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Los programas matinales de análisis político en la TV y los columnistas siguen dándole vueltas a la sorprendente victoria de George W. Bush.
Leyendo los blogs españoles del "lado oscuro" de la blogsfera, esos que se autodenominan "liberales" y parecen más bien neocons, uno llega a creer que el anhelo profundo de sus autores es ser ciudadano estadounidense y republicano por más señas. Pero viendo la vehemencia con la que los tertulianos españoles despotrican contra Bush y contra el pueblo que lo ha reelegido surge la duda de si los verdaderos estadounidenses frustados son todos ellos. De haber nacido allí escribirían en el New York Times, los convocarían a participar en debates en la CNN y aspirarían al Pulitzer. Pero sobre todo cobrarían una pasta gansa. Lástima que les les haya tocado vivir en un país tan cutre como España.
Quien haya seguido la campaña electoral se habrá dado cuenta de una cosa. Kerry era el ZP estadounidense. Había mil motivos para no votar a Aznar (Prestige, LOU, la guerra de Irak...) como había mil motivos para no votar a Bush (Irak, los amigotes llenándose los bolsillos, el déficit fiscal, ¡Bush!...) Pero ni ZP ni Kerry parecían dar buenas razones acerca de por qué el electorado les debía votar a ellos.
ZP tuvo la gestión del 11-M por parte del gobierno del PP. Aznar y Acebes podían haber dicho "no descartamos ninguna hipótesis sobre la autoría de los atentados", llamar a la unidad de todos los españoles y la solidaridad con las víctimas. Pero prefirieron atenerse a su propio guión: ETA, ETA, ETA... Y hubo una movilización del electorado generalmente abstensionista que reaccionó sintiéndose engañado. Perdió Rajoy.
En EE.UU. no hubo ninguna "sorpresa de Octubre". Ganó Bush. Fin de la historia.
¿Has visto las decenas de miles de estadounidenses que transpasan la frontera hacia Canada para no tener que ser gobernados por Bush? Acojonante