Junio 14, 2004

Con amigos así

Ayer D., uno de los italianos de mi piso me comentó que amigos suyos me habían visto por la facultad con una chica "guapa". Y me preguntó si era verdad, porque parecía tener la sensación de que sus amigos en realidad confundieron a otro conmigo. Supongo que se referían a alguna de las ocasiones en que la semana pasada me encontré con N., una antigua compañera de mi universidad.

N. es una chica bajita, llena de curvas y bastante pizpireta. Tiene los ojos verdes, un poquito saltones, y unas pestañas grandes. Es bastante payasa y nunca pasa desapercibida. Siempre recordaré las primeras ocasiones en que habló en clase, a principios de la carrera. Me giré para mirar a aquella chica que hablaba al profesor desde las últimas filas como si la clase fuera el salón de su casa. La idea que me vino a la cabeza fue una especie de Heidi, recién llegada de las montañas. Como ella misma reconocería más tarde llegó a la universidad hablando con un acento de lo más rústico. Recuerdo también, una noche en las primera semanas andando por el campus de mi facultad bajo la lluvia y encontrármela a ella que corrió a refugiarse bajo mi paraguas. La acompañé hasta la parada del autobús. Fue hablando por el camino a voz en grito. Y yo muerto de la vergüenza. Lo curioso es que en mi universidad su espontaneidad y sus ocurriencias nos parecían normales. Se notaba que era la clase de chica que llamaba mucho la atención a los chicos. Y aquí en Madrid, en cambio, noto cómo su forma de ser resulta chocante y extraña.

Pero me desvío del tema, las palabras de D. En su pregunta si era yo realmente a quien habían visto sus amigos había una duda implícita: "¿De verdad era posible que yo me paseara con una chica "guapa" por la facultad?. Como si hubiera una imposibilidad ontológica en ello. Como si fuera comprensible la duda de que sus amigos estuvieran en lo cierto dado lo poco probable del hecho.

Me he encontrado una y otra vez con comentarios así. Especialmente, de personas que me daban palmaditas en la espalda y me decían que mi pesimismo sobre las relaciones de pareja era exagerado. Que yo era una persona con grandes cualidades y que tarde o temprano iba a aparecer alguien en mi vida. Entonces un día apareció Bx. y pusieron los ojos como platos.
-Es muuuuuy guapa.-Decían con asombro.
-Eh, pues sí. La verdad que sí.-Contestaba yo reconociendo lo obvio.
-Pero muy guapa. ¿Eh?. Muy guapa-

Y entonces comprendía lo que querían decir. Muy guapa para lo que se podía esperar de alguien como yo. En ese momento quedaba a la vista lo sincero de los comentarios optimistas de los demás. Ellos resultaban ser los primeros sorprendidos de que una chica guapa se hubiera fijado en mí. Ellos, que decían que yo tenía taaaaaaantas cualidades.

Escrito por Lobo a las Junio 14, 2004 12:28 PM
Comentarios

jeje. ya te entiendo. ba, no le des importancia a esos comentarios. el físico en realidad es algo tan pasajero, tan banal, para nosotros es un idolo pero con pies de barro. Es un gran timo la importancia que se le otorga al físico, aunque todos caemos en ese timo.

Escrito por yolanda a las Junio 14, 2004 05:56 PM

Unos caen más que otros :)

La verdad es que con amigos asi, debes gastarte una pasta en libros de auto-ayuda para compensar, ¿no?

Escrito por Träne a las Junio 14, 2004 08:05 PM

eh! que yo soy una de sus "amigos" y nunca me hace caso cuando le recomiendo algun libro de autoayuda

Escrito por mii a las Junio 14, 2004 09:42 PM

no los necesita

Escrito por yolanda a las Junio 14, 2004 10:14 PM