He perdido la cuenta de las semanas que llevo pretendiendo controlar mi ritmo de sueño. Las nochas son días para mí, y los días son ese breve período de tiempo que transcurre desde que me levanto a la hora de la siesta hasta que empieza a declinar el sol.
Hay tanto por hacer, tanto por leer. Las 24 horas no me parecen suficientes. Las cuatro horas de clase, de lunes a jueves, parecen tiempo perdido. Las horas de sueño, un desperdicio.
Y aún así llevo semanas de bloqueo, sin haber hecho nada útil. Es definitivamente la hora de mover el culo.
Escrito por Lobo a las Marzo 21, 2004 11:33 PM