Si yo supiera tanto, nunca me confundiría y no soy Dios para no hacerlo.
Por la vida hay mucho listo, que piensa que puede decir las cosas sin para a pensar si la otra persona está en un buen momento o tal vezen uno malo. El caso es que una de esas personas tan listillas soy yo, que meto la pata a veces sin darme cuenta del daño a cometer, y además luego no sé cómo solucionar el problema. Qué cosas!!! la única solución es reflexionar en la vida, reflexionar en todo momento y sobre todo, porque así tendremos más en cuenta tanto a las personas con las que hablamos como a nostros mismos. El trato con la gente debe basarse en la reciprocidad: no me hagas lo que no quieres que yo te haga.
Un saludo.