...tal vez de escribir muy pocas, la semana de exámenes siempre saca lo peor de mi, mis más largos miedos, mis extrañas tentaciones de pasar horas y horas frente a un televisor y recién cuando dan las 3 de la mañana pretender leer algo para mi examen de las 7, cuando el cerebro está adormecido, los ojos reventados y las ganas chorreando por los costados de la cama. Irresponsabilidad de irresponsabilidades.
Como darme cuenta que estoy más enferma de lo que hubiera creído, pálida, too much flaca, y con la vida hecha un cuadro indescifrable pintado por nenes en plena clase de fingerpaint.
Todo es un asco, debo reconocer. Siempre he sido la más pesimista pero hoy no hay nada qué hacer. Esto se va por el water y no me queda más que ver cómo el agua gira siempre para la izquierda antes de pasar al desagüe.
Glup Glup, la culpa de todo la tengo yo, por simplona, por ociosa, por andar pensando que se puede cuando en realidad no se puede.
Detesto los días after holidays. Sobre todo si son un Martes en que me demoro como diosa peinándose en el paraíso, para despertar Miercóles con todas mis verrugas en su lugar y quemándome en el mismo averno.
Que venga alguien a apagar el puto fuego.
Tienes confrontaciones de divinidades, Paula. ¿Lo sabías? Las manos me sudan cuando pienso así. Cuando vivo aquí, un mundo al que no le agrado.
¿Y tú te diste cuenta, estúpido? Qué risa volver a verte, qué divertido encontrarte por la calle y saltarte por la espalda para ver tu reacción.
¿Qué demonios piensas que haces, loca de mierda? Y yo sonreí. Cómo me gustas, enajenado. Cómo me gustas cuando estoy drogada y embriagada de este ilógico éxito que tiene mi cara de enferma entre la muchedumbre.
Pero tienes un conflicto de divinidades, ¿sabías? Loca de mierda.
Pero la gente se ríe. No lo cree.
Anduve desangrándome con un lapiz sin punta al mismo tiempo que pensaba en marcharme, soledad. Por esa época los besos eran los mismos... los dientes, sabían diferente.
Ahora la piel quema, porque el humo no termina de salir de mis pulmones. Y toso. Así, para que duelan los circuitos. Mis ojos rojos, entorpecidos, mis piernas firmes, temblorosas.
Ya ni siquiera te recuerdo, veleidad.
Y a veces me río cuando entro al baño y una mujer me mira con esos ojos oscuros y la piel arrugada.
Odio vivir en esta ciudad. Pero no podría sentir todo lo que siento más si no es en castellano.
¿Tú no eres Paula H, Muchacha traviesa? Y yo me río, la sangre hierve en mis venas y yo sólo pienso en ti, muchacha traviesa. Puedo escribirte cien cosas mejores que esta.
La vieja me mira asustada, No te acerques, loca, enferma, a dónde va parar el mundo. Me río de nuevo.
Y tú… puedes hacer lo que mierda quieras.
A partir de hoy ya no me interesas.
Muy buena la fascinación para una noche, estar con tres de tus amigos hombres y sólo escuchar sobre motores de 8 filtros, vamos a pichicatear tu carro, detesto a los cholos que le ponen neon a su auto. Y tu copiloto diciendo que quiere arreglarle el tubo de escape a su eclipse para que suene y truene recontra fuerte. Y yo... what????
La nota era que no haríamos nada que no sea tranquilo porque a mi mamá ya se lo habíamos prometido. Y Oliver es de los niños que cumplen su promesa. Al menos era...
Estuvimos en la más normal, dando vueltas por todos lados, el trigal y de la nada el muy pendejo me dice "vamos a frutales". Y ahí debí haberlo sospechado... Patrick y Huguito estaban por ahí hueveando con el carro más aparatoso del universo, y al tiro nos convencieron para ir a Montefiori a ver a los demás carros. Iban a correr también David y Marco.
En fin... en piques he estado millones de veces, no hay tanta novedad. He visto a mis amigos correr, ganar, perder, chupar, sacarse el ancho y nada más.
Y ayer también estuvimos, pero en la más sana, estacionados con nuestros tragos, sin hacer mucho escándalo, buena música, muchos fallos, Sue por ahí estrenando enamorado y deteniéndose a contarme cosas que ya no recuerdo, y... nada más que sea soberbio.
Después que Marco perdiera su primera carrera, se nos acerca a retarnos.
