Tengo muchos e-mails y cartas por escribir. Hay amigos a los que he practicamente abandonado. Y con mi nueva vida en Madrid siento que es hora de tratar de recuperar la comunicación con otros, a los que perdí la pista hace ya años. Una de las tareas pendientes es enviar por correo en CD-ROM las fotos que hice en un campo de trabajo internacional en Holanda el verano pasado.
Es curioso ver las fotos, que no son más que momentos congelados, y captar cómo sesgan la reallidad. El ojo es selectivo: Elegimos las personas, los lugares y los momentos de una realidad que es mucho más amplia. Cuando llegué a casa y revelé los cuatro carretes que había hecho en el viaje me encontré con que F. llenaba el segundo. Mis fotos revelaban más de lo que yo estaba dispuesto a admitir.
Pasados varios meses después del campamento recibí por correo un CD-ROM con las fotos que había hecho C., una chica inglesa de Birmnighan. Fui pasándolas una a una en mi pantalla, y me costó encontrarme. Allí estaban todos los chicos, en distintas poses y en distintos momentos. Todos menos el griego (un treintañero bastante rústico), el turco (un nerd) y yo. En momentos así comprendes, de pronto, el por qué de muchas cosas.
Escrito por Lobo a las Marzo 7, 2004 02:33 AM