A la vista de que todavía no se adivinan más que pequeñas luces sobre las intenciones del gobierno con respecto a toda religión que no sea la suya, es decir el laicismo entendido como pseudo-religión, me propongo escribir algunas reflexiones sobre la cuestión del aborto en nuestro país.
No quiero que se crea que voy cambiando de tema. Mi intención es muy *****. Contestar las pretensiones que, como una hidra va extendiendo sobre la vida pública y social este nefasto gobierno. Varias acciones que siguen una misma finalidad (se conoce como estrategia), que no es otra que la imposición de su manera de entender la sociedad por medio de cauces legales. Sin embargo, a mi entender no todo lo legal es ético, y mucho menos me dispongo a aceptar que no hay más ética que la que este gobierno pretende proponer pero que cuando menos es más que discutible.
Y para que se me termine de entender, diré que los gobiernos de derechas siempre me han dado miedo porque me ha parecido que lo que querían de nosotros era nuestros bolsillos, pero es que éste gobierno de ahora me da terror porque la impresión que tengo es que lo que le interesa de nosotros es nuestra mente. Así están las cosas.
Bien centrada por tanto mi posición ante cualquier dialéctica política, expongo el contenido del título que encabeza este artículo.
La cuestión del aborto entendido como derecho de las mujeres, lejos de ser considerado como un avance de la modernidad debe situarse en sus justos términos.
Se trata de la posibilidad de un ser humano de disponer de una vida diferente de la propia pero alojada en su cuerpo un tiempo cierto.
Tal cuestión siempre se debería tratar como un dilema al que, por razones de humanidad dado el extremo cuidado con el que hay que tratar a las mujeres que se encuentran en esta tesitura, el estado debe dar alguna respuesta que mantenga un equilibrio entre la lesión provocada y las condiciones especiales en las que se encontraba la persona que infringió la norma que es en todo caso proteger la vida y mucho más la vida humana.
Convertir el aborto en un derecho es sin duda alguna banalizar la propia vida humana desde sus orígenes, y habríamos de pensar en las consecuencias que supone esto en la vida de cualquier sociedad, algo que por supuesto ni se le ha pasado por la cabeza a este gobierno nefasto que nos ha tocado sobrevivir.
No se dice nada sobre la razón fundamental de esta ley, es decir, ¿Cuándo hay un ser humano en el vientre de la madre?. Ahí es donde debe situarse el debate, pero... es que en este país, cuando se habla de leyes, no se admite el debate, ni la objeción de conciencia, ni nada que no sea el rodillo imparable de las mayorías. Sin embargo y a modo de advertencia, cuando las mayorías se utilizan en beneficio propio el gobernante, éste se olvida de que gobierna para todo el país, y por lo tanto se olvida de un principio básico en la convivencia democrática. Esto lo entiende cualquier persona.
Por lo tanto, es la vida humana lo que discutimos en esta ley que resulta más estética que ética a la vista de cómo se esta presentando por este nefasto gobierno. Con tal fin expongo mi parecer:
ARGUMENTOS:
En primer lugar: Desde el momento de la fecundación del óvulo existe un ser diferenciado en su carga
genética respecto de los sujetos causantes de la fecundación. En tanto que es
un ser habrá que estar a determinar qué tipo de ser es. Por sus componentes y potencialidades
es humano puesto que sólo puede ser humano y no otra cosa. Por lo tanto desde
el momento de la fecundación estamos ante un ser humano. "AQUELLO QUE ES HUMANO LO ES PORQUE ANTES DE PARECERLO YA LO ERA".
En segundo lugar: mi manera de pensar se reafirma en que la
capacidad que distingue al ser humano del resto de los animales es el uso de la
razón. Somos capaces de entender que el ser humano no precisa de una forma
determinada por cabeza tronco y extremidades para ser lo que es, es decir, humano.
La forma física no deja de ser una más de las potencialidades de los seres
humanos. Por ejemplo, nos se nos ocurriría afirmar que un niño es menos humano
que un ser adulto porque todavía no haya desarrollado su capacidad de
reproducirse o de andar, ni que un adulto en estado vegetativo sea menos humano
que un anciano plenamente lúcido.
