A veces no sé si mi mamá lo sospecha, si se las huele y se hace la que no se da cuenta. A veces, cuando llega de la clínica y se sienta en la sala a hablar con ella de todo su día, de cada paciente, de todas las recetas, de las medicinas, de las pocas cosas que pueden compartir sin que yo me de cuenta, pienso que lo sabe y que piensa que no está tan mal si es que es con una chica como ella.
Ahora, hablando de planes para veranear fuera, dice que no estaría mal si es que me voy al mismo infierno, pero siempre y cuando sea acompañada por ella.
No cabe duda, era verdad cuando Katie decía que tenía incorporado el chip para encantarle a las mamás, que todas las mamás de sus ex la amaban, la adoraban, no querían dejarla.
La mía también cayó.
¡Qué emoción!