Una chica de clase tiene una pegatina en su carpeta que dice: 'Si no hubiera ejércitos, no habría guerras'. Tanta ingenuidad me enternece. Como si tuviera que ver una cosa con la otra. Si no hubiera presión demográfica, ni recursos naturales de alto valor económico, ni desigualdad social evidente, ni perturbados mentales en altos puestos administrativos, ni usureros disfrazados de bienhechores de la humanidad, ni gobiernos oportunistas, ni... bueno, puede que costara más montar una guerra. Lo que es seguro es que si no hubiera ejércitos seguiría habiendo guerras y el mundo sería un lugar en el que esa chica seguramente no se encontraría a gusto, porque sin soldaditos que vayan a pelear ayende las fronteras a las órdenes de un general repantingado en su sillón, en cuanto el país de al lado decidiera que tenemos algo que quieren o que les hemos insultado gravemente (a veces respirar es suficiente insulto, vease Israel) empezarían los reclutamientos de población civil. Y eso si que sería divertido, ¿verdad?
Vale, Suiza no tiene ejército. Lo que tiene es un sistema fiscal totalmente amoral que le protege más allá de toda duda, pero el secreto del éxito de Suiza está precisamente en que no hay muchas Suizas en el mundo. No creo que haya un solo dictador por ahí que no tenga un 'plan de jubilación', lease la mitad de las arcas públicas de su país, en un banco Suizo. Dictadores, narcotraficantes, mafiosos de todo tipo, respetables banqueros, altos funcionarios... Y luego dicen que la paz les hace aburridos y que la única aportación a la cultura que han hecho es el relog de cuco.
No me considero pesimista. Mi fé en el ser humano es infinita, pero tener fé no significa ser ingenuo. Hay que ver la realidad tal y como es. La realidad no es deprimente, es real. Y así como hay cosas maravillosas a la vuelta de la esquina, también hay cosas horribles a cada paso, y la estrategia de la avestruz me parece la mejor forma de prolongar el momento, que siempre llega, en que la realidad te da en las narices y te tira de espaldas. Sinceramente, me gusta más el método gacela:
Las gacelas viven en la sabana, es una extensión enorme y llana, con pocos árboles que estorben la vista. Una gacela normal está harta de ver, a cien metros, como el leon de turno se echa la siesta. Si tuviera que ponerse histérica cada vez que viera un leon, se pasaría la vida extresada. Así que se ocupa de sus asuntos (relacción, ingestión, excrección, reproducción... lo normal) y mira de vez en cuando a ver que tal está el león de turno, y cuando no lo ve... entonces es cuando se preocupa.
Hay muchas personas que llevan ese tipo de emblemas y pegatinas, y nunca se han parado a pensar en ello con profundidad mayor a la de una película de disney. Esa gente, gente estupenda en el fondo, se irrita mucho cada vez que abro la boca y empiezo a tirarles de sus nubes de algodón. No lo consigo, por supuesto, porque están muy bien alli y nadie te convence de nada si no te dice exactamente lo que quieres oir. De hecho, para que una idea nueva penetre en las cabezas de las personas humanas, y me incluyo, normalmente tiene que estar ya dentro, aunque solo sea por asociación. Convencer no es mas que poner un argumento de tal modo que el que te escucha piense que, de haberse parado a reflexionar un poco, habría llegado a esa misma conclusión. O eso, o convencerle de que la 'gente como él' (sea lo que sea lo que se considere a sí mismo, con o sin razón) piensa exactamente así. Sofismos. Llevamos ocho años gobernados por sofistas, creo que no hace falta retrotraernos a Platón y Sócrates para hacerse una idea de a lo que me refiero.
Pues a mi eso no me va. Yo expongo. No convenzo. Por eso muchas veces soy muy cruda en mis argumentos, más de uno me ha tomado por lo que no soy simplemente porque estamos más acostumbrados a ver la forma que el fondo, y a mi si no se me escucha (o lee) hasta el final, se me malinterpreta.
