Dos semanas

Recibo un comentario de una lectora (que es muy curiosa) que me pregunta que si voy a contar algo de mi nuevo trabajo.

Bueno reconozo que estas dos semanas debo resumirlas en un ¿A quién le tengo que dar las gracias?. Necesitaba “descansar” ya que últimamente estaba demasiado liada con el trabajo. A mi no me importa trabajar (dentro de lo razonable; ya que una va a la oficina pues me gusta estar activa, aprender …) pero otra cosa es vivir para el trabajo y no disfrutar con lo que se hace porque vas a mil por hora. Y en mi ultima empresa estaba realmente asumiendo mucho trabajo-responsabilidad que no la había buscado pero me toco. Sin darte cuenta te empiezas a cargar de cosas y no hay manera después de soltarlas.

En estas dos semanas he recuperado mi orden-tranquilidad; es cierto yo necesito orden en mi vida, me da tranquilidad porque me ayuda a pensar. Cuando vas a mil por hora pues no piensas en nada porque en mi caso estas demasiado cansada.

Cierto que ha sido un cambio, pero como era muy consciente en donde me metía y del esfuerzo que iba a tener que hacer no hay nada que decir. Cuando refiero a esfuerzo no significa que tengo que trabajar más, sino es un esfuerzo por dominar mi carácter; ahora estoy en otro ambiente y tengo otro rol; tengo que se consciente de mi nuevo rol, de asumir mi nueva condición, me encuentro en una empresa con una estructura con una jerarquía determinada, que tengo que aceptar.

El proyecto que estoy me va a ocupar hasta mitad de septiembre. Parece un poco contradictorio por una parte me gusta el orden pero por otra me gusta a lo que me dedico porque me permite cambiar de proyectos cada cierto tiempo; sé que en octubre estaré en otro proyecto, otros compañeros en otro cliente o en el mismo, pero en otro proyecto y eso por una parte me gusta también. Disfruto mucho aprendiendo cosas nuevas, enfrentándote a otras problemas, situaciones.

Las ventajas de estar tranquila es que me permite fijarme más en las personas que me rodean, las interacciones, como se relacionan unos con otros. No sé, tengo más tiempo para observar cosa que me gusta mucho, lo veo como un entretenimiento.

Y nada más, el único punto negro en estas dos semanas es que mi madre esta con la táctica “chantaje emocional”. Pero allá quedaron aquellos tiempos en los que sus chantajes emocionales me afectaban; no es que no me afecten porque si fuese así no estaría escribiendo lo que escribo simplemente ahora por lo menos me río, o me los tomo siendo más consciente de que no son más que chantajes emocionales y no va a cambiar. Por lo tanto quitemos hierro al asunto y ya está.

Y por hoy ya vale………..