Adaptarse o resignarse

A raíz de la lectura del comentario de Cesc a mi anterior post: Cambios, me surge la duda y un desasosiego de: ¿Cómo se sabe que una se adapta o una se resigna ? ¿ Cuál es la diferencia ?

Quizás en algunos casos, los terminos adaptarse y resignarse son sinónimos; o quizás, emplear adaptarse en vez de resignarse es una forma de engañarnos a nosotros mismos.

¿Dónde esta el matiz?

Cambios

Ayer, acepte una oferta de trabajo. En principio, el lunes formalizaremos el contrato; si todo lo que hemos acordado de palabra esta por escrito, entonces firmaré. Me imagino que no va haber problema.

El lugar de trabajo: Vigo; por lo tanto, no tengo que cambiar de residencia [no vivo en Vigo pero trabajo en esta ciudad; para ser breve vivo en la zona de playas cerca de Vigo pero no pertenecen a Vigo - Les!!! que te enrollas - ]. La empresa a la que me voy es más grande (por lo menos en facturación y en número de empleados) y tiene un perfil de empresa más nacional [ muchos de las personas con puestos de responsabilidad viven en Madrid ] y sus previsiones es seguir creciendo (je,je eso lo dicen todas).

Es cierto, que mi intención era cambiar de ciudad [ en los primeros post de este blog (hace casi un año mas o menos) lo explico ] pero todos sabemos:'que las cosas son como son'.

No puedo ir por la vida desaprovechando oportunidades; sería un inconsciente y una soberbia si no acepto esta oferta, que objetivamente es buena.

El cambio es pasar de ser un pez grande en una pecera a ser un pez pequeñito en un océano. Esta es la principal diferencia; y realmente a mí me van más los océanos. En mi nuevo trabajo soy una mas, un número.

Se podría pensar que este cambio no quita que si me aparece algo en Madrid que me vaya, pero no es mi forma de actuar; no me gusta estar de trabajo en trabajo. Cuanto más creces profesionalmente mas complicado lo tienes para moverte, porque hay menos puestos a los que puedes acceder. Y tampoco, puedo negar que mi calidad de vida aquí es muy superior a la que puedo tener en Madrid (aún ganando allí un poco más, pero poquito; ya que en la actualidad no hay tanta diferencia de salarios entre las ciudades) no tiene punto de comparación.

Parece que esto es lo que tenía que ocurrir, quizá ha tenido que pasar todos estos meses para entender y estar de acuerdo con esta líneas:

Díjose a Sócrates que cierta persona no se había enmendado en un viaje que hiciera. "Lo creo -repuso el filósofo -. ¿Acaso no se había llevado a sí mismo consigo?"

[...]

Si primero no se descarga el alma del peso que la oprime, el traslado no hará más que empeorar las molestias que el peso causa, de igual modo que en un barco estorba menos la carga cuando está bien acomodada y fija.

Empeórase al enfermo si se le hace cambiar de postura; lo malo es peor removerlo; y los palos clavados en tierra se hunden y afirman más a mayor zarandeo y golpeamiento.

No basta alejarse de las gentes ni cambiar de lugar, sino que hay que quitarse las condiciones vulgares que tenemos en nosotros, secuestrándonos, por decirlo así, a nosotros mismos para encontrarnos de nuevo.

(De La Soledad Michel Eyquem de Montaigne )

Apatía

Dejadez, indolencia, falta de vigor o energía.

Así estoy hoy, apática. Sólo espero que sea pasajero.

Flexibilidad

Ya lo decía Darwin: No sobreviven las especies que son más fuertes, ni las que son más inteligentes. Sobreviven los que se adaptan mejor al cambio.

Y la adaptación es el núcleo de la flexibilidad; por lo tanto la clave para ser flexibles es saber adaptarse.

Ser flexible es tener la capacidad de adaptarse a las circunstancias, a los tiempos y a las personas; considerar situaciones desde diferentes perspectivas y en caso necesario rectificar oportunamente.

