El martes por la noche recibí dos SMS de Bz. Su compañía de teatro había estrenado Edipo y estaba exultante con el resultado. Aquella misma noche les habían contratado para tres funciones. Como me contó luego con más detalle, había roto a llorar mientras recibían los aplausos del público. En aquel momento de euforia y lucidez había sentido reafirmada su convicción de que el teatro es su verdadera vocación.
Cuando leí los mensajes me alegré por ella. Pero no pude dejar de tener una sensación agridulce. Es la primera vez en todo este tiempo que me daba a entender que sentía algo parecido a la felicidad. Todo el tiempo que pasé a su lado nunca fue fácil. Siempre con altibajos y permanentemente esa sombra de opereta trágica. Hubiera preferido que todo esto hubiera pasado en aquel entonces para haberlo compartido.
Escrito por Lobo a las Abril 30, 2004 05:04 AM