Ayer estuve metida en mi casa demasiadas horas, y fue como constructivo. Antes no era así, nunca pasaba tanto tiempo aquí, ni en ninguna parte, creo que mi personalidad es de esas que buscan ir por ahí y por allá en calidad de visita, lo cual es malo porque al final una no se termina de asentar en ningún sitio y de esa forma es más fácil para que los demás te digan "adiós" y te saquen de su memoria así de fácil. Y bueno, ya he perdido a tanta gente que no me creo capaz de soportar que alguien más se vaya o que sea yo quien se largue por falta de estímulos. En eso está la lucha de febrero.
También fui a la clinica Ricardo Palma a ver a mi cuñada que está a punto de dar a luz, y es el acontecimiento del siglo en mi familia porque todos se mueren por ser tíos y las tías se mueren por ser abuelas. Weird, pero cierto. Mi mamá es la más afanosa de todas y creo que a veces es un poco insoportable. Pero a quien le importa, está feliz, nunca pensé que ser abuela en potencia la transformara tanto (para bien, claro), y a pesar que dice y jura que no se dejará decir "abuelita", cada vez que le hacen la broma a ella se le dibuja "la sonrisa" en la cara, y es bastante tierno.
Estar aquí, en medio de toda esta familia que enmela a veces aburre, a veces es asfixciante. Pero bastante necesario, al menos hasta que empiecen las clases, las practicas en Grade, y se vaya el verano