Unos segundos

Tengo la suerte de vivir cerca de un paseo marítimo [ de un pueblo marinero de Galicia, bastante conocido ] por el que se puede caminar de manera tranquila; no es solitario pero tampoco asfixiante. Suelo ir al atardecer, todos los días que puedo.

En el último mes y medio (mas o menos) - de vez en cuando - me encuentro con una persona que por alguna razón que desconozco me llama la atención; no es una belleza, ni tiene nada llamativo que haga que no pueda pasar desapercibida pero a mi no me deja indiferente.

Es curioso, en este paseo veo a otras personas, otras caras pero el efecto de encontrármelas no es el mismo que cuando veo a esta persona que para la mayoría será una cara más.

Desde la primera vez que me la vi no puedo dejar de seguirla con la vista. No sé, que es lo que me hace no poder apartar mis ojos de ella. ¿Por qué me habré fijado en ella? ¿Qué tiene ella que me ha llamado la atención? ¿ Quién será?

Son unos segundos pero suficientes para arreglar el día. Por arte de magia, todo se transforma en maravilloso; incluso se me queda una sonrisa en la cara - de esas que parecen que eres tonta.

Dos besos

Puede que alguna persona después de leer estas líneas piense que la autora de este blog tiene algo contra los hombres e incluso llegue a pensar que esa es la razón de que sea lesbiana. Tengo que decir, con toda sinceridad, que esa apreciación no es correcta [ ¡claro! que voy a decir ].

No tengo nada contra los hombres, igual que no tengo nada contra las mujeres. Mi carrera profesional se desarrolla en entornos laborales en la que la mayoría son hombres y coordino equipos en la que en la mayoría de los casos todos son hombres; la frecuencia de reuniones en la que la única mujer soy yo es bastante alta. Es cierto, cada vez hay más presencia femenína. Por lo tanto, mal iba si realmente tuviese problemas de relación con los hombres. De hecho, me fastidia mucho cuando una mujer - por los motivos que sea - hace la típica demagogia de ellos como grupo. No me gusta nada esa rivalidad de lucha de sexos que muchos hombres y mujeres tienen. Cada persona es cómo es, independiente del sexo y no se pueden meter a todos/todas en el mismo saco.

Pero hay algo que me molesta en el hombre y si lo pienso detenidamente, creo que es lo único que me molesta de los hombres [ esto se aplica a las mujeres; a mí las discriminaciones no me gustan, ya sean positivas o negativas ]: es la manía de dar dos besos en la mejilla cuando te conoces en un contexto laboral, ejemplo: reuniones. Este tipo de presentaciones se realizan en un escenario laboral y a muchas de estas personas no veré mas o sólo trataré temas relacionados con el trabajo.

¿Acaso si yo fuera un hombre me darían dos besos? Hay hombres, que tienen esa manía – que no lo hacen con mala fe o porque quieran aprovecharse - de repartir besos, como si tuviesemos algún tipo de relación de afecto.

Otra cosa muy diferente, es el caso de compañeros de trabajo en los que ya hay algo mas que un contacto profesional y en este caso, si hay una relación de afecto fruto de años; pero es un afecto que se ha logrado con el tiempo, porque el día a día nos ha permitido conocernos y ver que hay algo mas que sólo una colaboración profesional.

El asunto del par de besos también es diferente cuando me encuentro en otro contexto; por ejemplo: con amigos que te presentan a otras personas, ahí por supuesto que doy dos besos porque el enfoque de la relación es diferente.

¿Borde? A lo mejor, pero sólo cuando yo vea que un hombre le dé un par de besos al compañero con el que voy a una reunión, entonces a mi no me importará.

Lo reconozco queda borde cuando alguien viene en plan guay a darte un par de besos y tu le pones la mano; vamos, que los dejas en el sitio. Cierto, marca distancias ...puede ser.

Carta a quién corresponda

[ Que puede ser: el azar, el destino, Dios, el Demonio, un Ente, o un trozo de madera. Resumiendo: al responsable de los hilos de la vida ]

Que vale, que sí, que me da lo mismo, que yo me adapto. Que ahora las cosas son así, pues no hay problema yo me acomodo y me adapto. Pero que sepas, que no vas a conseguir que me enfade conmigo, que me pelee con el mundo, que sea una insatisfecha, una frustrada, que odie, que viva con ansiedad, que me disguste, que sea una avinagra, que pierda mi tranquilidad.

