Agosto 12, 2004

Un día de mi vida ficticia

Me gustaria poder escribir un post sobre algo que me ha pasado a lo largo del día, pero la verdad es que no tengo nada interesante que explicar. Trabajar en un Todo a 100 en pleno agosto mientras todo el mundo tiene vacaciones no es nada emocionante, así que he pensado: ¿Como sería un día de mi vida escrito por Raymond Chandler? Así que he intentado hacer eso, pero me ha salido algo muy raro y creo que se me ha ido un poco de las manos. Es muy absurdo y creo que tiene más pinta de Woody Allen (salvando las distancias) que de Raymond Chandler. No obstante, ya que lo he escrito, aqui está.

RELATO BREVE DE LO QUE NO ME HA PASADO HOY NI NUNCA


William Holden se despertó empapado en sudor al sonar el despertador. Llevaba la misma ropa del día anterior: unos pantalones oscuros y una camisa que aun sería blanca si no fuera porque la lejía que usaba su madre no era la que se anunciaba por la televisión. Al mirarse en el espejo del cuarto de baño descubrió que sus ojos acusaban la juerga nocturna en el local de Ernie. Demasiado bourbon para un martes por la noche.

Desayunó un café y unas tostadas con mermelada en la cafetería de Alice, que estaba al lado de su negocio. Leyendo el diario un titular que le llamó la atención: “Hallado el cadáver de un joven con cuatro tiros en la espalda en un coche a las afueras de la ciudad”. El subtítulo decía: “La policía baraja la hipótesis del suicidio”. Holden pensó que aquél era un mundo terrible. La prueba teórica para entrar en la policía de Pax City era montar un puzzle de cuatro piezas del Pato Donald, y claro, eso tenía consecuencias.

La persiana del Todo a 100 de Pax City donde William trabajaba aquel verano chirrió de forma irritante al subirla. Eran las nueve y media de la mañana y el calor ya era insoportable. Al encender las luces el joven William Holden miró con desgana el local. Estaba condenado a pasar allí el verano, postergando sus sueños a un septiembre que parecía que nunca iba a llegar. William se sentó en su taburete tras el mostrador, y encendió la radio que siempre tenía sintonizada en una emisora de jazz local. In the mood de Glenn Miller le arrancó una sonrisa.

Las aspas del ventilador del techo parecían ir a cámara lenta, como todo lo demás. Los clientes, las conversaciones, la caja registradora al abrirse. Todo parecía ir a velocidad reducida. La viuda y moribunda Sra. Jenkins entró la tienda y le preguntó dónde estaban las compresas. “Tercer pasillo a la derecha, muñeca” le contestó Holden mientras se encendía su cuarto o quinto Lucky Strike de la mañana y vigilaba a unos niños en la zona de los juguetes. Éstos, al saberse espíados, se encaminaron hacia la caja.

- ¿Tiene pelotas duras? – preguntó uno de ellos.

Deseó cruzar la cara a aquel mocoso para demostrarle que tenía las pelotas más grandes y duras que nadie. Pero sabía que el chico se refería a balones de fútbol, así que se limitó a decirle que no y a ponerle cara de asco.

No había mucho trabajo aquella mañana, y por eso cuando los matones de Frankie Moratti, también conocido como “Frannie la facilona” por sus excompañeros de celda, entraron en la tienda Holden los pudo recibir. Lo primero que recibió fue un derechazo en su mandíbula que le tumbó. Al levantarse, hablaron.

- Debes dos mil a Frankie Moratti. – Dijo el que le había golpeado.
- Vale, lo que no entiendo es por qué me has pegado. ¿También te debo algo a ti?
- No te hagas el tonto muchacho. Está muy cabreado.
- ¿Sí? Suerte que tú estás de buen humor.
- Calláte.

Los dos gorilas comenzaron a destrozar las estanterías y a tirarlo todo por el suelo. William, desamparado ante su brutalidad, les contemplaba esperando a que acabaran lo que Frankie Moratti les había encargado.