Mmmm, yo también hubiera dicho no, como Patrick, que lució como un huevón, pero qué importa. Todo tranquilo, todo legal. Mil burlas after that, pero nada más.
En cambio Oliver... Oliver... Oliver... ni tiempo de carajearlo tuve cuando ya estábamos esperando que Pelo Duro nos de la partida, y Boom! Me di cuenta de la verdad más verdadera: Yo no sirvo para ir de copiloto de carreras.
El estúpido aceleraba como si quisiera morir y en lo único que yo pensaba era en el zardinel que cruzaba más adelante la carretera. Aixx, aguantar la respiración y contener las ganas de cerrar los ojos, porque si nos íbamos de fresa y nos estrellábamos, quería estar alerta para disfrutar un tantito del golpe y poder decirle con firmeza que me cagó la fucking noche.
Pero no ocurrió, bajó la velocidad, dobló a la izquierda y ufff. Estuvo todo a salvo. Marco nos hizo mierda, of course. Pero Oliver quedó encantado con la sensación de hacerme morir de un infarto.
Lindo, lindo con MI carro, pero ahí no más compadrito, no creen?
Ahora el idiota tiene la genial idea de pichicatear su carro. Qué guag! Quien quiera que me lo pida porque yo se lo regalo.
Y bueno, la noche acabó porque los ratones paranóicos estaban haciendo patrulla nocturna y les cagaron la noche a los más avezados. Qué linda es Lima, carajo.
tragicomedia en cuerpo y alma
no me culpo por lo que siento
pero igual me siento culpable
no sé de qué
pero culpable
sensación de vacío en su máxima esencia
no odio estar sola
odio sentirme sola
nadie dijo que los ángeles tenían que ser buenos después de todo
es mejor ir acostumbrándose.
Qué rápido se me pasa el tiempo, cierro los ojos, pienso en negro, hago un alto y PUM! junio acabó.
Empieza la carrera de nuevo, exámenes, cuadernos en hojas de fotocopias porque yo en clase nunca tomo notas, calculadoras para sacar promedios, y tus amigos diciendo Mierda, necesito un 17 pasar con 11 y seguir adentro. Cosa difícil, porque a veces los milagros no caen del cielo.
Estaba pensando en que la suerte se me va a acabando. Desde que empecé a darme cuenta que nada me interesa, ya no hago el menor esfuerzo para conseguir lo que antes conseguía sólo pidiendo.
Seamos sinceros. Yo he deseado cien mil veces que todo me salga bien, y por magia o por maldad, todo lo que hacía me salía a cien. Como ingresar a estas universidades sin sentir temor, porque no siempre las primeras veces tienen que ser traumáticas. Conseguir prácticas, dinero antes de lo esperado y un buen carro. Todo era cuestión de pedir y cerrar los ojos para que el mundo se distribuya y funcione para mi. Pero...
¿Hasta qué punto te puede durar la suerte? El año pasado, cuando estuve mal, pensaba que todo había sido un premio consuelo. Como jugar a la ruleta rusa y que los productores se pongan de acuerdo para que tus cinco primeros disparos sean un mero susto y percuten sin hacer BOOM! después de todo en 3 segundos, 3 minutos, 3 años, tú aquí ya no vas a estar y qué nos cuesta hacerte creer que en la vida tuviste suerte. Programas concursos van, ridículas existencias vienen... Algo como eso, pero un poco más complejo.
Pero el hecho es que la suerte a mi me ha empezado a cambiar, como el clima que ya se empieza a encausar y te hiela más que antes porque sabes que junio se va y el invierno viene. Académicamente nunca me ha ido tan mal, mis 8 profesores me detestan y lo peor es que no sirvo para pedir favores. Y si digo desearía... alguien más me saldrá al frente a decir Por qué a ti te tendrían que oír si nunca fuiste de las que agradecía al azar por tu manojo de cartas llenas de AS.
Grrrrrrr, odio ponerme en este mismo plan. Trazar salidas, buscar soluciones para después estar en ascuas y esperar que el final sea como ese que siempre quise pero que en realidad no deseé.
Más complicada que nunca, mejor me pierdo y me entierro sola.
—¿Se puede saber qué te pasa?
—Estoy con la regla
—¿?
—Estoy deprimida.
—¿Por qué?
—La depresión no tiene razón de ser, sólo aparece, te mata, te jode, te hace escribir esta mierda.
—A mi me gusta esa mierda...
—Mmmm.
—...
—...
