Cerrando año

Se acaba un año que en cierta forma ha sido un punto de inflexión en mi vida. He tomado algunas decisiones que han cambiado el curso de mi vida (esta última frase ha quedado muy peliculera, pero es verdad).

También ha sido un año en el que he aprendido muchas cosas, cosas que no se aprenden en los libros.

No, no me hago propósitos para el próximo año. Porque si algo quiero cambiar no tengo que esperar a final de año para proponérmelo. Me lo propongo cualquier día del año.

Solo espero que dentro de un año pueda escribir que sigo igual de tranquila; que no he vuelto a luchar contra mi misma; que estoy en paz conmigo misma y con el mundo; que la tregua que me estoy dando continua; que no tengo la sensación de que debo pedir perdón por ser como soy; que soy yo la que dirijo mi vida; que no me he perdido; que mantengo el equilibrio; que no se me ha ido la cabeza; que tengo un horizonte. En resumen que soy feliz, porque esto debe ser la felicidad y si no lo es se aproxima muchísimo.

Como siempre digo, lo importante es tener salud. Es la única cosa que no depende de mi; vale, una parte si pero hay una componente aleatoria que no depende de una misma, que si te toca te toca.

No sé, las demás cosas que me puedan ocurrir las iremos llevando. Unas veces mejor otras no tanto; unas veces me equivocaré y en algunas ocasiones acertaré.

Feliz año y que las cosas si no salen como a una quiere por lo menos que salgan de la manera que salgamos lo mejor posible.