SOMOS CAPACES DE
ENTENDER QUE EL SER HUMANO TRANSCURRE POR DIVERSAS FASES DE DESARROLLO
MANTENIENDO EN CADA UNA DE ELLAS SU DIGNIDAD DE SER HUMANO INTACTA Y COMPLETA.
En tercer lugar: Cuando se dice que un feto necesita tener un
corazón o actividad cerebral inicial, comprendo que, exento de ideas
religiosas, podemos concebir a un ser humano aún a pesar de que carezca de
órganos siempre y cuando esté vivo o ser tratado como tal más allá de su
muerte, (piénsese en los testamentos) o los delitos de exhumación de cadáveres.
Por ejemplo, en una operación de
trasplante de corazón el paciente pasa un tiempo sin corazón físico en
su cuerpo. ¿Durante ese tiempo acaso deja de ser humano?, ¿se le puede vejar
porque no tiene corazón?. NO. Se sabe que es un ser humano, se protege como ser
humano, y SE SABE que LA APARICIÓN DE UN
CORAZÓN PARA SU CUERPO ES SÓLO CUESTIÓN DE TIEMPO. Además, puedo comprender
que la falta de actividad cerebral pueda ser un indicio de la muerte de una
persona, no lo sé, pero sólo lo sería en el caso de que no se espere por la
experiencia que en ese sujeto vuelva a haber actividad cerebral. ESTO ES COMPLETAMENTE CONTRARIO EN EL CASO
DEL FETO, AQUÍ SÍ SE SABE QUE VA A HABER TAL ACTIVIDAD, PORQUE LA VIDA DE ESE
SER HUMANO SE ESTÁ DESARROLLANDO EN ESA DIRECCIÓN.
En cuarto lugar: Toda
la ley me parece una barbaridad, pero me parece especialmente hipócrita que un
feto con síndrome de down corra el peligro de ser abortado, es decir,
ejecutado, durante más tiempo por el mero hecho de padecer este síndrome. Los
medios de comunicación no se cortan un pelo en ponernos gente con síndrome down
para generar momentos de especial sensibilidad ante ellos, y luego fíjate en lo
que dice la Ley.
LOS FETOS ENFERMOS
ESTÁN EN ESPECIAL SITUACIÓN DE PELIGRO.
En conclusión y a la vista de estos argumentos que espero desordenen la conciencia de cualquiera que los haya leído, no nos queda por menos que afirmar que convertir en un derecho la eliminación de un feto significa no un avance, sino un retroceso de dieciocho siglos cuando menos ya que, al menos que yo sepa, sólo en esa época, (Estoy hablando del imperio romano), existía lo que se conocía como ius vitae et necis, por medio del cual el pater-familias podía disponer de la vida de sus hijos.
Es decir, vamos a volver atrás en más de mil ochocientos años con esta medida. Resulta escalofriante ¿no?. Y encima se nos "vende" como un avance para los derechos de las mujeres.
Lo que realmente deberíamos pensar es, ¿por qué pensamos que llevar a una mujer a tomar una decisión traumática es la mejor propuesta que este gobierno puede hacer?. Si buscamos evitar los traumas de la madres, (y los traumas provienen del aborto), ¿no será mejor que un gobierno medianamente competente, no como éste, sea capaz de imaginar soluciones que lleven a superar esta situación de amargura y proponer soluciones alternativas al aborto?. Se dice por ejemplo que una joven debe elegir entre su futuro o tener un hijo, pero, ¿por qué renunciar a ninguna de las alternativas?. ¿Es que no se puede hacer nada o es que no se sabe o no se quiere o... simplemente que este gobierno no tiene dinero para afrontar una medida alternativa al aborto y le sale más barato poner a disposición de una mujer asustada un quirófano en el que le van a quitar un feto y al mismo tiempo le van a meter un trauma para toda su vida?.
Ahí queda eso. Ojalá que pensemos un poco sobre esto.
NomeloKreo.