Debo decir que aunque me encanto la serie sex and the city, la idea de escribir esta columna, no surgió de allí. Por las experiencias que hemos tenido, mis amigas y yo solíamos decir en muchas ocasiones: "esto es como para escribir un libro, solo nos pasa a nosotras y al pato Donald". Además, existen muchas diferencias entre Carrie Bradshaw y yo; las mas significativas son estas cuatro: la primera es que por supuesto no soy ni tengo la imagen de una actriz, la segunda es que creo que en Valencia no hay tanta cantidad de solteros como en Manhatan (ojala estuviera equivocada), la tercera que mis amigas no están conmigo están muy lejos: una esta en Estados Unidos y las otras dos en Colombia; y la mas desafortunada de todas, en mi vida nunca ha existido un señor BIG...
Además, siendo sincera conmigo misma me considero una mezcla de las cuatro en una: me encanta el sexo como a Samanta, estoy en busca de la independencia económica como Miranda, quiero la simplicidad del amor como Carrie y porque mentirme aun espero a mi príncipe azul como charlotte.
Mas bien, la idea de escribir esta columna surge del intenso deseo que siento de que haya algunas mujeres que piensen: "gracias a Dios eso no me ha pasado a mi", y otras tantas digan: "Eso no es nada, a mi me paso algo peor"; y lo mas importante de todo, tratar de entender algunas actitudes de los hombres y que ellos también comprendan las nuestras.
Por ejemplo el otro día me fui sola a una tasca en Valencia, la verdad me daba un poco de pena llegar sola, que iban a pensar: que estaba buscando una relación... (Aunque las solteras siempre estamos en busca de una); la razón era mas salir a relajarme y tener algunas ideas sobre que escribir. Así que supere mi miedo a ser criticada y entre sola. La pase muy bien y lo mas importante de todo, me di cuenta que los hombres no piensan mal porque vayas sola a un sitio, es mas si un hombre no se interesa en ti ni siquiera se da cuenta que estas ahí.
Pero por supuesto algo tenia que pasar y aquí esta la razón de escribir esto, en el otro extremo del salón, se encontraba un hombre que me envió a decir con uno de los barman que pidiera lo que quisiera beber a lo cual me negué. Desde que llegue al bar, me di cuenta que ese hombre me había estado observando insistentemente. Y para ser sincera no me llamo la atención... hasta que empezó a ignorarme por haberlo rechazado, en ese punto fue cuando comenzó a interesarme, es mas le mande a decir con el barman que si aun seguía en pie la propuesta de la bebida a lo cual me envió a decir que no que ya yo le había rechazado; eso me atrajo aun mas, inclusive me levante para darle mi tarjeta pero hasta el día de hoy no me ha llamado, y por supuesto ya no creo que lo haga. Esa noche cuando iba hacia mi apartamento me puse a pensar en lo que había pasado, y me asuste al reconocer que me he vuelto un poco masoquista es decir, cuando un hombre es muy meloso lo rechazo pero si el hombre no cede con facilidad me atrae? Habré caído en esa ridícula creencia de que "entre más recio el toro mejor es la corrida" en que mundo loco permití que sucediera... como soy mujer que cree firmemente en los cambios, me propuse corregir esto en mi vida. Total, "cada momento que pasa es una oportunidad para mejorar las cosas"... algo que jamás debemos olvidar.