Atravesando Mare Nubium

Freud, cuanto mal has hecho...

Se lo que parece. Rollo Aquiles. Yo mas bien diría que divago, pero bueno. Empezaremos con un chupito mitología:

Tetis era una nereida con mucho éxito en el Olimpo. Al parecer Zeus y Poseidón iban los dos detrás de ella hasta que un oráculo dijo, que simpático, que el niño que ella engendrara sería más poderoso que su padre. Ups. Los dos dioses antes citados recordaban muy bien eso de 'ven aqui, papi, que voy a quitarte un peso de encima... adios cataplines' y decidieron apartarse discretamente, y para no tener que preocuparse demasiado prometieron a la pobre nereida a un mortal. Peleo. Bueno, el hombre tuvo que currarselo mucho porque ella no estaba precisamente por la labor, pero al fin parece que lo consiguió. Se supone que lo de Paris y la manzana fue con motivo de las bodas, pero eso es otra historia y será contada en otra ocasión, que decía Ende. O no. (1) Tuvieron siete retoños como siete soles. El problema es que su madre, horrorizada con que fueran mortales, se empeñaba en quemar su parte mortal en el fuego sagrado (¿remember The Sandman?) y los metía uno a uno, conforme nacían, en la hoguera. Y adios niño. A Aquiles, el último, lo salvó su padre de milagro y sólo se quemó un pié (Cheiron, el centauro, le hizo un transplante y como nuevo). El resto creo que lo conoceis.

No quiero ahondar en lo de Troya. Estaba releyendo estas cosas (recuerdo haberlas leido antes porque era el mismo artículo donde salía lo que cuento en la nota al pie, que por pintoresco recordaba mucho mejor que estos detalles mas sobrios) por motivo de la susodicha película cuando me di cuenta de que era un ejemplo perfecto de la madre nutricia/devoradora de sus propios hijos, divertido concepto psicoanalítico que sale a colación desde el post de Fraga en el blog de los Pixys, ver enlace. Lo se, suena raro. Leedlo si no lo habeis hecho y luego volveis. No es que tenga mucho que ver pero es culturilla general. Os espero.

Hala, seguimos. Creo que todos estaremos de acuerdo en que nadie te puede joder la vida mejor que una madre, que una mala madre es lo peor que te puede pasar, y que es la manera más directa de ser un adulto pésimo, ido de la olla y además peligroso. En fin. La cuestión no es que la tal Tetis fuera una mala madre, la verdad es que lo único que quería era lo mejor para sus niños, solo que en el intento simplemente se los cargaba. No es tan raro. Puede que no en un sentido literal, pero una madre hiperexigente que te controla 'por tu bien' puede destrozarte la vida.

En definitiva, qué peligro eso de las madres.

Ahora viene el pestiño, entretenidos conceptos psicoanalíticos que leí hace tiempo. Sois libres de corregirme si lo creeis oportuno.

La madre devoradora: el bebé en el fondo tiene miedo de la madre porque se da cuenta que puede desaparecer. Que lo es todo y a la vez es otra persona distinta a él, que no tiene por qué estar. Pedazo de angustia. Además de eso, ya que viene de ella, puede volver a ella, dejar de ser: la muerte tiene en el fondo mucho de volver a la madre (tierra), la mayoría de los ritos funerarios están llenos de esa idea. Alfa y omega, y tal. Y en otro orden de cosas, la manía de las civilizaciones de controlar a la mujer es obvia: ellas dan a luz, apenas necesitan al hombre para ello, mientras que el hombre definitivamente las necesita a ellas. Ese miedo tan moderno a la independencia femenina y la inseminacion artificial de moderno no tiene nada: si la mujer pudiera valerse por si misma como los hombres llevan milenios haciendo, dejaría de necesitar al hombre y lo exterminaría. ¿Y por que los hombres piensan eso? Porque a lo largo de la historia se les ha inculcado desde la cuna que ellos no necesitan a las mujeres para nada que no sea tener hijos, y creen que puede ser recíproco. Cree el ladrón que todos son de su condición...

