Cuentos de LLuna

y por qué no

¿Alguna vez habéis sentido que todo por una vez tiene sentido? Que por un segundo los planetas se han alineado para conocer y concederte ese momento de felicidad eterna por el que luchas todos los días; que te produce escalofríos; que te llena y se acaba con la misma rapidez e intensidad con la que comenzó. Soy feliz, tan feliz que me siento aturdida y algo confusa porque el tiempo pasa y parece que el pasado no volverá y no vuelve; pero la ilusión, esa ilusión que puede durar cinco segundos o cinco minutos, esa mirada… tengo los pelos como escarpias. Se me humedecen los ojos. ¿Es posible compartir un momento íntimo que significó algo en el pasado y no sentir nada? No hablo de acostarse con alguien, ni de ningún contacto físico que se pueda tener, hablo de que con una mirada no hace falta que se diga nada; no hace falta hablar como alguna vez le dije, que también se puede transmitir mensajes con tan sólo los ojos, que puede entrar dentro, que yo puedo entrar dentro de esa persona y decirle: “hola, estoy aquí y tardaré en irme mucho tiempo” y se me empaparán lo ojos de lágrimas que puede o no que caigan, pero eso es así. Tengo el corazón en la mano y tiembla. Parece el final de una película con la música que está sonando pero no lo es, no puede porque la vida real es más interesante y más intensa, tal vez como nosotros porque las personas a mi modo de ver son intensas, únicas y particulares; a algunas merece pararse a conocerlas y a otras no pero eso depende de quién las quiera conocer. Ya no sé lo que estoy escribiendo, y se me ha olvidado lo que quería transmitir pero es que estoy tan emocionada. Ojalá no sea una equivocación y si lo es en esta vida se “vive” de ilusiones y quien no lo haga o quien me considere una soñadora tengo que decir que lo soy : ¿y por qué no?