—¿Qué me está pasando contigo?
—¿Por?
— No te puedo sacar de mi cabeza.
—...
—...
—Entonces estamos a mano... yo tampoco te puedo sacar de mi cabeza...
Al principio me quería ir a Berlin, la última vez que fui era muy chica como para aprovecharlo y traerme recuerdos que valgan la pena. Vamos! estar todo el día de la mano de mamá no es precisamente el recuerdo de Alemania que quisieras guardar.
Pero ya, fue, pasaron 6 años y pensé, sería bueno irme a Berlin un toquecín, pasear, llegar a Franckfurt, dormir, morir de frío, visitar a mis tíos y estar tranquilita en un sitio donde puedo mentarle la reconcha su madre a todo el mundo y que no se den cuenta. Cool.
Pero hablando en serio está muy lejos y a estas alturas soy medio maricona para la aventura. No sé qué me pasa, debe ser el síndrome del invierno. Pero no tengo armadura ni espada ni mucho menos soy del vuelo de Xena como para mandarme a pelear cual machona con todo hombre que me caiga encima. Así que 28 en Lima o Julio en Sydney, como antes. Abuelita, Norfolk Street y Paddington a la vista. No hay mucho que decidir. Las cartas y el pasaporte está echados sobre la mesa y para hacerlo interesante Buenos Aires. Nunca he estado en Argentina. Estrenaré muchas cosas estas fiestas patrias. Y dirán ustedes por qué me adelanto más de un mes? Pues es que no hay nada más que hacer.
Ayer iba a ser de lo peor. Depre y super depre, hasta que suena el fono y de la nada te lanza 3 planes fugaces para perderte. Y al lado la madre escuchando mientras tú haces planes y piensas "ahora ni cagando me deja salir". Pero hice el intento, colgué y le dije como quien no le interesa la cosa, porque esa es la lógica con lo padres, si te mueres por ir, no te dejan, si no te interesa, hasta te echan una anema bendición.
Le dije "¿Puedo salir con Gian a dar unas vueltas por Miraflores?" (donde todo ya murió hace años, pero igual, para las madres no hay tanta perdición como mencionar Barranco).
Mi mamita muy buena gente me miró, me preguntó que qué cosa iba a hacer yo y mi mirada trató de no responderle.
"A tomar???"
"Claro que no, mamá ! ! ! Acaso no me conoces???" (mala eleccion de palabras, sin duda la señora me conoce). Entonces alzo la ceja izquierda y dijo con su voz característica de lider espiritual de la tribu más leal de estos lares, "No me hagas empezar, Paula", y claro que no la haría empezar.
Pero... "Es Gian, mamá" Era Gian !!!!!
Así que aceptó y me dio mi besito para que me vaya a bañar y me dijo que me daría platita y todo y cuando estaba subiendo las escaleras. DOS, TRES, CUATRO, abrió la boca y supe en ese momento que ella nunca perdería:
"Si sales hoy, no sales mañana" Y POR LA GRAN PUTA ! ! !
Hoy, mañana, pasado mañana, no puedo estar encerrada en esa casa. Pero para los padres es simple establecer que de tu cuarto no sales.
Me puse a pensar... un pequeño trago con mi ex no creo que pudiera esperar, después de todo es Gian. Mi Gian, mi ex Gian. Para todos y para todo, uno de mis mejores amigos quería hacer las paces conmigo. Era una oportunidad genial para estrenar a la Paula que él siempre quiso que sea, pero que desgraciadamente no podrá tener. Así quiera, así no quiera.
Mi ex Gian y yo celebramos al final mis 100 post y me dijo que para variar sigo estando apocalípticamente bien.
Hoy no es un día para morirse, ni para desmayarse. Sólo es una larga mañana para asfixiarse con el olor a azufre de tu propio infierno.
Tu lengua, como la de todo aquel que me lamió una noche de luna llena, tendrá ese envenenante sabor ácido de la tragedia.
Tú piensas y ya no recuerdas, y yo recuerdo pero ya no pienso. Tu lógica es la que nos aparta y mis anhelos se quedan ya demasiado lejos.
Como dije:
Hoy no es un día para morirse.
Para vivir, tampoco.
Hubiera querido levantarme más temprano en lugar de chorrearme de la cama a las 12 del día, con dolor de cabeza por dormir tanto, con flojera por haber estado de rebote entre mis sábanas durante tantísimo tiempo. Otra habría sido mi historia si hubiera tomado las decisiones correctas esta mañana, este mes, este año, no?
