y empezar a contar tus problemas, empezando por la S y terminando por la P), tratar de rifar la noche, virar las horas, ligar con el aire o quien sea que te diga que eres bonita, una diosa, la misma princesa de antes; ya sabrán como me pongo cuando estoy así. Igual no hice nada de lo cual tenga que arrepentirme hoy. Y si no lo recuerdo, no forma parte de mi historia.
A parte.
Ayer no fui a la universidad porque no me dio la gana, después de la explosión me quedé viendo the travel channel, imaginando qué sería de mi vida si fuera otra (una negra que cocina hierbas en el sur de Etiopía, una geisha hermosa que se marketea en un bar en Tokio), quién sabe lo que me está pasando por la cabeza, pero rezo para que se acabe pronto. No me gusta estar así.
Mañana si iré a la universidad, empiezan las evaluaciones cortas, 6 preguntas sobre 58 páginas sobre cosmovisión andina. Again, and again and again. Y pienso copiarme de cualquier imbécil que se siente a mi lado. Ya han sido tantas veces las que le he jugado al destino, que imagino que ésta no tendría por qué ser diferente. Dicen que tengo suerte. Al menos en eso. Al menos.
En la noche volveré, daré vueltas en mi carro, recogeré a algún amigo y veremos cómo capear nuestro miercopless de depresión. Como odio los miercoles depresivos. Cómo odio tener 18 años y vivir esta farsa.
No hay que olvidar, al fin y al cabo, soy la bruja mala de la historia.
¿Te sientes bonita, H? Talentosa, diva y diosa. El fulgor de unos ojos que me idolatran desde la oscuridad, las voces arrancadas de unas almas que me atosigan y me extrañan, cómo renunciar a eso… cómo renunciar a ti, pendejo. Me hace mella todo lo que has tocado alguna vez, mi cuerpo, mi sangre, mi cerebro. Mis hijos que ya no serán tuyos, y aunque lo fuesen, no lo serían, porque tú nunca estarás. Así es la condena, me eleva en grietas y me arroja en muerte, dos, cinco, diez veces. A la par. Y tú diciendo: no me dejes.
Y yo repitiéndome cercenante: me tengo que ir, me tengo que ir, me tengo que ir. Pero la marcha no es buena, porque me dueles. Me incitas a pensar en una derrota.
Y tú replicando, mintiendo, gritando que no me extrañarás. Sin entender, sin pronosticar.
Para mi lo peor de la inspiración esta noche es que yo sí lo haré. Te extrañaré, hasta que la muerte nos separe.
¿Qué pasa cuando no todo tiene solución?
¿En qué piensas cuando te das cuenta de que no hay nada, absolutamente nada que hacer para cambiar, remediar o sólo terminar una situación? Otro día más sin significado para mi letra. He vivido tantos que ya me parece que el vacío siempre ha estado asociado a mi existencia. Hoy me preguntaron si era una buena estudiante antes de que me convirtiera en esto que soy ahora. Carne y piel abajo de ropa (digamos) decente. Lo pensé apenas y dije "No sé".
Nunca he sido buena, menos estudiante, en realidad todos decían que un buen alumno es aquel que se esfuerza para conseguirlo, no una chiquilla que lo único que hace es aprovecharse de su poder de retención y su magnitud para elaborar respuestas inciertas utilizando las palabras adecuadas. O sea yo. Al respecto jamás diré una sola palabra. Los psicólogos del colegio lo atribuían a mis puras ganas de querer barrer con el sistema.
Ya ni ordenaban citar a mi mamá cuando encontrarme fumando o jugando rapidito se habia convertido en cosa de un día si un día no (siempre en los baños de primaria con Oliver, Mariana, Karlita y gente harto especial).
Pero de un día para otro la historia cambió. Y con los 18 y el tedio de querer siempre dar la contra, comprendí que desde siempre el problema no fueron mis ganas de querer barrer con el sistema, sino con mi obsesión por querer barrer conmigo misma.