Pues no me malinterpreteis. No creo que haya una manera de conseguir que no haya guerras que no pase por la exterminación de la especie. Mientras haya gente, esa gente se portará como niños de cuatro años enrabientados, y cuando eso ocurre hay desgracias. No estamos en un mundo perfecto, pero al que tenga la teoría de que en otro momento histórico habría vivido mejor que consulte enciclopedias y vea lo divertido que era el siglo diecinueve, o el quince, o el diez. Por simple estadística, tiene uno más posibilidades de tener una vida digna ahora que en ningún otro momento de la historia, el porcentaje de guerras es bastante menor, la esperanza de vida sube incluso en el tercer mundo, los derechos humanos existen al menos como concepto y hay paises en que se aplican, y al menos ahora las mujeres son, en muchos sitios, personas, y no solo animales parlantes. En Nueva Guiena hay tribus en que los niños van a vivir con sus padres en cuanto dejan de mamar, las mujeres se compran y se venden y viven con los cerdos, se las puede matar si se portan mal, y cuando hay una muerte en la familia (cerdos incluidos) los hombres les cortan los dedos a sus esposas o sus hijas para demostrar el duelo. Si se les habla de derechos, las mujeres se escandalizan. Ellas no se consideran personas. Enseñan los muñones con orgullo y se ríen si se les pregunta por qué se dejan hacer eso. No les tienen miedo a los hombres, no mas que la oveja temería al pastor, pero curiosamente, los hombres de esa tribu sí temen a las mujeres. De hecho les hacen eso porque si no, según ellos, se convertirían en demonios y les matarían. Curioso. Ahora esto nos escandaliza. Hace siglos hubiera sido tan habitual como para un patricio romano era abandonar a su bebé enfermo en un verdero para no tomarse la molestia de cuidarlo.
El mundo está lleno de cosas horribles, como horrible es un cadaver para cualquiera que no esté acostumbrado a verlo. A un médico no solo le parece normal, puede incluso ser fascinante. Cerramos los ojos, nos olvidamos de que somos mamíferos predadores, echamos la culpa de los males del mundo a un par o tres de palabras altisonantes como 'militarismo', 'imperialismo' o 'fanatismo' y vivimos tranquilos, indulgentes con nuestras mezquindades, o nos dedicamos completamente a ellas pensando que soñar es perder el tiempo, que hay que traer dinero a casa para comer y comprarse un deuvedé con jom cínema, y lo demás son utopías, osea, gilipolleces.
O abrimos los ojos y admitimos que el mundo está lleno de cosas, que opinaremos que son horribles o hermosas, pero son solo eso, opiniones, y que tanto los males que afectan a la humanidad como el progreso que hemos alcanzado se deben a un solo motivo, el egoismo. Si no nos importara mejorar, ni pisaríamos al vecino ni le ayudaríamos, pensando que el vecino es tan bueno como nosotros y por tanto merece que se desee para el cosas tan buenas como las que deseamos para nosotros mismos. Cuestión de opiniones.
Y la vida sigue, y se que voy a llorar mucho, pero se puede ser feliz. Y no me importa si hay o no hay ejército. No se puede combatir contra la naturaleza humana. La gente muere, la gente nace, seguirá habiendo cosas horribles y cosas maravillosas, y creo que cad vez más de las segundas que de las pirmeras. No espero la intervención divina, hasta ahora nos las hemos apañado muy bien con libre albedrío, al menos para seguir vivos. Y por lo menos, yo tengo fe.
Escrito por Aranluc a las Abril 21, 2004 01:09 PMOye, lo de "largo tocho" era cierto, pero lo de "egocéntrico" tampoco demasiado :-)
Apúntame a la lista de gente con cierta fe en la humanidad, aunque me flaquee cosa mala cada vez que miro un telediario...
Escrito por Manu a las Abril 21, 2004 08:39 PMTú tendrás fe, pero de la que no lleva acento. Igual también tienes relojes, pero de los que van con j. ¿O es que aparcas en el "garage"? Lo sé, lo sé, soy un borde, pero es que la ortografía es superior a mí, compréndeme.
Hay otra forma de eliminar las guerras aparte de eliminar la especie humana: que todos seamos iguales. O evolucionar, podríamos pasar al homo veritatis sapiens. Es muy fácil, sólo hace falta el Proyecto de Complementación Humana, los manuscritos del mar muerto y un par de Evangelions, lo demás viene por narrativio.
Ahora en serio, lo diré una y otra vez, la verdad es fea. No la buscamos, la evitamos. Estamos muy felices en nuestra realidad, no nos hace falta salir a ver la realidad DE VERDAD. Ay, si San Neo levantara la cabeza...
Ya está aqui él justiciero ortográfico... hijo, es que ahora las tildes se me cuelan en todas partes, es acojonante. Ya lo corrijo...