Habría corrido o bajado o me habría desbarrancado las escaleras para decirle a mi abuelo feliz cumple, porque un día como hoy hace 92 años él apareció sin invitación en este mundo, pero ya no está, y por lo tanto hoy ya me habría dado cuenta que definitivamente no iba a ser nada feliz este nuevo cumpleaños. ¿Pero qué cumpleaños es feliz cuando no estás tú para celebrarlo? Algún día quizá tenga una respuesta, más adelante, quién sabe.
En fin, hubiera querido hacer todo diferente este día.
Empecé mal, me levante por el lado derecho de la cama cuando yo siempre caigo al piso por el izquierdo. Me bañé con agua helada para quitarme el conflicto emocional al que me enfrento cada mañana por no querer salir del sueño, y en lugar de tomar desayuno, vomité.
Mi mamá trató de sobornarme desde que me vio aparecer en la sala para que vaya a misa a las 7 de la noche, me ofreció lo inimaginable y yo habría aceptado tan sólo si me hubiera dicho que cerraría la boca. Pero ningún negocio es perfecto, creo.
Estuve desparramada en el sofá de la sala mirando la urnita con las cenizas del cumpleañero y recordando como sus párpados resbalaban poquito a poco los días como este en que teníamos que esperar que llegara más gente e ir a misa juntos y entreverados, como una familia con patriarca, como una familia que merece ser enmarcada.
Aquellas veces no nos decíamos nada, porque ya teníamos una esfera de interconexión donde sabíamos demasiado de nuestras vidas como para alterarnos con detalles mundanos.
Es gracioso cómo los recuerdos más raros me llegan a la cabeza cuando pienso en mi Papapa.
El año pasado, una tarde como ésta, nos tomaron una foto que jamás llegué a ver y me increparon el hecho de haberle puesto cachitos con las manos sobre la cabeza. Ya lo sé, demasiado irreverente, nada respetuosa, sin imaginar siquiera que 3 meses después su historia cerraría y se lo llevarían.
Hace un año esperamos juntos, aquí en esta misma sala, sentados en estos mismos sitios, pero a pesar de parecer tan distantes y no decirnos mucho acerca de nada, ambos sentíamos que había la misma comunidad que ahora siento que hay entre esa cajita de madera y esta chiquilla llena de recuerdos, pienso en todos los minutos que perdí haciendo otras cosas y que no aproveché preguntándole más sobre sus cosas, imagino mis conversaciones largas y a veces tediosas y me dan demasiada pena como para articular ideas coherentes.
Hoy sigo yo, superviviendo como parte de su familia y pensado que daría cualquier cosa por volver a gozar de nuevo siquiera de nuestros silencios.
Un día como hoy, mi abuelo hubiera cumplido 92.
PAULA muere el 15 / 12 / 2012
a la edad de 27 años.
Motivo de tu muerte: Abres los ojos, un resplandor te ciega, un camión impacta contra tu coche mientras sientes como tus huesos se van quebrando y clavándose en todos tus órganos vitales, mueres tras dos segundos de lucidez en los que irónicamente piensas: si bebes, no conduzcas...
Jaaaaaaa.
Lo que mal empieza, mal acaba.
Odio tener que dar la razón.
Cómico es que si tomara menos y fuera más buena gente, moriría electrocutada en la bañera. Auch.
Lo que significa que las buenas acciones no siempre pagan y que ser la mala de la película a veces, sólo a veces, no es tan malo como todo el mundo supone.
A que no, no?
Sin headache, sin nauseas, sin ganas de chupar una naranja heladita y esperar que te choque al higado para ayudarte a vomitar. Nada, absolutamente nada. Estoy sanita y se siente de la gran flauta.
Ayer llovió, me lateó la noche porque el frío me destroza las ganas y por eso no quise tomar demasiado. Estuve siguiendo el consejo número mil de mi mamá: tomar poquito, manejar despacito, portarme bonito. Y resultó ser bueno. Lo de tomar... pues... no estaba en ese ánimo, pero me divertí igual. En la más tranqui con la gente de siempre, hablando, bailando no-sudando y celebrando que estamos vivos, que tenemos menos de 20 y que la vivimos, como muchos dicen, la vivimos y eso es suficiente.
