Destrucción masiva

Entre bloggers anda el juego

La semana santa se aprovecha para muchas cosas. Algunos la aprovechan para llorar delante de un cristo, otros para ir a su pueblo y volver cargados de tocino y chorizo, y otros para realizar su lista de tareas pendientes. Yo, ateo y carente de un lugar al que llamar “mi pueblo”, me dediqué en cuerpo y alma a realizar mi lista de tareas pendientes.

Como soy tan vago me quedé en el primer punto, que era quedar con Pauli. ¿Qué Pauli? La mente perturba y cool que se encuentra detrás de Porqueyolovalgo. Nos lo debíamos los dos, tras unos seis intentos anteriores de quedar que se vieron frustrados por varios motivos. Valió la pena esperar, porque fuimos a quedar en un entrañable viernes santo en el que sorprendentemente había una procesión en las mismísimas Ramblas! (No llegué a ver si el Cristo llevaba sombrero mejicano y una camiseta con el toro de Osborne, pero podéis apostar algo a que sí, porque estaba lleno de guiris como siempre). Nos lo pasamos de miedo hablando de nuestras freakadas personales, y en un bar irlandés batimos el record de cambio de ceniceros. Nos lo cambiaron, si no recuerdo mal, unas ocho veces en dos horas y media (dos veces más y nos ganamos una camiseta, o algo así). Y entre tanto tabaco y alcohol (ella vino blanco porque es cool, yo Guiness para demostrar lo macho que soy), se nos pasó el tiempo volando.

Thais (Cartas a nadie, otro blog de culto) vino a pasar las fiestas a Barcelona y fue testigo de lo degenerados que estamos Pauli y yo (y de que en la tele de aquel bar irlandés sólo salían grupos de “modernos”). Intenté hacer de guía turístico a Thais, pero lo cierto es que no se me dio demasiado bien. En seguida se dio cuenta de que carezco de sentido de la orientación (dimos muchas vueltas tontas, algo muy típico de mí), y acabamos repitiendo por las mismas zonas. Los bares guapos del gótico están tan escondidos… Además fue ella quien me descubrió a mí un sitio llamado Vip’s, que por lo visto en Madrid hay muchos pero aquí en Barcelona sólo uno. Siempre que esté por el centro cenaré allí. No es que sea un lugar precioso, pero me gustó. En fin, que suspendí como guía turístico, pero le até los cordones de las bambas (estando en Cataluña se llaman bambas ¿vale? por ahí las llamaréis como os de la gana, pero aquí se llaman bambas y no se hable más) cuando hizo falta. Y tarareé con maestría inigualable el You can’t hurry love de Phil Collins, lástima que ella esté un poco sorda y no lo reconociera.

Tanto Pauli como Thais han coincidido diciéndome que se imaginaban que yo sería más…..¿radical? ¿rudo? (no recuerda las palabras exactas). En fin, ya sabéis, que me tenían por un hijo de Satanás y se han encontrado con un tío simpático y accesible. Jo….¿Es éste el fin del mito? ¿Se acabó el William Holden antisocial? ¿Se extenderá el rumor de que disfruto con la compañía de los demás? (eso lo dudo, no creo que nadie tenga interés en hablar de mí) ¿Volveré a ser aceptado en los Boy Scouts?

Estoy en mi momento menos antisocial. Casi (fijaos que digo casi) respeto a la gente que escucha Melendi, hace días que no sufro impulsos de matar a ningún capullo que conduzca un coche tunneado, y ayer al pasar por en medio de la reunión de vecinos de mi escalera incluso dije hola. Alucinante….

En fin, que relacionarse con bloggers estas fiestas ha sido guay, pero porque he tenido suerte y han sido dos que molan mucho (hmm…..Thais ya me dijo que soy un pelota, pero va en serio). Próximamente repetimos.

Rock ‘n’ Roll.... y si me apuráis una canción de La casa azul, pero sólo una.

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Nota: este post llega con cinco días de retraso porque tengo el ordenador jodido, y aún habiendolo llevado a arreglar sigue iendo mal el internet explorer. Lado bueno: No soy el único que ha hablado de lo que ha hecho en semana santa (todo el mundo lo hace), pero almenos voy a ser el último.

Escrito por W. Holden a las Abril 1, 2005 07:59 PM