Mayo 19, 2004

La tristeza de los hospitales

Hoy he ido a ver a mi abuelo al hospital. Anoche se cayó y se rompió la cadera. Tiene 89 años y al principio cuando nos llamó mi tía para decir que lo habían ingresado todos pensabamos que igual no salía de esta. Pero parece que sí, que más que nada ha sido un susto. Un susto y una gran putada, porque la recuperación es larguísima.

En fin, que mi visita al hospital ha sido muy triste. He ido yo solo, en metro, y la unica persona que estaba con mi abuelo era mi tía. El hospital es un lugar horrible, casi todo el mundo que sale de él lo hace con los ojos llorosos, o se sientan en los bancos de la entrada y fuman como si encontraran en el tabaco la calma que necesitan (yo suelo de ser estos últimos). Eso es fuera del hospital, pero dentro las cosas no son ni mucho menos mejores; Enfermos que se pasean como zombis con el suero a cuestas; viejos sentados en el borde sus camas esperando a que alguien los venga a visitar... y las instalaciones son tan deprimentes...los ricos tienen buenos hospitales que parecen hoteles, los pobres vamos a hospitales que parecen de la I Guerra Mundial por lo menos. Y me producen una sensación contradictoria ya que, pese a ser uno de los lugares más seguros (tienen lo que necesitas te pase lo que te pase), me hacen sentirme terriblemente frágil y vulnerable.

Escrito por William Holden a las Mayo 19, 2004 10:58 PM
Comentarios

Tranquilo, no eres el único, yo una vez fui a quitarme un bulto y salí en media hora de ahí y cuando me senté en el coche rompí a llorar. Se juntó el dolor (de la cicatriz :P) y mis problemas y el sitio, que es que cuando vas a un sitio de esos, parece que eres pariente o conocido de todos los que están allí, porque sientes como un vacío enorme por dentro, como si quisieras salvarles a todos o alegrarles el día y sin embargo te miran con cara extrañada porque no te conocen de nada. Y además te sientes mal, porque tu te vas andando por patas y algunos de ellos no pueden ni moverse. Y para colmo el olor a desinfectante hace la atmósfera y la temperatura irrespirables..

Escrito por Lolitta a las Mayo 20, 2004 01:42 AM

Excepto mi padre y su pierna mutante, todas las visitas que he hecho a hospitales han sido a gente moribunda.. y te puedo decir que se le quitan a una las ganas por la puta saciedad que te puede provocar una simple muerte.

De por sí, la entrada en el hospital implica tristeza: nos callamos, nos volvemos respetuosos y ponemos cara de indiferencia, hasta que..

Pero es ese ambiente, donde te miran de reojillo como se te escapan las lágrimas y la gente reza para que no le toque hacer lo propio.

Yo que sé, seré yo que quizás mis puta visitas al hospital han sido en las zonas como la UCI y cosas por el estilo. Supongo que recordarás (más te vale, huevón), lo de la hermana de una amiga y lo mucho que me impactó. Desde entonces, hospital? no gracias, tengo TV

Escrito por Azid a las Mayo 20, 2004 12:50 PM

pues a mí me gustan los hospitales. Mi infancia ha sido siempre en hospitales porque mi hermanos estaba siempre enfermo y me lo pasaba muy bien corriendo y hablando con los enfermos, haciendoles reír. Mi abuela murió en un hospital despues de casi un año de sufrimiento, era lo mejor para ella. Ese hospital es el más bonito que he visto en mi vida. En medio del bosque, de una sola planta, como bungalows destintos para las distintas especialidades... habia una terraza enorme donde andando por ella podias entrar a cualquier habitacion o a la sala de espera con sillones enormes de salón. Había mucha luz y era precioso pasear por allí. Por desgracia, creo que es a ese hospital donde llevan a los terminales para que en el general haya camas libres...
En fin... mi abuelo murió en su casa sentado en una silla, quizás por eso me gusten los hospitales, porque nunca nadie a quien quisiera muchííísimo muriese en uno de ellos y yo lo sufriera día a día. Sabéis que odio y antes que los hospitales? La casa de mi abuela, donde esta mi abuela enfermo de Alzheimer mirándome con ojos de: "qué me está pasando?"
Fin.

Escrito por Annie Hall a las Mayo 21, 2004 12:06 AM

uzi kontrau li rimedon, per kiu ni venkis jam multajn gvidistojn -- malsago kaj idiotaj demandoj. Ci tiuj kreitajoj nenion suspektas -- ili tute ne komprenas la sarkasmon. Neniam dum mia vivo mi estis tiel kontenta, tiel trankvila, tiel plena de bena paco, kiel hierau, kiam mi eksciis, ke Mikel-Angelo ne vivas plu. Ni eltiris ci tiun sciigon el nia gvidisto. Li kondukis nin tra mejloj da pentrajoj kaj skulptajoj en la vastaj koridoroj de Vatikano, tra mejloj da pentrajoj kaj skulptajoj en dudek aliaj palacoj; li montris al ni la grandan pentrajon de la Siksta Kapelo kaj freskojn, kiuj suficus por freskigi la tutan cielon, -- preskau cio estis farita de Mikel-Angelo. Ni decidis uzi kontrau li rimedon, per kiu ni venkis jam multajn gvidistojn -- malsago kaj idiotaj demandoj. Ci tiuj kreitajoj nenion suspektas -- ili tute ne komprenas la sarkasmon.

Escrito por jeb a las Enero 23, 2005 02:25 AM
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