Que difícil darme cuenta de esto justo ahora que no tengo ni media persona con quien compartirlo.
Que detestable no tener a quién mierda escribir.
Tantas cosas para hacer y terminar. Los primeros días de clase me matan, me dejan muerta. Abrir los ojos a las 6 para llegar a clase a las 7. Aún dormida, con todas las neuronas apagadas y todo el tedio de regresar a un aula que ya quiero dejar.
Este ciclo estoy haciendo muchas cosas a la vez, cualquiera se volvería loca. Pero yo ya estoy loca, así que no hay mayor problema al respecto. Excepto ganar lucidez. Pero eso se duda.
Mi vida se segregará a partir de hoy, en bloques con números de salones y horas para debilitar la ociosidad.
De 7 a 9: Clases - de 10 a 3: Grade - de 4 a 8: Clase de nuevo.
8 malditos cursos que me harán pedazos para acabar ésta carrera más rápido de lo que todos imaginan. Así está planeado desde que tenía 4 años y aprendí a escribir mi nombre.
Mi asesor académico dice que tenga cuidado con reprobar algo. Yo pienso que ese no es mi mayor problema hoy. Ni siquiera el stress (al que soy bastante propensa). Mi lío existencial del semestre 2004 - I es simplemente mis pocas ganas de destacar. Raro, porque otra vez todos esperan demasiado.
Al menos necesitaré una semana para entrar al juego de sobrevivir en un salón de clase lleno de compañeros de más de 21. Desistiré de pintar las carpetas y masticaré chicles sin asco, mientras escucho de nuevo "Etnicidad", "Perú", "Cholo", "Progreso". 4 palabras que se conjugan siempre para la duda. Sin acrecentar mi diccionario, pero sobreviviendo en mi mente. Nada positiva, H. Nada positiva.
Si olvidar fuera fácil, ya te habría sacado de mi memoria.
Hay cosas que dice Guillermo que me hacen mella. Me hacen pensar en dúos que ya no son dinámicos y me dejan con un signo de interrogación entre las cejas. Arribita, arribita.
Hablemos claro.
Él regresa y abre la boca, recita versiones con dos protagonistas y crée que el papel de nuevo me sentará bien. Aparece y me mira como lo hacía antes, y de alguna extraña manera remueve mis bases.
Porque querer de la manera en que lo quise, creó un lazo extraño entre nosotros. A pesar de todo lo que pasó, de lo que dije, de lo que dijo, de lo que pensamos. Muy en el fondo tenemos las ideas invertidas, y sabemos que nos queremos mucho. Comprendemos que alguna vez dejamos que se arruine la partitura y que hoy no hay forma de enmendar esa historia.
Y si dice que olvidar no es fácil, yo digo que reemplazar sensaciones y sentimientos es la salida más adecuada.
Porque hoy, él llega, pero lamentablemente yo ya no estoy. Y a lo mejor nunca estuve. Pero en fin, lo que ves es lo que queda. Y todas mis migajas le pertenecen a alguien más esta noche.
Las palabras que ellas decían eran mucho más que sabias. A una el enamorado le había dicho que ya no la quería, que el amor acaba y que entienda. Odiar genera dependencia y lo mejor para una mujer es ignorar; y la otra, a los 20, estaba desesperada por conseguirse un futuro, un camino para seguir en pie de lucha, algo que le proporcione constantes gratificaciones (al menos) cognitivas.
A un lado de la cama, detrás de los problemas, yo no sabía qué decir. Hay ocasiones en que no calibro respuestas y prefiero apartarme para no ser tachada de mala gente, porque un camino certero es la indiferencia, y ellas saben que en el fondo me interesan, que las quiero a muerte y que si en ocasiones simplemente me desenchufo del mundo, no lo hago necesariamente de ellas.
