No quiero pensar, no puedo. Mejor procurar borrar esos putos recuerdos. Esta es la única manera de sobrevivir estos días. Lo único que queda en este día de mierda.
El sol arde como los mil demonios, se consume el mismo lentamente y termina convertido en una piedra fria y sin luz.
Ja ja..! que macabra ironía?
Opinó :::.. mauricioLa luciérnagas brillan con luz propia en la oscuridad.
En cambio las polillas se estrellan contra el cristal
de una lámpara tratando de atravesar ese cristal. Solo
para morir quemadas por la luz que ellas mismas
jamás tuvieron
Luciérnaga o polilla...! -Cual...?-
si olvidas, algo de lo que olvides no habrá servido de nada, so, no olvides, guarda lo que sea para ti y adelante.
gracias por haber visitado mi desierto.
Opinó :::.. StarSurNo tengo ni idea que escribir, sólo sé que lo tengo que hacer, con excusa o sin ella, sin tratar de parecer interesante, ni complicado (ya eso va por cortesia de la casa). Por coincidencia, como la mayoria de las cosas interesantes en la vida termine topandome con la webpage de Paula ... Y empece a leer y no me he podido zafar. Ya tengo suficientes problemas yo y no entiendo la razon por la cual ahora estoy escribiendo a alguien que ni siquiera se quien es (¿al fin y al cabo quien lo sabe?) como me he dejado envolver por los días de Paula, por sus palabras (algunas mas dignas que otras, tal como los días)... Ciao ...
Opinó :::.. Alvaroquizá no se trata de borrar los recuerdos: si son tan putos, deja q alguien pague por llevarselos consigo
Opinó :::.. onophriustendrías que buscar un terapista al revés.
Opinó :::.. onophriuscuini...
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Where are you Reina?
We miss you.
Here I’m sending you something that it usually helps,
when it looks that everything around is all fucked-up.
NO ME MUEVE MI DIOS
Autor: Fray Miguel de Guevara
(1585-1646) religioso y filólogo novohispano.
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No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
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