Divagaciones

Imposible no haberse enterado de la muerte de Inmaculada Echevarría. No voy hacer ningún comentario a favor de la eutanasia ni de la muerte digna. No es objetivo de la que suscribe, creo que es un tema que mas amplio, no vale un si o un no. Reducir todo este asunto a un: estoy a favor o estoy en contra me parece ser muy reduccionista.

De toda esta historia lo que me sorprende es la facilidad con la que otros juzgan a esta persona. En estos días han aparecido muchos comentarios acerca del asunto y me parece fuera de tono que otros critiquen o juzguen una decisión tan personal, porque una cosa es hacer un comentario pero otro es juzgarla (una vez muerta).

En algunos casos se pone como ejemplo que otras personas que están en su misma situación o incluso peor que ella, quieren seguir viviendo. Y pensaba que manía con meter a todo el mundo en el mismo saco, cada uno soporta lo que puede soportar, cada uno es como es. A mi personalmente me impacta esas personas que teniendo muchas dificultades físicas tienen una vitalidad que increíble y no se vienen abajo, y estupendo que no quieran morir. Pero eso no quita que otras personas libremente y conscientemente decidan dejar de vivir. Es duro pero así son las cosas. Reconozco que por mi forma de ser si me viese tan dependiente tan limitada posiblemente preferiría no vivir, también es cierto que no se si tendría la fuerza necesaria para que dar el paso.

Qué facilidad tenemos de hablar de los demás. Qué sabemos lo que puede ser pasarse todo el día postrada en una cama, ya bastante tendría esa mujer como para que ahora se la juzgue. Como nos gusta opinar sobre el comportamiento de los demás.

Reconozco que es de esas cosas que me fastidian mucho, intento no caer en hacer comentarios rápidamente sin pensar un poquito más allá, sin ver el contexto. Pero a veces en muy difícil porque vivimos en un mundo en el que lo más rápido es criticar el comportamiento del vecino (es una forma de echarle la culpa al exterior) sin pararse a pensar en el contexto en la situación entera.

En el mundo laboral esta a la orden del día, cuando alguien no atiende una de nuestras demandas (otro departamento) y no nos damos cuenta que a lo mejor esa personas tiene que atender las demandas de muchísima gente. Y esto que me parece de una obviedad increíble pues no lo es, todo el mundo piensa que su trabajo es el más complicado y que el resto es facilísimo. Razón por la cual hay que estar en guardia para no caer en este tipo de comentarios, porque sino en un pis pas estas criticando al vecino, la línea entre un comentario y una crítica es muy fina. Curioso que lo malas hábitos se pegan rápidamente y los buenos cuesta mucho adquirirlos, aunque ahora que lo escribo esto es relativo qué es realmente un buen hábito y que no.

Dos semanas

Recibo un comentario de una lectora (que es muy curiosa) que me pregunta que si voy a contar algo de mi nuevo trabajo.

Bueno reconozo que estas dos semanas debo resumirlas en un ¿A quién le tengo que dar las gracias?. Necesitaba “descansar” ya que últimamente estaba demasiado liada con el trabajo. A mi no me importa trabajar (dentro de lo razonable; ya que una va a la oficina pues me gusta estar activa, aprender …) pero otra cosa es vivir para el trabajo y no disfrutar con lo que se hace porque vas a mil por hora. Y en mi ultima empresa estaba realmente asumiendo mucho trabajo-responsabilidad que no la había buscado pero me toco. Sin darte cuenta te empiezas a cargar de cosas y no hay manera después de soltarlas.

En estas dos semanas he recuperado mi orden-tranquilidad; es cierto yo necesito orden en mi vida, me da tranquilidad porque me ayuda a pensar. Cuando vas a mil por hora pues no piensas en nada porque en mi caso estas demasiado cansada.

Cierto que ha sido un cambio, pero como era muy consciente en donde me metía y del esfuerzo que iba a tener que hacer no hay nada que decir. Cuando refiero a esfuerzo no significa que tengo que trabajar más, sino es un esfuerzo por dominar mi carácter; ahora estoy en otro ambiente y tengo otro rol; tengo que se consciente de mi nuevo rol, de asumir mi nueva condición, me encuentro en una empresa con una estructura con una jerarquía determinada, que tengo que aceptar.

El proyecto que estoy me va a ocupar hasta mitad de septiembre. Parece un poco contradictorio por una parte me gusta el orden pero por otra me gusta a lo que me dedico porque me permite cambiar de proyectos cada cierto tiempo; sé que en octubre estaré en otro proyecto, otros compañeros en otro cliente o en el mismo, pero en otro proyecto y eso por una parte me gusta también. Disfruto mucho aprendiendo cosas nuevas, enfrentándote a otras problemas, situaciones.

Las ventajas de estar tranquila es que me permite fijarme más en las personas que me rodean, las interacciones, como se relacionan unos con otros. No sé, tengo más tiempo para observar cosa que me gusta mucho, lo veo como un entretenimiento.

Y nada más, el único punto negro en estas dos semanas es que mi madre esta con la táctica “chantaje emocional”. Pero allá quedaron aquellos tiempos en los que sus chantajes emocionales me afectaban; no es que no me afecten porque si fuese así no estaría escribiendo lo que escribo simplemente ahora por lo menos me río, o me los tomo siendo más consciente de que no son más que chantajes emocionales y no va a cambiar. Por lo tanto quitemos hierro al asunto y ya está.

Y por hoy ya vale………..