A pesar de eso, todo funcionaba bien, dijeron que no hay mal que dure 100 años, y yo pensé que existía la posibilidad de que el cuerpo aguante un castigo de ese tipo. Pero callada todo valía, todo giraba, todo funcionaba.
Porque Paula diciendo malas palabras en medio de un almuerzo hecho con sus propias manos, es una mala idea.
Y ellas comprendieron, no del todo bien, pero hicieron el esfuerzo. Después de 18, de 19 y 20 años, ya saben que vivir es morirse tanto. Pero de todas formas, ¿Quién demonios quiere ser eterno?
Ni Karla, ni Mariana, mucho menos Paula.
Today Alexandra y yo caminamos demasiadas horas, demasiado tiempo, muchísimo espacio y fue entretenido. A pesar del sol, de no tener carro, de estar muertas de calor y sed, decidimos que iba a ser una mañana mutua. Para ponernos al día y volver a ser amigas. Conversando de sus ganas de ir a la playa a atrapar color, hablando sobre mi fracaso con Mr. Perfect, comentando sobre la ciudad más fea del mundo que de nuevo y con 24° nos tenía bien atentas y diciéndonos que nos queremos como mierda. A pesar de todo.
Porque líos hemos tenido en cantidades exorbitantes, y después de mucho meditarlo, creo que lo mejor de querernos tanto es olvidar las contradicciones.
De regreso a mi casa, pensaba que he perdido y perderé a mucha gente que en realidad quiero, y deseo conservar. Pero hay cosas que ocurren y algunos acontecimientos no se los puede cambiar a causa de eso que llamamos “orgullo”, y de lo que padezco como una enfermedad terminal. Lo acepto. Sin embargo el esfuerzo que yo hago, el paso que yo doy, es porque pienso que merece la pena intentarlo y que conservar una voz en mi memoria no es suficiente para mantener el sentimiento de querer y sujetar a una persona que nunca quise perder. Como hoy con Alexandra. Como todos esos días en los que me comentaban por teléfono que faltaban pocas semanas para que regrese de Italia, y yo pensaba muy en el fondo que la extrañaba horrores, pero no quería decírselo a nadie. Hasta hoy. Porque el efecto de recuperar a alguien tan importante es lo que me tiene más que contenta y me proyecta en más a estar feliz como una lombriz.
Mmm, tantísimos días, tantísimas horas. Estoy cerebralmente muerta, y es que algunas cosas agotan. Sobre todo sentir y pensar al mismo tiempo. En algunas ocasiones a mi se me desenchufa el cerebro para darle paso al heart y nada más que a las palpitaciones. Grave. O peor, muy malo. Porque la lucidez es extraña cuando se quiere y se desea sólo con las entrañas. Lo que significa que es mejor meditar cada paso que se de. Aunque eso es para mi, harto difícil. Me cierro y me niego y no coordino con razón. Definitivamente hay cosas cerebrales que me enajenan y hoy fue un día en el que no quiero saber nada de nadie. Ni siquiera de mí. Ya me cansé de pensar y sentir. Necesito ser egoísta, no? Así rueda el mundo más rápido pero en contra de mis principios. Pero ya dije, no pienso ponerme a pensar en eso. Paso la página y siguiente renglón.
Estoy cedada o simplemente still ebria. Una de las dos cosas debe ser, porque la pesadez es reconocible. No sé qué hago despierta a estas horas. Sintiendo que debo sacarme el cerebro con una pinza y apretarlo para caiga todo, ideas, sentimientos, razones y alcohol.
Estoy ampliamente confundida esta mañana. No sé qué sentir y es que siempre hay personas que se me inyectan en las venas sin pedir permiso. Y sin autorización también exigen su cuota de atención y respeto. Nunca más cariño, eso sí. Pero tampoco soy de las cumplen lo que prometen. Ya lo saben. Sé que es malo, pero así soy yo. Por eso lo aviso antes, me detengo unos minutos ante tus ojos y te digo "Nunca cumplo lo que prometo, te advierto" y después que me piden que jure que no cambiaré, pronuncio "Te lo prometo". Hay que entender la ironía de la situación y no ir por el mundo creyéndosela. Al menos no a Paula H. Porque yo hace tiempo que lo dejé en claro.