- Creía que vuestras madres os habían enseñado modales. He oído que trabajan en el burdel de más postín de la ciudad.

Uno de ellos estuvo a punto de sacudirle, pero el otro matón le detuvo.

- No te molestes, sino le paga a Frankie antes de esta noche es hombre muerto. – le dijo con una sonrisa maliciosa.
- ¿Muerto? ¿Te refieres a no estar vivo? ¿A una de esas cosas encerradas en caja de pino que se entierran en los cementerios? Yo no puedo morir ahora, estoy suscrito a todas las revistas guarras, ¡la industria del porno se vendría abajo!
- No te preocupes Holden, somos sensibles con respecto a esto de la muerte. Te enterraremos con un Playboy para que te la casques en el infierno.
- ¿Infierno? ¿Qué te hace pensar que voy a ir al infierno? He sido muy bueno toda mi vida, esto de Frankie no ha sido más que una mala racha en el póker. Cuando tenía doce años ayudé a una anciana a cruzar la calle. Y soy muy altruista, he donado muchas veces semen, a veces incluso a gente que no me lo pedía...

Holden se quedó con la palabra en la boca y atemorizado ante la idea de morir mientras los dos matones se iban por donde habían venido. Decidió que no tenía mucho sentido seguir en la tienda en lugar de salvar su culo, así que cerró persianas y se fue a ver a Spencer Jones a su oficina. Spencer Jones era no sólo el mejor huelebraguetas y el tío más duro de Pax City, sino también uno de sus mejores amigos. Además le debía un favor desde que William le recomendó las pastillas Juanola para curar su halitosis.

Le recibió en su mugriente oficina, sentado tras su mugriento escritorio, con su mugrienta gabardina y su mugriento sombrero puesto. Cuando William le contó su problema, Spencer reaccionó de forma sorprendente. Cacareando como una gallina en celo. Después dijo:

- Muchacho, no puedo ayudarte.
- ¿Por qué?
- Porque me he meado en los pantalones, y no puedo levantarme de la silla porque estoy manchado.... – hizo una pausa en la que se quedó mirando a través de la ventana que daba a la calle- sí....me he meado en los pantalones....

Holden lo dejó allí, repitiendo una y otra vez que se había meado en los pantalones con la mirada perdida, y salió a calle. Ya casi era de noche cuando estaba comprando postales eróticas en una tienda de recuerdos y los matones de Frankie le encontraron y le golpearon y le subieron a su sedán negro. Supuso que le llevaban ante Frankie Moratti, aunque no le dijeron nada. Él en cambio no pudo soportar la tentación de preguntarles: “¿Alguna vez os habéis puesto anillos y pulseras de mujer en la mano y os habeís pintado las uñas para que al haceros una paja parezca que os la hace una tía?”

Tras sacudirle de lo lindo, los matones dejaron a Holden de rodillas frente a la mesa de Frankie Morrati y le custodiaron para que no escapara. Frankie se estaba cortando las uñas y una de ellas salió dispara hacia la cara de Holden, cosa que le molestó mucho así que lo llamó “hijo de perra”.

- Hace dos meses me pediste dinero para el póker y yo te lo di ¿no? – Dijo Frankie levantándose de la mesa y andando junto a William - La cosa es sencilla, quiero que me lo devuelvas con los intereses acordados.
- Pero hombre, sabes que soy de fiar – se disculpó-. Lo que pasa es que ahora estoy pagando el paquete completo del Canal Satétlite y me viene muy mal...
- Mira muchacho, cuando estuve en la cárcel aprendí a ser tolerante con los demás. Tú me caes bien porque se te nota que follas poco y eso te hace estar más cerca de dios –se besa una cruz de oro colgada de su cuello-. Así que te perdonaré la deuda si me dices donde se esconde el maldito Dick Buckington.
- ¿Pretendes que traicione a alguien que es como mi hermano? ¿y sólo por dos mil euros?

