Cosas Bonitas
Te conectas al correo electrónico; uno de los mensajes es del blog, que te indica que tienes un nuevo comentario; lo abres y lees:
"Donde estás??
Me conecto a la red tan solo para abrir tu pagina y ver si has escrito algo, algo tan bonito como lo que sueles escribir. Espero que vuelvas pronto con tus pensamientos :)"
Y te quedas sin saber que decir; y lo digo sinceramente no tiene nada que ver con egos ni nada por el estilo. No sé me hace gracia [Les, no seas mentirosa te genera presión, miedo] que alguien pueda pensar que escribo cosas bonitas; no lo digo por decir (quien quiera creerme que me crea) pero me sorprende [Les eres una mentirosa: te pone muy nerviosa, te genera una responsabilidad, te paraliza] que alguien pueda considerar que lo que escribo son cosas bonitas. En realidad me asalta la duda si la persona que escribió estas líneas se ha confundido de blog, porque me resulta difícil creerme estas cosas.
Si es verdad soy muy desconfiada cuando alguien dice algo más o menos positivo de mi. Me pasa con cualquiera. Por ejemplo, se ha dado la casualidad que esta semana que ha finalizado, en el lugar donde trabajo, me han dicho cosas bonitas y ninguna tiene que ver con hacerme la pelota o así porque las personas que me las dijeron no necesitan hacer la pelota conmigo e incluso el viernes tuvieron conmigo un detallazo (para muchos sería una tontería, pero que yo si que le doy importancia) que me descoloca. Desconozco las razones pero me pasa.
Es cierto escribo menos, también es porque desde que vivo en Madrid tengo menos tiempo. Razones muchas, las distancias ya te hacen perder más tiempo; además la pequeña duquesa ahora tiene que ocuparse de temas mundanos que antes no tenía que hacer ¿cuáles?:planchar, limpiar, poner lavadoras [Les por Dios di la verdad: di que eres un auténtica nulidad para el hogar y que te llevan mucho tiempo ]. Si, el sucedáneo de duquesa tenía lo que se suele llamar servicio doméstico; ahora mi nueva situación me hace prescindir de ciertas comodidades (que no me molestan en absoluto todo lo que he ganado con venirme a Madrid no tiene precio).
También pienso menos, quizá llevaba dos años pensando demasiado ya era hora de tener una tregua conmigo misma.
Este año la navidad la estoy viviendo de otra manera, reconozco que no estoy tan presionada como otras navidades, he conseguido librarme de todo aquello que no me apetecía ir [Les aquí debo darte la razón has aprendido a decir NO y no tienes remordimientos]. Las vivo con distancia, están ahí (imposible no darse cuenta de este hecho) pero no estoy dentro de ellas.
Bueno pues nada más; A la persona que escribió el comentario que ha dado origen a este post, GRACIAS. Tu si que escribes cosas bonitas.
Por cierto, acabo de leer el post y me quedo impresionada, como me sincero en mi blog. Me pongo a escribir y no paro. Y reconozco, que me da miedo. Porque ahora no soy tan anónima. Hace tiempo, me lo prometí a mi misma que no podía borrar nada de lo que había escrito. Quizá, sea esta otra de las razones por las que escribo menos porque se que cuando me pongo a escribir ... escribo demasiado.