Supongo que algo no andaba bien cuando el miércoles por la noche lo pasé delante del ordenador sin dormir. Mi habitación parece otra vez una madriguera con revistas, libros, periódicos y ropa tirada por todas partes.
El jueves a las 2 de la tarde me sentía totalmente agotado y decidí no ir a clase.
Esta tarde en clase me invadió una extraña desazón. Llegó el descanso y mientras las chicas se quedaron hablando en corrillo, fuera los chicos jugaban al fútbol. Yo como siempre, ni una cosa ni la otra.
Esta noche me he sentido mal como pocas veces me había sentido aquí en Madrid.
Creo que ya va siendo hora de recuperar el ritmo del sueño, de ordenar el cuarto y hacer los trabajos de clase. Nada parece tener mucho sentido últimamente, así que lo mejor es poner el piloto automático. Si fuera a un especialista me hincharía a pastillas, me mandaría comprar un par de libros idiotas sobre autoestima y timidez y pondría en un papel debajo de mi nombre y número del seguro "depresión".
Escrito por Lobo a las Marzo 20, 2004 03:21 AM