Ya sé a lo que se refería mi amigo Gonzalo con lo de ser fiel a una mujer que jamás fue tuya. Regalarle nubes, nubes que vuelan sin evaporarse, nubes que riegan campos infinitos de blancos tulipanes, nubes que se evaporan si lloras, nubes que lloran si te evaporas, y nubes que desaparecen por llorar, como por arte de magia.
Un mar de lluvia se formó a partir de una sola nube, y una sola nube volcó sus aguas en una sola flor de seda.
La flor blanca, la seda negra, el cielo gris… mi alma en pena, mi alma en pena…
Podría explicarte mil veces lo que he sentido y lo que te he querido demostrar y hacer sentir, pero jamás podría explicarte lo que siento ahora.
Nada en la nada… a ver si flotas.
Un silencio puede ser mentira sino dices que es un silencio y lo gritas.
Un grito tardío no encuentra paredes que lo reboten, no encuentra eco que lo sustente, no encuentra oídos que lo soporten.
Un cigarrillo en el andén puede hacer que pierdas el tren. Que sepas que ese mismo cigarrillo estaba en tu cochera, con otra flor, con otra nube, con otro loco que cae y que sube. Pero se fue. Ahora sólo cae y se levanta.
Se alejó para no volver, porque el tren sólo pasa una vez… Porque el ayer no se cambia hoy, y porque hoy ya da igual lo de ayer…
Se feliz princesa, buenos días y buenas noches, que sepas que en el Mar de Lluvia el agua está helada, y la seda negra la tapa, porque el sol se acerca, y siempre tuvo miedo a que se evaporara y que nunca jamás lloviera… y nunca jamás volviera.
Pero habrá lluvia y mar, habrá agua, habrá sal. Habrá flores y nubes blancas, habrá días grises, fríos, sin mantas. Habrá sedas negras que nos apartan… Y habrá princesas que nos maltratan, por simple miedo a ser maltratadas. Y maniatadas dan patadas, al aire que las espanta, a los espíritus de su garganta, a sus pesadillas, y a sus flores blancas…
Taciturno.
Su pecado fue querer estar solo, por simple miedo a la soledad.
Escrito por taciturno a las Abril 21, 2004 02:54 AM