Ya no tengo ganas de hablar, ni de nada más que no sea dormirme y despertar bien y super tarde, cansada, agotada, como si todo lo que se sueña te dejara trapo. A pesar del Supradim las cosas a mi me pesan demasiado y no sólo es el sindrome after semana santa, es algo más y lo peor es que no sé qué puede ser.
Perdí una entrevista para colaborar en una revista de antro, no había dinero de por medio, así que demasiadas bocas dirán "¿y eso qué mierda tiene de fatal?" Lo que sucede es que yo no suelo ser así. Tampoco soy la más responsable del mundo, pero nunca le doy la espalda a las cosas que me importan. Lo peor fue decirselo a mi mamá y soportar su análisis psicológico sobre mi falta de interés por mi vida. Un bla, un ble y un blum que terminó por distanciarnos más de lo que ya estamos. No sé qué nos pasa, y si es tan malo no creo tener las fuerzas para enfrentarlo.
Me dijo entre todos las críticas "si tanto te gusta que las cosas salgan como tú quieres... empieza por hacerlas tú misma!".
A lo mejor tuvo toda la razón del mundo, si conmigo no funciona la desahuevina por lo menos funca la exaltacion materna, ahora sólo diganme cómo demonios hago para no olvidarlo.
Y a pesar de todo, no tengo ganas de escribir.