Abril 13, 2004

Hagamos un cambio

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Hagamos un cambio. Dos besos. Dos abrazos. Una mirada sincera. Un apretón de manos.

Una anécdota divertida mía por otra tuya. Un momento que quieras olvidar y no puedes, y otro mío, que no puedo quitarme de la cabeza.

Algo sobre ti que nadie sepa, y a cambio te contaré mi secreto.

Un silencio en tus labios y un grito en mis oídos.

Háblame por siempre lo que nunca te callaste, y cállate un instante, para sentirlo siempre.

Dime que sí negando lo que es obvio, y dame un no por respuesta en preguntas que sólo se puedan afirmar.

Dame la vida con un beso y quítamela con otro. Para darme más y más besos demostrando la vida eterna.

Dame un vaso medio vacío que yo te lo lleno por la mitad.

Dime que no te pasa nada, para contarme todo lo que te ocurre en realidad.

Haz que llueva si estoy seco y dame el sol cuando me moje. Apágalo si es de noche y esparce la luna si sólo quedan sombras entre nuestros sueños.

Hagamos un cambio. Dos besos. Dos abrazos. Una mirada sincera. Un apretón de manos.

Dime que me quieres y me odias. Dime que no me necesitas cuando no puedes vivir sin mí.

Hazme saber que te quiero y te odio. Y te diré que te necesito siempre que sin ti no puedo estar.

Dame agua ardiente y fuego helado. Dame una fruta amarga por chocolate dulce.

Escribe un poema por un cuento. Y cuéntame la historia de verso en verso.

Pero lo primero y ante todo. Antes de que digas nada, antes de que empieces algo.

Dame sólo un par de besos y después de eso ya veremos. Hablaremos.

Adiós mi vida, nos vemos.

Escrito por taciturno a las Abril 13, 2004 08:12 AM
Comentarios

Al leerlo me ha venido a la cabeza un poema que me encantaba, y buscando, buscando lo he encontrado (q que es bonito???):

Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.
Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.
Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero parosismo;
enfermedad que crece si es curada.
Éste es el niño Amor, éste es su abismo.
¡Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!
(Francisco de Quevedo)

Escrito por Drean a las Abril 13, 2004 02:25 PM
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