Uno de los matones sacó una navaja y se la puso a William en la entrepierna.

- O cantas o te hacemos un Picasso ahí abajo.
- Hotel Chester en la Calle del Olmo. Habitación 51. Llamad tres veces. La contraseña es “Las niñas bonitas no pagan dinero”.

Dejaron a William en paz –y no le hicieron un Picasso, sino que mantuvo intacto su Rubens- y aquella noche pudo dormir bien. Dick Buckington no tanto. Lo encontraron decapitado a orillas del río. La policía lo calificó de suicidio pasional.

Escrito por William Holden a las Agosto 12, 2004 01:06 AM
Comentarios

Hijo, menos mal que esta historia no te pasó ni te va a pasar nunca, porque si no...

Escrito por Cassady a las Agosto 12, 2004 02:26 PM

Lo único cierto es que un niño me preguntó "Tienes pelotas duras?". Y tuvo su gracia...

Escrito por William Holden a las Agosto 12, 2004 07:18 PM

Me he reido mucho, sobre todo con lo del suicidio pasional. :D

Escrito por ilógica a las Agosto 12, 2004 11:04 PM

Ik ga totaal akkoord. Ware Thats, mijn oom altijd vertelde me dat. Ik houd van uw adviezen en ik zal vaker uw plaats voortaan bezoeken. Dank voor grote inhoud, houdt het goede werk. Ongelooflijk er zijn geen dergelijke goede plaatsen zoals van u. Als mijn bovengenoemde grootvader: het goede werk zal altijd appriciated zijn. Ten slotte zou ik willen toevoegen dat vele mensen niet aith akkoord zouden gaan dat het soort adviezen maar dont, harder houdt opgeeft!

Escrito por Grizzlie a las Diciembre 3, 2004 12:42 AM

ne komprenas la sarkasmon. Neniam dum mia vivo mi estis tiel kontenta, tiel trankvila, tiel plena de bena paco, kiel hierau, kiam mi eksciis, ke Mikel-Angelo ne vivas plu. Ni eltiris ci tiun sciigon el nia gvidisto. Li kondukis nin tra mejloj da pentrajoj kaj skulptajoj en la vastaj koridoroj de Vatikano, tra mejloj da pentrajoj kaj skulptajoj en dudek aliaj palacoj; li montris al ni la grandan pentrajon de la Siksta Kapelo kaj freskojn, kiuj suficus por freskigi la tutan cielon, -- preskau cio estis farita de Mikel-Angelo. Ni decidis uzi kontrau li rimedon, per kiu ni venkis jam multajn gvidistojn -- malsago kaj idiotaj demandoj. Ci tiuj kreitajoj nenion suspektas -- ili tute ne komprenas la sarkasmon.

Escrito por paula a las Enero 21, 2005 05:45 AM

nenion suspektas -- ili tute ne komprenas la sarkasmon. Neniam dum mia vivo mi estis tiel kontenta, tiel trankvila, tiel plena de bena paco, kiel hierau, kiam mi eksciis, ke Mikel-Angelo ne vivas plu. Ni eltiris ci tiun sciigon el nia gvidisto. Li kondukis nin tra mejloj da pentrajoj kaj skulptajoj en la vastaj koridoroj de Vatikano, tra mejloj da pentrajoj kaj skulptajoj en dudek aliaj palacoj; li montris al ni la grandan pentrajon de la Siksta Kapelo kaj freskojn, kiuj suficus por freskigi la tutan cielon, -- preskau cio estis farita de Mikel-Angelo. Ni decidis uzi kontrau li rimedon, per kiu ni venkis jam multajn gvidistojn -- malsago kaj idiotaj demandoj. Ci tiuj kreitajoj nenion suspektas -- ili tute ne komprenas la sarkasmon.

Escrito por loiver a las Enero 23, 2005 12:58 AM
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