Si olvidar fuera fácil, ya te habría sacado de mi memoria.
Hay cosas que dice Guillermo que me hacen mella. Me hacen pensar en dúos que ya no son dinámicos y me dejan con un signo de interrogación entre las cejas. Arribita, arribita.
Hablemos claro.
Él regresa y abre la boca, recita versiones con dos protagonistas y crée que el papel de nuevo me sentará bien. Aparece y me mira como lo hacía antes, y de alguna extraña manera remueve mis bases.
Porque querer de la manera en que lo quise, creó un lazo extraño entre nosotros. A pesar de todo lo que pasó, de lo que dije, de lo que dijo, de lo que pensamos. Muy en el fondo tenemos las ideas invertidas, y sabemos que nos queremos mucho. Comprendemos que alguna vez dejamos que se arruine la partitura y que hoy no hay forma de enmendar esa historia.
Y si dice que olvidar no es fácil, yo digo que reemplazar sensaciones y sentimientos es la salida más adecuada.
Porque hoy, él llega, pero lamentablemente yo ya no estoy. Y a lo mejor nunca estuve. Pero en fin, lo que ves es lo que queda. Y todas mis migajas le pertenecen a alguien más esta noche.