Llegué a mi casa a las 2 y pico, no? Si, más o merca a esa hora. Y lo que les haya pasado a los demás, lo desconozco, no he hecho las averiguaciones correspondientes pero me imagino que debe ser atroz, porque si yo estaba en la más responsable, ellos se absorbieron la cuota de irresponsabilidad que yo desechaba y pedían a crédito mucho más de lo que podían afrontar. Así de mal.
Yo no. Yo zafé, viré y me sentí bastante bien.
Y bueno, hoy... nada de nada, fuí a comprar helados con mi primo, y en mi casa con un culo de gente hasta las huevas esperando que venga Venezuela... y por ahí yo también, quedándome jato en un sofá. Soñando lo que demonios sea que me haga estar en paz y nada más.
Más tarde será otra historia. Lo sé, pero por ahora estoy tranqui, no me quejo, tomé la decisión correcta cuando me quité ayer.
Eso de andar emborrachándome no debería ser mi bandera. ¿Será que estoy madurando?
Auch, qué raro.
Al menos ahora lo más concreto fueron los helados con Miki... Demasiado tierno para ser real.
Supongo que desde hoy mi mejor amigo vuelve a tener 4 añitos de sabiduría. Y no me queda otra que pasar el domingo abrazada escuchando sus ricos consejos.
Qué tierno.
Guaj.
Siempre he tenido debilidad por las chicas lindas.
¿Será por eso que siempre me miro al espejo?
Jaaaaaaa, no no, es una ligera broma.
En fin, pero lo primero es verdad, la debilidad por las chicas lindas.
Y lo de mirarme al espejo no tanto, no es tan necesario, es que yo siempre ando perfecta por todos lados.
Jaaaaaaa, segunda broma.
Pero hablando en serio... las chicas lindas... me enternecen, me achicopalan. Como tiene que ser, no?
Presiento que una de ellas será mi hija cuando yo tenga una hija. Cosas raras que me pasan por la cabeza. Y luego a buscar un papá con iguales rasgos y alucinar un futuro. El que sea, futuro es futuro y a veces hay ideas que a una la ayudan a pasar minutos tediosos en plena oficina.
Pero la fantasía no funcionaría, no existiría, sin las chicas lindas.
Supongo que aún soy víctima de un subconsciente superficial... pero eso... está del todo mal?
Todo esto vino a colación porque saqué a Mischa Barton del skin de mi blog. Se fue el naranja y se fue mi fijación maternal con una mocosa bien perfecta.
¿Y ahora? Espero que La Novia satisfaga todas las expectativas. Después de todo, Uma de lejitos se ve soberbiamente bien.
Me duele la mitra, el cerebro, las fibras nerviosas que hacen que todo mi yo funcione.
He dormido muy poco y tengo la peor cara del universo. Se siente extraño ser ésta tipa medio blue que ya ni siquiera se larga a reir cuando una de sus amigas se cae al suelo por puro bruta que es en pleno Friday's. Ya ni eso. Así que estoy de bajón entero.
Pero hoy iré a chupar con Mariana y Karla, nos encontramos para almorzar y cuando me vieron no lo pudieron creer. Muchas ojeras, demasiado pálida y un humor de los mil demonios.
La consigna era que no podía seguir siendo esto, y ellas harían algo al respecto.
Entonces hoy me toca dosis extra de desahuevina y a lo mejor estar un buen rato con ellas me termina de acomodar, como siempre lo han hecho, como antes, como tiene que ser.
Supongo que cuando uno tiene mucho menos ganas de salir, es cuando el resto te comienza a insistir.
Y hoy fueron ellas, gracias a dios.
Igual no estaba de humor para mandar a la mierda a las dos amigas que más me interesan.
(Eso sí, lo bueno es que hoy yo no la pongo porque estoy depre y mi bolsillo se resiente.
Díganme si al menos no es algo bueno?)
No basta con pensar que pasará, porque hay ciertos enemigos que viven contigo, bien adentro y en cualquier momento volverán, te guerrearán una nueva guerra y sólo quedará rezar para no caer desbaratados y que te dejen hecha trizas atrás.
Pero no vale cuando te pones triste. Deberías estar contenta, esos "white stripes" te tocan al fin una canción como símbolo de tregua.
Y sin embargo...
Incertidumbre va e incertidumbre viene.
Un maldito invierno (infierno) que mes a mes te volverá a asustar, porque de algo estuvieron seguros el doctor, tu mamá, francisco, jéssica, giana y tu mejor amigo:
Daniel F y su gente aquí se quedan.
Aprende de una vez a convivir, muchachita traviesa.