Te lo digo clarito: que NO; que eso no va a ocurrir, nada de eso. Yo me adapto, pero sin ningún problema y seguiré tan tranquila. Que la vida es eso, adaptarse. Que si ahora rojo pues nada rojo, que mañana azul pues azul y si después amarillo pues amarillo. Que aunque las cosas no sean como yo quiero, no pasa nada porque así le doy emoción a mi vida. Que lo prefiero mil veces, donde va a parar.

De todas maneras, te doy las gracias porque aunque las cosas no son como yo quiero por lo menos no son malas, simplemente diferentes. Pero cuesta cambiar, que sepas que mucho, a mí por lo menos.

Quedo a tu disposición para lo que se te ocurra, recibe un cordial saludo.

Promesas Cotidianas

Cada vez es más habitual encontrarme a personas que se empeñan en prometer cosas que no pueden cumplir. Y no me refiero a promesas relacionadas con temas transcendentales sino asuntos cotidianos, del día a día. Ejemplos: "mañana sin falta te envío ese documento"; "no te preocupes que el material lo tienes mañana a primera hora"; "por supuesto en el plazo estará aquello"; "sin falta mañana te llamó por teléfono con una contestación".

Yo, sólo prometo aquello que sé voy a poder cumplir. Obviamente, puede ocurrir alguna cosa que me impida cumplir con la tarea pero tiene que ser algo extraordinario o fuera de lo corriente.

Lo reconozco, me decepciona bastante que la gente no sea seria en estas cuestiones tan tontas. Para mí, cumplir una promesa es una muestra de respeto hacia los demás, aunque sean pequeñas cosas y en el ámbito laboral.

Por otra parte, soy mucho más comprensiva con aquellas promesas fruto de nuestras reacciones emocionales; ya que estas son hechas mas con el corazón que con la cabeza.

Cada vez es más difícil encontrarse a personas (en el día a día) que valoren las palabras, que entiendan el significado de la comunicación sincera; todo sería mucho más fácil.

Dedicado [ nunca lo leerá, pero yo me quedo estupendamente ] al que ayer me prometió - porque le dio la gana, porque quiso ir de guay - que hoy me llamaría con una contestación. No sólo me lo prometió una vez sino tres - como Judas -.

Sabía que no me iba a llamar, hice conmigo misma una apuesta. Lástima, que mis habilidades de pitonisa no me sirvan para adivinar los números de la lotería.

Comedura de tarro

Una comedura de tarro y lo más triste: bastante tonta [nota para algún posible lector: si espera encontrar algo filosófico en estas líneas es mejor que abandone y no pierda el tiempo. En caso contrario, si le sobra el tiempo y no tiene nada mejor que hacer puede seguir leyendo, no va aprender nada, pero por lo menos se dará cuenta que hay personas que están peor que usted.]

Me escriben lo siguiente "[...]qué envidia me das cuando haces alarde de tus conocimientos" y yo me lo tomo como algo "malo". Ya lo sé, que es una tontería. Pero ¿Por qué no me gusta?, ¿Por qué me disgusta?. Seguro, que la persona que lo escribió no tenía intención de provocar malestar en mi, ni malicia ni nada por el estilo; estoy convencida. El problema es mío, eso lo tengo claro, sin dudarlo.

Y intento profundizar [ como si no tuviera cosas más importantes en las que pensar; ya se sabe, siempre nos entretenemos con tonterías ] las razones del porqué me hacen sentir mal.

La RAE define lo siguiente:

Alarde

1. Ostentación y gala que se hace de algo de nada.

Ostentación

1. Acción y efecto de ostentar


2. Jactancia y vanagloria
3. Magnificencia exterior y visible

Ostentar

1. Mostrar o hacer patente algo.


2. Hacer gala de grandeza, lucimiento y boato

Si relacionase alarde con la primera acepción de la palabra ostentar/ostentación, posiblemente mi cabeza no le daría tantas vueltas al asunto. Ocurre que yo asocio alarde con las otras acepciones de ostentar/ostentación y eso es lo que me produce mal rollo.