Ayer se me clavó un idea dura en la cabeza. Tengo que dejar de ser como el resto para empezar a ser Yo. En un mundo loco, yo puedo ser quizá la más cuerda del manicomio. Desde hoy, hágase mi voluntad según tu palabra, su palabra. Todo el mundo escogera caminos más fáciles que los que yo elijo. Y seguramente no terminaré extrañándome. Porque estoy cedada y te lo prometo.
Estoy tranquila, me sienta bien. Nunca antes había estado tan bien. Sin muchas complicaciones, pensando en lo que debo hacer, analizando lo que he hecho. Examinando hasta dónde he avanzado en 18 años. Jugando a hacer horarios de clases y encontrándome con amigas que no veía desde hace tiempo. Todo está mejor cuando no lo vivo tan desesperadamente, tratando de controlarlo todo y echando a perder lo poco que me queda en las manos.
Hice un test de I.Q y el resultado fue el mismo, no me sorprendió, lo único que molesta es que el resto ya está apostando de nuevo por mi. Pero esas son minucias de las que no me debo de preocupar. No por ahora. Lo bestial es que implica un sueldo de prácticas más elevado, un status de imbécil y hartas historias que contar. Después de todo, no hay de que quejarse cuando al resto le parece que tienes todo a pedir de boca. Y cuando a ti te está yendo tan bien con el mundo. Ya era hora. Cruza los dedos para que no cambie nada mientras yo me seco el cabello.
Tengo que ir al otorrinolaringologo, urgente. Me sigue jodiendo la oreja y es insoportable. No porque duela, sino porque no deja escuchar, y es un problema total contestar el teléfono y pasártelo para la derecha, porque a mal que mal soy zurda y no hago cosas por la derecha, nunca, jamás, y ya estoy muy grande y necia como aprender. Mi mamá dice que es un refrío mal curado, no sé, pero necesito que me arranquen lo que haya que arrancar para funcionar de nuevo. That's all.
Tenía que encontrarme con Ela en la Católica para recoger horarios y boletas, pero es supremamente tarde y prefiero tirarme frente al tele a ver basura. Además no tengo gasolina en el carro ni plata en el bolsillo, y como no nos vemos desde hace varias semanas querrá chelear y no estoy en grado 100. No sé qué me pasa, pero no quiero pensar, sacar conclusiones me aturde, me sotea y no quiero quedarme jato de nuevo. A pesar de que tenía sueñito rico hace un ratito, ahora quiero ser útil.
Feo que mis vacaciones se acaban, la próxima semana empiezo prácticas en Grade y adiós horas para huevear. Debe ser por eso que estamos de bajón. Da igual. In minutes mi granny estará en la casa y debo buscar un closet para esconderme. No estoy de humor como para formar parte de ninguna familia este lunes.
Fatalidad de fatalidades. Me acabo de despertar, lo juro: el reloj dice 1:14 y sigo cansada. Lo que me recuerda que la próxima vez que Lucho me timbre y me pida que lo recoja para "unas chelas", mejor me quede en mi casa viendo The History Channel. Al final no hubieron sus chelas, un cruce de palabras, unas llamadas a su cel, a mi cel y después nada más. Descubrí que algunos amigos son amigos de bulla y de lugares con mucha más gente. Tú y yo solos en el Gol no la hacemos, Luchix. No corre. Definitivamente no corre. No tuve ganas de hacer nada más, regresé a mi house y de rebote total. A veces no hay salidas y se hace lo que se puede. Yo al menos me la juego, me pongo mis pilas duracell y la lucho, te juro. Pero a veces el mundo se desentona solo y sólo queda el vacío de no identificarse con la demás gente. Para ser juergues estuvo muy poco aparatoso. Y ahora zafo porque tengo que ir al banco y luego... anybody seen my baby?. Sigo medio sorda, pero nada que el calor no pueda curar. Ojalá que se vaya la suegra muy pronto.
