Los pétalos de una rosa se marchitaron con el frío viento salmantino al igual que una amistad corrupta por la desconfianza. Las acciones desinteresadas muestran que el presente cuenta, y que el mañana será otro día; otro, en el que tú y yo, tal vez, no nos hablemos; en el que no seremos dueños de un mismo recuerdo; no seremos nada de lo fuimos, ni siquiera la misma sombra que cobija nuestras almas, porque todo desaparece con una rosa deshojada que eleva sus pétalos en la oscuridad de una noche eterna.
Por una definición bonita; por la curiosidad que mató a un gato; por un recuerdo que sea imborrable.