Destrucción masiva

No, no juega a baloncesto, hijodeputa

Toda persona alta lleva consigo una cruz que no es otra que haber de aguantar que la gente, a menudo desconocidos, generalmente gente mayor, le pregunte si juega a baloncesto.

Desde probablemente los catorce años (por entonces medía más de metro ochenta) he de aguantar que la gente me toque los huevos con temas de conversación que giran en torno a mi “generosa” estatura. No es sólo que las bromitas no tengan gracia, es que siempre son las mismas y uno siempre tiene que fingir que es la primera vez que lo ha oído. Es un poco como hablar del tiempo con un desconocido con quien coincides en un ascensor.

La última anécdota sucedió el domingo por la tarde mientras volvía a casa en bus. Un hombre viejuno que estaba en frente mío se me quedó mirando y me dijo:

Viejuno: *************
Holden: ¿Disculpe? – llevaba el mp3 a todo volumen.
Viejuno: Que usted es jugador de balonsesto, ¿no? – tenía acento venezolano o mejicano, aunque su aspecto era europeo.
Holden: Pues no – yo pensaba que era otro que me confundía con Gasol.
Viejuno: Pues porque no quiere, porque con lo alto que es…
Holden: Ya…
Viejuno: ¿Cuánto mide?
Holden: 1’94.
Viejuno: ¡Caray! – Yo pensando: ¡Rayos y retruécanos! – ¿Y su novia también es tan alta?
Holden: No, soy un pervertido y me gustan bajitas – vale, esto no se lo dije así.
Viejuno: ¿Y qué hase para besarle? ¿Se sube a una banqueta?
Holden: Da saltitos, como los canguros. – tampoco se lo dije, pero es que mi respuesta del momento fue muy sosa.
Viejuno: Bueno…¿y qué tal el tiempo por ahí arriba?

Jo, jo. Me parto.

¡ES UN CHISTE COMPLETAMENTE NUEVO!

Ya para acabar, me gustaría responder a las preguntas que me hacen con más frecuencia (también llamado FAQ) para ver si así se sacia la curiosidad del personal y me dejan un poco en paz:

Pregunta estúpida para romper el hielo: Que alto que eres, ¿no?
Respuesta tajante para ver si me dejan en paz: Sí.
Pregunta muy personal: ¿Cuánto mides?
Respuesta inapetente (tras responder a esto un millón de veces): 1’94 o así, no lo sé exactamente. Sencillamente me la pela.
Pregunta original donde las haya: ¿Juegas a baloncesto?
Respuesta con algo de mosqueo encima: No. Juego al TETO.
Pregunta al estilo “soy lo más gracioso que ha parido madre”: ¿Qué tiempo hace por ahí arriba?
Respuesta estilo “oh, eres la monda”: El mismo que ahí abajo, gilipollas.
Pregunta estúpida aleatoria: ¿Te cuesta encontrar zapatos?
Respuesta absurda: Sí, los dejo debajo de la cama y luego no encuentro el par completo.
Pregunta estúpida estilo “mis neuronas están de vacaciones”: Desde ahí arriba lo debes ver todo muy bien, ¿no?
Respuesta estilo “no me busques las cosquillas”: Efectivamente, veo lo capullo que eres desde una posición envidiable.
Pregunta surrealista: ¿Tu madre te regaba por la noche?
Respuesta hiere-sentimientos: No, pero seguramente a ti tu padre te metía mano por la noche.
Pregunta absurda: ¿Cuál es la raíz cuadrada de 689’39?
Respuesta coherente: Que te den.
Pregunta estúpida sin más: ¿Ya encuentras camas a tu medida?
Respuesta sarcástica: No, duermo en una pista de aterrizaje del aeropuerto.
Pregunta estúpida estilo “tengo mucho tiempo libre”: Siendo tus padres tan bajitos, ¿como has podido ser tú tan alto?
Respuesta molona: Mi madre siempre lo niega, pero yo sé que mi padre biológico es Gary Cooper.

¿Y por qué no le preguntaran a todos los bajitos si son jockeys?