Hoy me duele la cabeza y cada pensamiento que se me cruza me perfora hasta lo imperforable. Quiere decir que en realidad todo lo qué hacen mis manos y mis pies y mis ojos son prolongaciones de mi estado de ánimo. No sé si estoy tranquila o incompleta, pero sé que a pesar de todo me quiero sentir bien. Porque una no debe ir analizandolo todo, es crear un problema del cual no quiero ser parte, porque me rehuso a sacar conclusiones que nunca me competieron. Al menos hoy no, eso es seguro. Ya sé que Joe, Enxo, Jairo, Mariana, Paola, Vanessa y los demás dirán "Y de qué mierda habla esta loca?" Uhmm la verdad no sé, pero creo que es necesario. Supongo que hay ocasiones en que una se guarda muchas cosas por miedo y piensa que así todo será mejor... pero no es más que incomodidad a decir que en realidad sufro, que en realidad me gustas, que en realidad quiero estar contigo. Porque te da terror que el otro no piense lo mismo. Tú no avanzas si yo no avanzo y eso, creeme que sofoca. Y hace tanto calor, tanta pereza, sueñito y ganas de una salida o una prendida. Al caso da lo mismo y Jairo, Joe, Mariana, Vanessa, Enxo y Paola tienen razón: No sé de qué hablo.
A todo esto, mi abuela está en Lima, balbuceando un castellano díficil de entender y diciendo siempre sweety o littleone. Ya era hora de que alguien se anime y me engría en inglés. Just because.
Estoy demasiado conflictiva, creo. O simplemente lo sé. Quién sabe por qué actúo tan raro o digo cosas que equivalen a malos forcejeos. Pero saberlo no implica necesariamente hacer algo al respecto. Y aunque quisiera, también sé que no podría, porque hay cosas que nunca cambian y yo soy una de ellas, para bien o para mal. Dijeron algunos fieles que para bien, y digo yo y otras voces menos sacrosantas que para mal. Supongo que todo radica en poder diferenciar lo bueno de lo malo y en cuestión de analizar profundidades individuales soy un desastre. Pero bueno, ese es mi problema y punto. No more coke in my blood.
Aunque en realidad... quién demonios sabe. La certeza está demasiado esquiva por estos rumbos y tener 18 no significa que quiera tratar de encontrarla a tiempo. Definitivamente hoy me duelen las 12 latas de cuzqueña de anoche. Después de todo fue martes 2 x 1 y hoy es miercopless y mañana juergues. No sé si llegaré entera al sabadrogs. Pero vamos aprendiendo, eso es lo bueno.
Ayer estuve metida en mi casa demasiadas horas, y fue como constructivo. Antes no era así, nunca pasaba tanto tiempo aquí, ni en ninguna parte, creo que mi personalidad es de esas que buscan ir por ahí y por allá en calidad de visita, lo cual es malo porque al final una no se termina de asentar en ningún sitio y de esa forma es más fácil para que los demás te digan "adiós" y te saquen de su memoria así de fácil. Y bueno, ya he perdido a tanta gente que no me creo capaz de soportar que alguien más se vaya o que sea yo quien se largue por falta de estímulos. En eso está la lucha de febrero.
También fui a la clinica Ricardo Palma a ver a mi cuñada que está a punto de dar a luz, y es el acontecimiento del siglo en mi familia porque todos se mueren por ser tíos y las tías se mueren por ser abuelas. Weird, pero cierto. Mi mamá es la más afanosa de todas y creo que a veces es un poco insoportable. Pero a quien le importa, está feliz, nunca pensé que ser abuela en potencia la transformara tanto (para bien, claro), y a pesar que dice y jura que no se dejará decir "abuelita", cada vez que le hacen la broma a ella se le dibuja "la sonrisa" en la cara, y es bastante tierno.
