Poco a poco entra la primavera en mi vida y, qué puedo decir soy feliz; no sé si por la primavera, porque las cosas me van mejor que hace unos meses o porque estoy simplemente loca; loca por vivir, con ganas de soñar, de sentir y creo que con más ganas de ser feliz que nunca.
Creo que en los últimos meses no he pasado muy buenos momentos, pero a la luz de la luna, con el cielo despejado y susurrando al viento pequeñas palabras, me acuerdo de los buenos momentos. No sé lo que seré el día de mañana, me encuentro bastante perdida, pero pretendo pasar por ella disfrutando y compartiendo mi felicidad, cuando la primavera me acaricia y los pájaros cantan y Calamaro suena.
Un beso
No hace mucho tiempo, cuando yo era alguien, cuando la nieve caía por mi ventana, cuando el sol alumbraba con sus rayos mi camino, yo era alguien; alguien que soñaba ser eterna, alguien que compartía un sentimiento, alguien que deseaba volar y ser libre y, sobre todo alguien incrédula que cambió de repente (por no decir que poco a poco) porque apareció el recuerdo y el corazón latió, apareció la magia y mi deseo se cumplió, apareció la verdad y volví a creer en él.
La sencillez de la magia acaba donde nos hacemos mayores, porque un niño siente y descubre la vida a cada paso, por ello debemos buscar a “nuestros niños” y con ellos encontrar nuestra inocencia para disfrutar de la magia del tiempo y de la vida.
Un beso