Sigamos con Freud.

Complejos de Electra y de Edipo, que simpáticos. El niño que idolatra a la madre y le tiene rabia al padre, la niña que idolatra al padre y le tiene rabia a la madre. Muy normal, ¿no? Desarroyemos. El niño que quiere desplazar al padre, que se enfrenta a él, no es un crio de siete años. Seguro que la mitad (siendo generosos) masculina que pueda leer esto recuerda un momento en su vida en que se enfrentó como un gilipollas a su progenitor, a veces de manera bastante desagradable. Y no por la madre, no es tan simple. Es una mera cuestión de primacía, eso de '¡que ya no soy un niño, leche!' El macho joven desafía al macho alfa de la manada por la posesión de las hembras. Divertido concepto. Ahora está lo interesante, la respuesta psicoanalítica: el chico, arrepentido de haber descargado tanto odio a su padre, se identifica con él de manera exagerada, le toma como modelo, y se aparta cada vez más de la madre, a la que culpa de ese odio. Primero te lo cargas, luego haces un funeral estupendo y maravilloso, lloras mucho, y vas a vengar al difunto en la que crees culpable de incitarte: La madre, la mujer en general, y la mujer es el pecado. En realidad la madre no tiene la culpa, pero como alguien la tiene que tener, y tu no vas a ser ese alguien, faltaría más, lo que pasa es que estabas enmadrado. Y otra cosa divertida: como el niño para crecer debe, en cierto modo, matar al padre, todo lo que se mata se convierte en padre y se idolatra posteriormente: de ahi los totems sagrados de los pueblos primitivos: los animales que matamos, de los que nos alimentamos egoistamente, son honrados y se convierten en padres de la tribu.

El psicoanálisis es muy divertido.

Ahora vamos con la parte femenina, que todavía más raro: el complejo de Electra. La niña idolatra al padre y se aparta cada vez mas de la madre, es la hembra rival. La niña quiere crecer, quiere ser la madre, quiere suplantar a la madre, quiere convertirse en madre. Estar al lado del padre es requisito imprescindible. Además de eso la niña teme subconscientemente a la madre, es peligrosa. Cree que puede hacer daño al padre, destruir al padre, al hombre en general, romper el ciclo y ser eternamente la madre con ella como la hija eterna, anulada. Lo que ocurre es que la niña no suele tener instinto agresivo con la madre, no quiere acabar con ella. Simplemente quiere ser ella. Convertirse en ella. Así que imita a la madre, crece y se convierte en su madre. (Y se busca un novio clónico del padre, seguro que conoceis casos.)

Y ahora vendrán las críticas, los que dicen que nunca han pensado en liarse con su madre y las que dicen que no quieren ser como sus madres. Eh, esto es psicoanálisis, no es la vida real.

(1) La manera en que Bergua, insigne maestro, cuenta el juicio de Paris en mi ejemplar de la Mitología Universal es como para ser recordado: dice que Hera prometió a Paris el gobierno de la India, creo, que Atenea prometió la sabiduría y que Afrodita el amor de la mujer mas hermosa. Y luego dice que, si por él fuera, le habría dado a Atenea la manzana y a Afrodita un pellizco en el culo, de haberse dejado, pero eso es porque tiene setenta años, que hace cuarenta a Atenea de la manzana no le da ni una pipa. Que tio. Tambien reseñamos lo de la cabeza enterrada del Rey Arturo, que protegía Inglaterra si estaba en una cierta orientación, pero que alguien cambió para que pudiera ser invadida por los sajones. Bergua añade que con lo estudioso que es, seguramente Churchill ya habrá tomado nota. ¿Y que me decís de lo de las naranjas de la diosa Amaterasu, que según él por el destrozo que hicieron debían ser atómicas...? Gran tipo, ese Bergua.

Escrito por Aranluc a las Junio 1, 2004 01:22 PM