Orejeras

En la empresa cliente en la que me encuentro por la tarde queda bastante menos gente y el personal de limpieza comienza su trabajo a primera hora de la tarde y finaliza alrededor de las diez de la noche. Empiezan a limpiar aquellas zonas-áreas que van quedando vacías.

Ayer cuando una de las personas que estaba limpiando ya había pasado fregona a ciertas zonas de la planta, llega una persona de mantenimiento para cambiar algunas luces (típicos tubos fluorescentes).

Para cambiar estos fluorescentes, es necesario retirar algún panel del falso techo con la consiguiente generación de virutas, polvo. Con justa razón, la persona que acababa de limpiar no le sentó nada bien tener que volver a limpiar.

La persona de mantenimiento tenía un objetivo: cambiar el tubo de luz; no le quedaba más remedio, ya que él como todos los demás tenemos jefes.
[Me vino a la menta algo que he leído recientemente en el que se indicaba que las personas que estuvieron involucradas en el holocausto eran simples burócratas y cumplían con las ordenes que les indicaban su superiores, porque lo importante era el objetivo. Bueno que me voy por las ramas]

Esto me ha hecho pensar que vamos por la vida con orejeras (1), seguro que a mi me ha pasado muchas veces que no me fijo si mis acciones para conseguir los objetivos molestan a otras personas.

¿Qué hacer? Quizá en el caso que he presenciado si la persona de mantenimiento le hubiese comentado a la persona que limpiaba lo que iba hacer y que no le quedaba más remedio que cambiar los tubos, quizá la persona que limpiaba no hubiese sentido tan mal, ni se hubiese enfadado. Por otra parte la persona que limpia también tiene que entender que esta persona no tiene la culpa de que le hayan mandado cambiar los tubos a esas horas, el es un “mandado”.

Qué fácil es verlo como espectadora.

_________________________

(1)Entre las definiciones de la RAE: “En las guarniciones de las caballerías de tiro, cada una de las piezas de vaqueta que se ponen al animal para impedir que vea por los lados”

Uno mas

Mañana (dentro de una horas para ser exacto) cumplo años. Para mi es una fecha más, vamos que no le doy ninguna importancia, ni me quita el sueño. Creo que cumplir años es buena señal. Tengo los años que tengo y he vivido lo que he vivido, no hay que darle más vueltas al tema.

He llevado unos bollitos variados para mis compañeros de trabajo y tengo que reconocerlo que se han puesto las botas, vamos que éxito. No como de estas cosas y no lo valoro tanto.

No me puedo quejar de nada, creo que mientras se tenga salud lo demás se puede ir resolviendo. Para mi es lo más importante.

En el trabajo pues muy bien (el cambio de trabajo en febrero fue un acierto) le he cogido el punto y reconozco que puedo mantener un equilibrio entre mi vida laboral y personal. Para mi es fundamental que el trabajo no absorba mi tiempo porque sino al final pierdo el norte, y no quiero. Hay personas que no les ocurre esto, que están supercentradas en lo laboral y no pierden el norte; yo no, es como que tengo que hacer otras cosas.

A veces me da vértigo, ver el menú derecho de este blog en el que se muestra los meses desde que empece a escribir, y si leo algún post de los antiguos algunos me parecen que ahora mismo no tienen sentido, que sería difícil que volviese a pensar de aquella manera o a enfocar las cosas como las enfocaba.

Probablemente una con el tiempo una va aprendiendo, madurando.

Cierto que este blog no tiene actividad y la pregunta es ¿Por qué seguir teniendo un blog? No sé, saber que tengo un espacio para escribir me gusta. Quizá sea como el tener en mente muchas cosas aunque al final no las haga, no me importa.

En una entrevista que le hacen a Eduardo Punset dice “.. Hoy grandes Neurólogos y psicólogos están descubriendo justamente que en este sentimiento de poder, de que de alguna manera controlas tu vida, de que cuando dan las doce campanadas de fin de año estas donde tú has querido estar y no donde los demás han querido que estés, esta la base del sosiego y de una cierta felicidad.”

Así es como en la actualidad me siento con muchísimo sosiego y tranquilidad interior.

Que diferencia con el pasado (30 mayo 2004), que barbaridad. Por eso se que soy una persona afortunada.

De las organizaciones a los muffins

Me comentaban hace unos días que no me prodigo mucho por este blog. Cierto, siempre tengo más cosa que hacer que ponerme a escribir, me gusta más leer. Y lo curioso es que a lo largo del día varias veces pienso podría escribir sobre esto o lo otro pero después al final con mi caos no me pongo a escribir (muchas cosas que quiero hacer, para no hacer nada).

Hoy sólo se me ocurre un post sobre las organizaciones – empresas y el caos que en algunas hay o quizá ya no es caos sino el propio funcionamiento de las empresas que no puede ser de otra manera.

Con el tiempo - las ventajas de trabajar es el sector IT y en diferentes proyectos me ha permitido estar en distintas empresas en calidad de “consultor” . ¿Algún día sabremos que es ser consultor?. Para los que no están en este sector no saben lo que es y para los que estamos sabemos [ si somos queremos engañarnos] que decir Consultor es algo muy abstracto, pero es cómodo y así parra simplificar nos denominamos consultores. Al final te dedicas a lo que toque, pero a mi me gusta. Me da variedad.]

Pero a lo que iba, cada día estoy más convencida que trabajar en equipo es complicadísimo y muy cansado. Ya que requiere un esfuerzo de todas las partes, y claro hay gente que no tiene ningún interés en esforzarse. Vale, un día malo lo tiene cualquiera pero esto no puede ser la norma. Es cierto, todos tenemos ideas y teorías de cómo se deben hacer las cosas y por supuesto con nuestras personalidades, egos, motivaciones….

Por otra parte, esto se une a que los mandos intermedios-altos de las organizaciones grandes están o más perdidos que uno mismo (las organizaciones no funcionan igual, las relaciones son diferentes que hace unos años) , o quizá cuando llegan a estos puestos se hacen más precavidos , o se vuelven más miedosos o no tienen la formación necesaria para los puestos que ocupan [ cada función que desempeñas tienes que adaptarte no es a piñón fijo, en un momento dado las cosas se hacen de una manera pero cuando desempeñas otro Rol tienes que hacerlas de otra. Y esto que es una tontería no lo comprende mucha gente]

Ingredientes perfectos para que a la mínima tengamos el caos, la desorientación, los piques, las susceptibilidades del personal en general.

No tengo muy claro cuál es el problema, pero cada vez detecto más este comportamiento: personas que ocupan puestos importantes dentro de la organización que no consigo saber como han llegado a esos puestos. Quizá el problema lo tengo yo y por eso no puedo comprenderlo.

Menudo post más pedante quizá me hubiera sido mejor escribir son ¿Por qué la gente no sabe comer muffins? Es una cosa increíble [decir que yo no como/no puedo comer esas cosas ] pero cuando estas en una cafetería a veces pienso que hay personas que lo pasan mal comiendo estas magdalenas con lo fácil que sería utilizar un cuchillo y cortar el muffin en (por lo menos cuatro trozos) al final creo que generan más migas que otra cosa. Hasta me da ganas de hacer un video y subirlo a youtube.

Este post es un poco caótico como mi mente; para que nos vamos a engañar. Escrito a ratitos, entre tontería y tontería así por lo menos me permite reflexionar y relativizar un poco las cosas.