Hola. Hace dos mil años que no entre en este blog. Con la revolución de las dos mil páginas que hay ahora pues ponerse al día es un poco más que complicado, sobre todo en el caso de que ya no tengas ordenador, como me ha pasado.
Ahora estoy en Santiago, puede que lo haya contado ya o puede que nop, puede que alguien lo lea o se quede en la más absurda de las inopias, sin embargo, es mi letra y para mí cuenta algo.
En los últimos meses me han pasado muchas cosas y me cuesta resumirlas en sólo unas líneas, tan sólo diré que esta semana ha sido la gota que ha colmado el vaso y me he dado cuenta de la realidad; de la más absurda realidad de la que me estaba alejando y a la que más me cuesta volver. No son sólo dias y días en los que las justificaciones baratas se han convertido en más que un modo de pensar, sino que me ha llevado a estar vacía. Vacía por dentro y por fuera, hasta el punto de ponerme enferma y, caer en cosas por llenar la vida nop, eso sí que nop. Mis problemas tienen una raíz profunda, pero siempre es salvable. Los miedos dejan de ser para simplemente existir: no se puede vegetar cual animal porque las cosas vayan mal, no se puede dejan de ser para existir un rato porque se está cansado, poruqe lo que cuenta es lo que sientes. Lo lo que sientes, que palabra más bonita: los sentimientos. Ojalá recordase exactamente qué era eso. Roca fría y cruel, pero qué digo ni cruel, sino triste y patético, se ha convertido mi corazón, mi racioncinio ha olvidado el camino y mis neuronas han sido apagadas como ordenadores en proceso de reinicio. Tal y como fuera, tal y como es,... he dejado de al alguna manera de ser yo; de caracterizarme por lo que era; de echarle las culpas al resto y convertirme en una muñeca de cristal como ayer me dijerom. Ahora resumo las cosas en lo que me gusta o lo que no, en lo que me parece o lo que nop, en el momento; no porque lleve una continuada reflexión sino en el momento, cual niña de once años que no sabe lo que quiere ni donde anda (más perdida que un pulpo en un garage). No tengo que esconder mi intimidad porque ya no existe, no existe porque no es y, todo lo que deja de ser, muere. Un beso