De verdad de la buena [ya sería estúpido – más que este post - que en mi blog superanónimo me dedicase a mentir ] mi intención no es en ningún caso lucirme, llamar la atención, ni nada parecido.

El comentario realizado [ objeto de este profuuuudìsimo análisis] no está dentro de un contexto laboral; en un entorno laboral a lo mejor en el fondo, si pudiese tener esta segunda intención de llamar la atención, en cuanto a conocimientos. Una, que tiene su orgullo. Pues, SI, es cierto, soy muy orgullosa y vanidosa cuando trabajo, me gusta hacer las cosas bien. Y tampoco creo que sea malo, es una forma de superarse, de aprender, de mejorar, de aportar.

El comentario objeto de esta absurda reflexión se encuadro dentro de un ámbito "social" (por definirlo de alguna manera).

Pero aún hay más [ si, parece increíble; pero el asunto que a estas alturas ya es banal y tonto puede ser todavía más, mucho más ] que el motivo del comentario que me hacen no tiene nada que ver con que tenga conocimiento: desde cuando hacer un gif animado es mostrar alarde de conocimientos!!!. Puedo comprender, que en el caso que no lo sepas hacer, parezca algo muy complicado; pero de ahí a pensar que quiero presumir [ si quisiese presumir, me puedo largar algún speech ..] pero cuando yo hago ciertas cosas - y más esta - no es para presumir, ni hacer gala de mis conocimientos, nada mas lejos de la realidad. Quién quiera creerlo que lo crea y quien no pues que no se lo crea; desconozco cómo se puede convencer a las personas de mis intenciones.

Lo gracioso del tema [ bueno si tiene algo de gracioso ] es que con temas de tecnología-informática suelo ser muy prudente en ambientes que no tienen nada que ver con estos intereses. ¿Las razones de este mutismo o este querer pasar desapercibida? Desde pequeñita [ he sido niña precoz en estos temas ] siempre he llamado la atención por mis conocimientos [ojo!! todos adquiridos por leer mucho; que la gente piensa que es porque vine de fabrica con ellos; quizá tenga cierta facilidad, pero la misma que otras personas tienen facilidad para dibujar].

Pero, lo que más me fastidia de ser centro de atención por estos motivos es que las personas me etiquetan como la que controla de informática y sabe de estos cacharros. En la mayoría de los casos se olvidan que detrás de esos “conocimientos”, hay una persona, que tiene otras inquietudes, que le gustan muchas mas cosas. Estas son las razones por las que detesto que en entornos que no son tecnológicos-informáticos hablar del tema intentando ser prudente; pero en ocasiones porque me gusta ayudar - desconozco los motivos: el inconsciente me traiciona - explico o comento y la gente piensa que sé más de lo que realmente sé o que es para presumir o hacer gala que sé de esto o de aquello.

Es cierto, a mi todo esto de la tecnología me gusta mucho, pero mucho [ además mi trabajo se basa en saber de estos temas y hay que estar continuamente actualizándose y estando al día ], pero por eso, no soy menos ni más que otra persona a quien le gusta leer a Ulises de Joyce (ahora que esta tan de moda) o se sabe todas las capitales de las ciudades del mundo o la poesía de no sé quién [ que a mí también me gusta] o escribe poemas de amor [sí esto pues no sé].

Y cuando se me etiqueta o sólo se ve esta faceta mía, me encierro en mi, trato de exponerme menos.

Lo sé, es un problema mío y solamente mío. Vamos que yo solita me creo el problema.

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Son en días como el de hoy, que te dices:”que bien tener un blog!!!”. Primero, me ahorro un motón en psicoanálisis; segundo, al escribirlo lo trivializo, le saco hierro al asunto.

[ Nota al posible lector: Se lo dije, a que ahora piensa que usted no esta tan mal, que hay personas que están peor que usted.]