Estar aquí, en medio de toda esta familia que enmela a veces aburre, a veces es asfixciante. Pero bastante necesario, al menos hasta que empiecen las clases, las practicas en Grade, y se vaya el verano
Lo había estado calibrando desde las 10 de la noche, con más terror que ganas y en la fiesta de mi tía Liliana ni siquiera pude dejar de pensar en eso, ni por la música a todo volumen, ni por las conversaciones con mis primos, ni porque el idiota de Francisco me paraba besando y abrazando como si nunca me hubiera visto en su vida, ni por nada del mundo. Un tipo raro me sacó a bailar demasiadas veces y decidí fugar, fumé 300 cigarrillos y me quedé dormida, lo juro. A las 3 ya estabamos regresando, mi mamá manejando mi Volkswagen Gol y pensé que no había mejor oportunidad para decírselo, al menos tenía que estar concentrada en manejar.
Hay cosas que siempre me sorprenderán, como hoy en la madrugada descubrir que mi mamá es la persona mas comprensiva del mundo y que me quiere a pesar de ser un desastre. Nuestra capacidad de tener conversaciones vitales detenidas a la luz de un semáforo, será algo que recordaré para toda la vida, y sobre todo descubrir que no dejará de creer en mi porque a pesar de ser parte de su sangre, también se siente orgullosa.
En serio. Todo me salió bien.
Simplemente estoy feliz y creo no merecer tanto.
Mi mamá se está portando demasiado bien, me hace sentir más culpable de lo que ya me siento. Toda la mañana hablando cositas lindas y haciéndome sentir la reina que desde hace tiempo no me sentía... todo eso para que mañana en la mañana regresemos a la realidad y se de cuenta que sólo sé meterme en problemas. Y cualquier castigo sería soportable, pero lo que no me voy a aguantar jamás será ver la decepción en sus ojos.
"Chica tan prometedora viró el camino a casa", nunca me sentí tan arrepentida como esta mañana.
Este tipo cree que puede tomarse la iniciativa de regresar y voltearlo todo de cabeza, de un momento a otro, sin previo aviso, como quién es esperado con ansias, o peor, con ilusión.
No sé que sea, pero a mi ese tipo de actitudes me ponen de malas, no es que me depriman, sino que me molestan. Me huevea descubrir que no se juega a la ironía con propiedad y es como una afrenta a mi inteligencia.
Estaba tan contenta, bueno no tanto, esperando que un señor se largue de su casa para completar mi mañana, o bueno, mi tarde.
Y luego el teléfono, no era la persona que estaba esperando. Pero así es la vida, no? Como que siempre está dispuesta a sacarte en cara que no tienes demasiada suerte, simple y llanamente porque no.
Despertarse hoy estuvo de pereza al estado de coma. Ahora me doy cuenta.
No fui a ProLife, porque estoy cansada y por este día quiero tener 18 y tan solo disfrutarlos.
No es demasiado pedir. O si?
Ebria hasta el win, ayer y hoy de boleto. Ayer con harta niña bien, recordando epocas de antaño. Pidiendo sus regalos y yo "sorry, pero este verano no me quité al azul y no tengo regalos, pero si buenas noticias" y blas como mierda.
Hoy con Ernesto y sus amigos trogloditas de la universidad, sus aguas, su dancing, un cansancio desmedido y la ruler para joderlo todo. Now, nada.
Estoy con el tiempo preciso, mucho que hacer, tantísimo en que pensar, decisiones que tomar y huevaditas para aligerar todo. Su buen wirox y la falta urgentísima de esa argentina en la que no paro de pensar desde el viernes.Wow, desde el mes pasado. Ya estreno febrero, que rico, no?
Ah y para la gentita clave, ME HICE UN RICO TATUAJE!!!!! ya lo vereis, es accesible y bastante cute, no le falta sol. Hoy estuve bien a la beach.
Nos vidrios.