Cuentos de LLuna

luz y esperanza

Ahora mis situación ha cambiado, ya estoy mejor. Los últimos post reflejaban la agonía y el sufrimientos que mi estado de ánimo formaba en un círculo vicioso de dolor; sin embargo, ya ha pasado. Apenas me siento ya tan vacía, tan sóla, pero es que todo es tan difícil...La esperanza no la pierdo, aunque ya se haya hablado, aunque todo vaya contracorriente, tengo un pequeño resquicio que me dice que puede volver. ¿Por qué no? Si los sueños se cumplen y las esperanzas son las ilusiones de un niño: yo soy una niña hecha de deseos.
No obstante no me encuentro al cien por cien de mis capacidades. El dolor persiste, pero ese mismo dolor nos hará más fuertes, más sabios y más entendedores de lo que somos nosotros mismos. Aprendiendo que la felicidad se puede ir venir y que no es eterna, capturarla en un tarro de cristal no es lo conveniente porque se escapa, intentar comprenderla hará que su magia se pierda y en la distancia vuelve a calmarse, vuelve al cauce de donde se desembocó el río, y se siente que la felicidad ya no es tan notable, y con todo ello se consigue que la pasión deje de latir unos instantes y...muera.