Por otro lado, si todos fueramos iguales las guerras serían peores, porque los gobiernos pensarían 'que guay, nuestras fuerzas están compensadas, tenemos un 50% de probabilidades de machacarlos y quedarnos con todo, si atacamos ahora serán un 75%' Además, no creo que conozcas a nadie que sea feliz diciendo que tiene lo que tienen los demás, todo el mundo está empeñado en tener algo que no tiene nadie, y si no es material sería de lo otro. Si es que es la evolución, los individuos que nacían sin interés por mejorar se extinguieron hace musho tiempo...
Escrito por Aranluc a las Abril 23, 2004 12:20 PMNo me ha entendido usté. No implico yo con "todos iguales" que una nación, pueblo... ataque a otro porque están en igualdad de condiciones, cual 1984. Si todos somos iguales no hay ni nación, ni pueblo ni chorras en vinagre. Aldea global, nación humana... Ergo se acabaron las guerras, aunque tb se acabaría la especie humana, seríamos otra cosa completamente distinta. Ojo, que esto es una distopía, no malpensemos.
Escrito por Lord Vetinari II a las Abril 23, 2004 01:23 PMStanislav Lem, Ciberiada:
El protagonista es un científico robot, viaja a diferentes planetas poblados por organismos cibernéticos diferentes. En uno de ellos viaja a un mundo en que todos los seres están 'enchufados' unos con otros, no son individuos, ni siquiera se mueven, solo están ahí, enchufados, oxidándose.
Stanislav Lem, Diarios de las estrellas:
El protagonista es el astronauta inutil delq ue hablé alguna vez en el foro. En un capítulo viaja a un mundo en el que se ha liberado una droga que hace que la gente sienta lo que sienten los demás. En teoría es para mejorar la convivencia, la verdad es que en cuanto alguien sufre, aunque sea una depresión o un dolor de muelas, los de alrededor enloquecen y lo matan para no sufrir. Una masacre.
Stanislav Lem, gran sociólogo.
Escrito por Aranluc a las Abril 27, 2004 11:36 AMexcelente. te he dedicado un buen post en mi blogcin, hechale un ojo si quieres.
estoy de acuerdo con tigo acerca de la naturaleza humana. es bueno saber que no soy el unico desequilibrado ;-) aguanta los a taques de la gente de las nubes de algodon, se defienden para mantener el quilibro mental.
Vale. Y ahora dime, ¿has visto The End of Evangelion (no voy a parar hasta que la veas, en serio)? Porque pasa algo muy parecido a lo que me cuentas del amigo Lem, nos fundimos en un quieto mar de nada para poder "evolucionar". Claro que entonces es muy aburrido, no hay nadie con quien cabrearse, porque todos somos parte de ese algo. Algo así como una célula dentro de la madre URSS, parte del todo, pero que ni pincha ni corta. Habrá que echarle un ojo a Lem, ya veré, tengo muchas cosas pendientes.
Escrito por Lord Vetinari II a las Mayo 4, 2004 02:16 AMNo he visto Evangelion, ¿Has leido el ciclo de las Fundaciones de Asimov? No te reviento el final, básicamente porque son chopotantos libros y no se puede decir que sean iinteresantes sólo por la idea del último...
La verdad, no me gusta esa idea de la comunidad global, todo ese NOSOTROS en vez del cómodo y maravilloso YO, que por muy jodío que suela ser a veces, implica la existencia del TU...
- Doctor, a veces me siento insignificante...
- Bueno, es que ERES insignificante!
(Diálogo entre hormiga-Woody Allen y su hormigopsicoanalista en ANTZ)
¿Has leido Once and Future King, de TH White? Creo que voy a postear sobre él. Mira que hace tiempo que no lo toco, cada equis tiempo lo cojo y lo releo, pero...
Escrito por Aranluc a las Mayo 7, 2004 11:46 AMNo puedo resistirme a apuntar que Suiza si tiene ejercito, la mili es completamente obligatoria y lo mismo tener el fúsil en casa. Y si no quieres tienes una presión fiscal del 7% o así sobre tu sueldo el resto de tu vida.
Solo por eso prefiero vivir en el culo de Europa...
¡Leche! Eso no lo sabía. Que fuelte...
Escrito por Aranluc a las Mayo 11, 2004 12:24 PM